14 Historias que demuestran que un cliente puede ser tan molesto como una picadura de avispa

Arthur Schopenhauer decía que los cobardes dan a luz a los cobardes, los sinvergüenzas a los sinvergüenzas, y de los perdedores solo nacen más perdedores. Pero Immanuel Kant creía que el carácter no se hereda, sino que se forma bajo la influencia de experiencias internas y circunstancias externas, y es posible y necesario trabajar para mejorarlo.
Pero hay otra teoría: una persona no tiene nada que ver con lo que sucede en su vida, y todos sus fracasos se deben a las intrigas de los enemigos y a la influencia de las estrellas. Generalmente, esta teoría es defendida por completos perdedores.
Genial.guru reunió 10 principios que siempre siguen las personas "desafortunadas". Creemos que es justamente este enfoque lo que convierte su vida en una constante serie de reveses, y que las estrellas y los enemigos no tienen nada que ver: como se sabe, el vaso tiene agua hasta la mitad, y depende de nosotros si está medio vacío o medio lleno.
¿No entró a la universidad? Es porque solo ingresan los que tienen contactos o pagan sobornos. ¿No recibió un bono en el trabajo? Es porque el idiota del jefe solo se lo da a sus parientes y a los aduladores. ¿Lo dejó su novia? Es porque es una tonta (si fue un hombre, "es un idiota"). ¿Se ha terminado el pan y en la tienda tampoco hay? ¡Aquí está la prueba clara de la conspiración universal!
A los perdedores les gusta compararse con los demás. Independientemente de si eligen una persona más o menos exitosa que ellos para hacer la comparación, el resultado no será bueno. En el primer caso, sentirán lástima de sí mismos, y es uno de los sentimientos destructivos que más obstaculizan el desarrollo personal. En el segundo caso, el perdedor tendrá la oportunidad de justificar su falta de acción.
Buscar un ingreso extra, aprender un idioma nuevo, arriesgarse y hacer un cumplido a un extraño, son cosas que requieren de esfuerzo. Es mucho más fácil encontrar una excusa y, con la conciencia tranquila, abandonar cualquier intento de hacer un cambio en su vida.
Las personas que todo el tiempo se quejan de su mala suerte cambian sus creencias y objetivos varias veces al día, o directamente los abandonan ante la menor dificultad. Un perdedor hoy puede ser un vegetariano convencido, y mañana condenará a los que no comen carne porque así no consumen suficiente vitamina B12.
Los perdedores no saben construir relaciones con los demás, y muchas veces se manejan con arrogancia con aquellos que, en su opinión, son de un estrato social más bajo. No por nada se dice que si quieres ver la verdadera cara de una persona debes observar cómo trata al personal de servicio.
Los perdedores viven como si tuvieran más de una vida. Hoy en día, el popular término "procrastinación" se extiende no solo a asuntos rutinarios como limpiar o lavar los platos. Los perdedores posponen para más tarde la realización de sus deseos, convirtiendo su vida en una existencia poco alegre y, muchas veces, bastante aburrida.
Los perdedores son superficialmente versados en casi todo. Pregúntale a cualquier perdedor cómo poner las cosas en orden en el país, y recibirás una instrucción exhaustiva, tal vez incluso con ilustraciones. Seguro de tener razón, el perdedor discutirá hasta, como se dice, volverse azul. A la vez, en su departamento, el desastre seguramente comienza desde el umbral.
"Cuanto más barato, mejor", este es el lema de muchos perdedores. Y no importa si los calcetines que se compraron con descuento se descosen al día siguiente, si aparecen bichos en las cajas de cereales que se compraron meses atrás o si la verdura comprada en bolsas de varios kilos comienza a tener brotes. Y así de año en año.
Los perdedores son envidiosos, y para justificar sus sentimientos de disgusto intentan encontrar la "verdadera" razón del éxito de otras personas. ¿Es rico? Seguro que es un estafador. ¿Es popular? Sabe tejer intrigas. ¿Es saludable? Hace mucho que no va al médico. ¿Está felizmente casado? Sabe borrar las huellas de sus aventuras amorosas. ¿Sonríe mucho? ¡Tonto, abre los ojos! Para un perdedor, nada bueno puede suceder en la vida solo porque sí.
Es difícil argumentar en contra del hecho de que la mayoría de los fracasos en la vida de una persona son consecuencia de los actos que comete según sus hábitos y su carácter. Pero, ¿qué o quién tiene la culpa de que una persona tenga ese carácter y no otro? ¿El punto de vista de quién te resulta más cercano, de Schopenhauer o de Kant? ¿Si alguien es un completo perdedor, crees que es para siempre o puede hacer algo para cambiar?