9 Trucos simples que cuidan nuestra cartera a la hora de preparar comida
Una buena forma de ahorrar es conservando los alimentos el mayor tiempo posible. Y aunque una buena opción es meterlos al refrigerador, no todos los productos logran alcanzar la semana de conservación. Cuando esto pasa, no queda de otra que reponer lo desechado con alguna compra rápida, surgiendo así los gastos hormiga que pueden afectar al bolsillo y causarnos “sorpresas” a fin de mes.
En Genial.guru hemos probado distintos trucos para conservar los alimentos, investigando también sobre su eficacia a largo plazo y cómo evitar los desperdicios a la hora de preparar nuestras comidas.
1. Coloca tus verduras en un tupper con un trapo
Uno de los problemas que tienen las verduras es que duran poco tiempo, incluso en el refrigerador. Este truco propone colocarlas dentro de un tupper con un trapo (de tela o papel) encima de ellas para mantener la humedad.
Se puede hacer con cualquier tipo de verdura, como la acelga, la lechuga, la espinaca, el berro, entre otras. Lo ideal es humedecer las hojas antes para que estén siempre frescas. En caso de no tener un trapo, puedes echar unas gotitas de agua dentro del recipiente.
2. Mantén alejadas las papas de las cebollas
Las papas son de esas verduras que deben guardarse en un lugar fresco y seco. Pero lo importante es no almacenarlas junto con las cebollas, ya que no se llevan bien. Esto se debe a que las papas tienen etileno, el cual se libera al juntarlas con las cebollas. Esto provoca la aparición de brotes y hongos, los cuales reducen su vida útil a la mitad.
3. Corta los pimientos y mételos en bolsas o tuppers
Este truco para conservar los pimientos propone cortarlos en tiras, guardarlos en alguna bolsa de plástico y meterlos en el refrigerador. Su duración puede llegar hasta los 15 días o, incluso, 12 meses si se los mete en el congelador. Para extender el tiempo de conservación por hasta 1 año, se les puede añadir vinagre o deshidratarlos metiéndolos al horno.
4. Sumerge las zanahorias en agua
Una forma de evitar esa textura blanda que aparece en las zanahorias es mantenerlas en agua. Para eso se necesita un frasco con tapa y algunas zanahorias enteras o cortadas que se quiera conservar por más tiempo.
Esto se debe al proceso de ósmosis, el cual provoca que el líquido pase por la piel de esta verdura y la mantenga en buen estado. Es importante tener en cuenta que este efecto puede ser diferente según el tipo de agua que se use.
5. Coloca los tomates fuera del refrigerador
Aunque lo normal es guardar los tomates dentro del refrigerador, en realidad se recomienda mantenerlos fuera de él para que duren más y tengan un mejor sabor. Esto también depende del estado de la fruta. Por ejemplo, si se encuentra verde, la temperatura ambiente la ayudará a madurar más rápido.
Por otro lado, los tomates maduros duran hasta una semana fuera del refrigerador, siempre y cuando se los coloque en un sitio fresco y seco, lejos de la luz del sol y de otras frutas, como los plátanos. Estos maduran más rápido y pueden influir en el proceso de maduración del tomate.
6. Revisa el estado de un producto recién caducado
El problema con el que se encuentran muchas personas es qué hacer con los productos caducados. Si no pasó mucho tiempo, lo ideal es olerlos y conservarlos en otros recipientes para poder consumirlos posteriormente, ya que, en la mayoría de los casos, todavía se los puede ingerir sin ningún riesgo.
Los alimentos envasados pueden llegar a durar de 3 meses a 1 año, dependiendo del tipo de producto que sea. En caso de que estén abiertos, hay que seguir las instrucciones del envase para poder consumirlos con seguridad.
7. Sumerge los ajos en aceite
La forma más sencilla de conservar los dientes de ajo es sumergirlos en aceite. Para eso hay que pelarlos y cortarlos en pedacitos. Luego debes triturarlos, colocarlos dentro de un frasco de vidrio y agregarles aceite. Esto puede ser consumido en un período de 2 meses.
También es posible conservar el ajo entero, pero no dura demasiado tiempo en comparación con el molido o pastoso. Otra alternativa es congelarlos para que pueda prolongarse su conservación por hasta 4 meses.
8. Almacena algunos de tus productos en el congelador
Entre los productos que se pueden congelar sin que nadie lo sepa se encuentran los huevos y los frijoles. En el caso de los huevos, es importante que estos no se congelen con la cáscara, ya que esta se puede desquebrajar y romperse. Tampoco sirve guardarlos en crudo, porque la yema tiende a volverse gelatinosa y se dificulta su cocción.
Para congelar huevos, es necesario batirlos bien antes de meterlos al congelador. Otra forma más efectiva es el de separar las claras de las yemas, batiendo bien estas últimas para que no surja ese efecto gelatinoso.
Por otro lado, los frijoles y legumbres deben ser sumergidos en agua horas antes de meterlos al congelador para, de esa forma, mantenerlos bien hidratados. En el caso de que estén cocidos, se deben escurrir y dejarlos enfriar a temperatura ambiente. Luego debes guardarlos en tuppers o bolsas herméticas.
9. Corta la carne sobrante para reusarla en otras comidas
Es normal que en los días posteriores a fechas festivas sobre mucha comida. En el caso de las carnes, estas se pueden cortar en pedacitos y guardarlos en el congelador para utilizarlos en sopas o guisos más adelante. Su duración puede extenderse hasta un año, dependiendo del tipo de carne.
¿Qué métodos te han resultado útiles para que tus comidas duren por más tiempo? ¿De qué forma aprovechas las sobras para evitar cualquier desecho?