9 Hábitos populares que consideramos inofensivos, pero no lo son

No solo es posible cambiar los malos hábitos, sino que también es necesario hacerlo. Así lo indican los estudios realizados por Veronica Irvin, de la Universidad de Oregón. Algunos de ellos, han penetrado tanto en nuestras vidas que los damos por hecho. Después de todo, ¿qué tiene de malo utilizar una crema de protección solar o quemar incienso? Sin embargo, como revelan estudios recientes, existen determinados hábitos considerados "saludables" que pueden resultar del todo perjudiciales.

En Genial.guru te hemos preparado un listado con esos hábitos que deben abandonarse cuanto antes.

1. Aplicar una cantidad excesiva de protector solar

Todo el mundo sabe que hay que aplicarse protector solar cuando estás en la calle. Este hábito ayuda a evitar el cáncer de piel y previene del envejecimiento prematuro. Pero al aplicar la crema, no debes exagerar. La falta de luz solar y vitamina D también puede provocar la aparición de otros tipos de cáncer, como, por ejemplo, el de páncreas.

Una investigación de la profesora de epidemiología, Anne-Louise Ponsonby, junto a sus compañeros de la Universidad Nacional de Australia, demuestra que la deficiencia de vitamina D y la protección solar excesiva podrían causar también la aparición de esclerosis múltiple. Protégete de la luz solar directa, siempre sin pasarte. Toma decisiones basándote en tus riesgos de salud personales.

2. Rechazar las grasas

Demasiada grasa en la dieta puede provocar enfermedades cardiovasculares y problemas de peso. Pero no debes renunciar por completo a las grasas beneficiosas. Estas permiten al cuerpo absorber vitaminas de los alimentos. Consume grasas saludables dentro de los límites establecidos: de 44 a 78 gramos al día, según tus preferencias personales y las circunstancias.

3. Consumir demasiadas verduras y hortalizas

Las verduras son una pieza clave en cualquier dieta para una alimentación sana y equilibrada. Sin embargo, si comes más de 7 porciones de verduras y 4 de frutas todos los días durante un tiempo prolongado, existe la posibilidad de dañar tu cuerpo. Para obtener el mayor beneficio para tu salud, debes comer verduras y hortalizas de temporada y dar preferencia a los crudos en vez de los procesados ​​térmicamente. Ajusta la cantidad de raciones: 4-5 al día es suficiente.

4. Pelar las manzanas

Todas las sustancias saludables en hortalizas y frutas no siempre se encuentran dentro ellas. Prácticamente, el cien por cien de la quercetina de manzana (un antioxidante que mantiene la salud del corazón) se encuentra en la piel. El consumo de manzanas sin pelar es eficaz para la prevención de enfermedades crónicas del sistema cardiovascular. Lo principal es no olvidarse de lavar los alimentos antes de su consumo ya que, de lo contrario, se puede contraer algún tipo de infección.

5. Utilizar un despertador que suene fuerte

Siempre existe la posibilidad de quedarse dormido sin oír una alarma de poco volumen, por lo que muchos optan por ponerla al máximo. Debido a ese sonido agudo, la presión arterial aumenta y la frecuencia cardíaca se acelera.

Una persona resulta particularmente vulnerable en las primeras horas del día, cuando el cuerpo está en un estado relajado. Una alarma estremecedora puede afectar la salud y provocar estrés en el cuerpo, aumentando así los niveles de cortisol. Si este tipo de despertar ocurre durante varios días, semanas o meses, entonces el estrés puede volverse crónico.

6. Comprobar constantemente el correo electrónico

El doctor Richard MacKinnon, de la Sociedad Británica de Psicología, determinó que el correo electrónico no es solo una herramienta de comunicación importante, sino que también puede convertirse en una fuente de estrés y generar frustración en muchos de nosotros. Como resultado, la productividad disminuye y el nivel de bienestar cae.

A pesar de que los investigadores están tratando de formular reglas generales para un correcto uso del correo electrónico con el fin de minimizar su impacto negativo, es obvio que los consejos no pueden ser igualmente válidos para todos. No obstante, existen diversas recomendaciones que te ayudarán a reducir posibles riesgos:

• no revisar el correo temprano al empezar la mañana, o muy tarde durante la noche;
• primero trabajar, luego revisar el correo (si, por supuesto, esta no es una parte importante de tu jornada laboral);
• deshabilitar las notificaciones push para los correos entrantes.

7. Quemar incienso

Quemar incienso tiene un efecto positivo en el sistema nervioso central, ayuda a relajarse y aliviar el estrés. Sin embargo, la Universidad de Tecnología del Sur de China cuenta con unos estudios que han demostrado que quemar incienso a diario durante varias horas puede provocar cáncer de pulmón, leucemia y tumores cerebrales.

El humo del incienso está considerado un mutágeno. Contiene sustancias químicas que potencialmente pueden cambiar el material genético, como por ejemplo el ADN. Si aun así, deseas crear una atmósfera relajante, opta por una pequeña cantidad de incienso y no te olvides después de ventilar la habitación.

8. Abusar de las bebidas energéticas

Las bebidas energéticas ayudan a animar y mejorar la eficiencia. Pero tomarlas en grandes cantidades y con mucha frecuencia no es para nada recomendable. Los resultados de las investigaciones de David Grant, en la Universidad del Pacífico, apuntan a que algunas bebidas energéticas pueden aumentar el riesgo de sufrir un ritmo cardíaco anormal cuando se consumen en grandes cantidades.

El estudio contó con voluntarios de entre 18 y 40 años. Un grupo de estos sujetos consumía 2 latas de bebida energética una vez al día durante 3 semanas y el de control recibía placebo con la misma frecuencia. Nadie sabía lo que estaba tomando. Como resultado, el primer grupo experimentó un aumento de la presión sanguínea y un incremento de la frecuencia cardíaca, mientras que el resto de voluntarios no mostró anormalidad alguna.

9. Abusar de los analgésicos

Los analgésicos, realmente, son capaces de ayudar a aquellos que están sufriendo de fuertes dolores. Sin embargo, los estudios realizados por la Universidad Estatal de Ohio demuestran que, además de aliviar el dolor, los analgésicos pueden frenar las emociones positivas.

En el estudio, algunos sujetos tomaban analgésicos, mientras que otros recibían un placebo pero con el mismo aspecto. Después, los participantes se sometían a ver un total de 40 imágenes, desde las extremadamente desagradables (niños desnutridos) hasta las más positivas (pequeños jugando con gatitos). Tras ver cada foto, se les pidió a los voluntarios que evaluaran si esta fotografía era positiva o negativa.

Los resultados revelaron que los participantes en el estudio que habían tomado analgésicos calificaron todas las imágenes con una nota más baja que aquellos que recibieron placebo. En otras palabras, la percepción emocional de la realidad se distorsionaba.

¿Cuáles de estos hábitos no son ajenos a ti? Comparte tus reflexiones en los comentarios.