Agentes de viajes hablaron sobre su profesión y quedó claro que este trabajo no es para débiles

Muchos de nosotros en el fondo envidiamos un poco a los agentes de viajes. Ese sí que es un lindo trabajo: te quedas sentado en la oficina, vendiendo paquetes a la gente, todo es positivo, y hasta viajas a todas partes tú mismo (y probablemente gratis). La vida de estas personas es realmente ajetreada, pero a veces, todo ese esplendor no se manifiesta exactamente como lo imaginamos. Y el hilo “Pero ¡eres un agente de viajes!” habla de ello con humor.

En Genial.guru leímos este hilo con mucho placer y pensamos que tú también querrías reír con nosotros. Por cierto, en el bono te espera una historia que impresionó a todo nuestro equipo editorial.

• Les pedimos a los turistas que traigan una foto para obtener una visa. Los requisitos establecen que esta debe ser sin esquinas. Me trajeron una... con todas las esquinas cortadas con tijeras.

• Después de un incidente, ahora yo misma hago las fotocopias de todos los pasaportes de los turistas para obtener las visas. Un hombre afrontó el proceso de hacer las copias con tanta responsabilidad que trajo un pasaporte copiado en una fotocopiadora a color, y todas las páginas estaban cuidadosamente recortadas y pegadas en forma de libro.

• Un hombre no podía venir a la oficina para reservar un recorrido. Le pedí que tomara una foto de su pasaporte y me la enviara para hacer la reserva sin su participación. Me envió una de la portada: no de la página con sus datos, sino solo de un pasaporte cerrado. Al parecer, pensó que yo solo necesitaba una prueba de que lo tenía.

• Una vez, vino una chica a la oficina. Le encontré una gran oferta de un viaje a Grecia a muy buen precio. Lo reservamos y todo fue confirmado de inmediato. Al día siguiente regresó llorando: “¡Devuélveme el dinero! ¡Mi marido me regañó!”. Le hablé de las sanciones por cancelación. Y ella: “¿Acaso no ves a quién le vendes el tour?”. Yo pensé: ¿qué le pasa? Tal vez tendría que haberle pedido un certificado de salud mental. Más enseguida aclaró: “¿No te diste cuenta de que yo no lo había consultado con mi esposo?”.

• Estábamos haciendo la reserva de un modesto hotel de 4 estrellas en Alanya. La clienta preguntó: “¿Para qué tipo de cabello habrá champú en la habitación?”. Y luego agregó: “Yo tengo el pelo seco. Diles que necesito uno para pelo seco”.

• -No hay vuelos para estas fechas.
  -¡Entonces vayamos a otro hotel!
  Pues claro, porque todos los hoteles tienen aviones privados...

• -¿A dónde puedo ir por 200 USD?
  -A Turquía, ahora hay buenas propuestas. Aunque no por 200 USD, sino por 220 USD.
  -Oh, no, necesito que sean 200 USD. ¿Quizás a Italia, entonces? ¿Cuánto cuesta Italia ahora?

• -¡Estamos dispuestos a pagar cualquier dinero!
  -Hay un recorrido maravilloso por 800 USD para dos personas.
  -¿Qué dices? Solo tenemos 500 USD. Bueno, veamos algo de 3 estrellas, pero algo bueno, de primera línea, y que la playa sea de arena blanca, que las habitaciones no sean viejas. ¡Y los mariscos para la cena son imprescindibles! Y que sea barato.

• Una mujer llegó a la oficina:
  -Sabes, quiero descansar con mi hijo antes de la escuela, tenemos que regresar antes del primer día de clases.
  -¿A dónde quiere ir?
  -Necesito algo barato. Estoy pensando: ¿Turquía o Estados Unidos?

• -¿Qué tal las vacaciones?
  -Para ser honesto, no muy bien.
  -¿Por qué?
  -Hacía mal tiempo, llovía a menudo, ¿qué clase de descanso es ese? Y luego me resfrié y no pude ir de excursión. ¡Y mi esposa esperó poder hacerla por tanto tiempo! Se podría decir que solo fuimos allí para hacer eso. Luego estuvo refunfuñando por eso todo el tiempo. ¡Nunca volveré a contactar a esta empresa de viajes! Y tampoco te lo aconsejo a ti: ¡solo arruinarán tus vacaciones!

• Sucede que vas a la fiesta de cumpleaños de alguien, hay un gran grupo de gente, y listo, se termina el descanso. Inmediatamente surge la pregunta: “Supongo que ya has estado en todas partes, ¿verdad? ¿Viajas a menudo? ¿Vas gratis o pagas la mitad?”. Y luego sigue: “¿Cuánto cuesta un viaje a Turquía (Maldivas, Emiratos Árabes) ahora?”. Pero no lo entiendo: ¿cuándo es ahora? ¿Ahora mismo, mañana o la semana que viene? La gente se ofende cuando dices que no estás en el trabajo en este momento. Luego tratas de arreglar la situación y haces preguntas: cuántas personas, cuántos años tienen los niños, fechas, cuántas noches, hotel de cuántas estrellas, qué país... Y la gente se ofende nuevamente y dice: “¿Para qué necesitas saberlo? Solo dime cuánto costará por persona”. Bueno, ¿cómo explicar que, si el sujeto va solo, habrá un precio, y si van dos personas, será otro? Y también depende de todo lo demás: las fechas, la cantidad de noches, etc.

• “Y si mi hijo de 12 años salta del muelle, ¿tocará el fondo con la cabeza?”.

• “Tailandia tiene una temporada de lluvias en verano. Pero si vamos el 11 de julio por 10 noches, ¿lloverá allí?”.

• -¿Cuántos grados hace en Egipto ahora?
  −22 a 25 °C, como máximo.
  -¿Y eso es caluroso?

• “Mira qué tiempo hará en Praga el 22 de octubre. ¿No lloverá?”.

• También me divierten mucho las preguntas: “¿Qué tienes para julio?”. Y eso es todo: sin fechas, sin país, sin número de personas, aunque sea.

• Llegaron unos turistas que querían cancelar su viaje a Turquía. No estaban satisfechos con el pronóstico del tiempo para las fechas de sus vacaciones: estaría lluvioso. Y decidieron hacer la cancelación 2 días antes del viaje. Amenazaron con demandarnos. Al final, los persuadimos de que fueran. Y la previsión meteorológica no se hizo realidad.

• “¡Hola! ¡Hemos llegado y no encontramos ni el restaurante ni el acceso al mar!”.

• “¡Hola! Por favor, llama a nuestro hotel y diles a los empleados que nos hemos quedado sin jabón, ¡que lo traigan!”.

• Otra turista advierte antes del viaje: “Te llamaré si mi hijo se enferma, así contactas al médico para que vaya al hotel”.

• Un hombre que había bebido bastante en el avión me llamó por la noche desde la escalera del desembarque: “Dime, ¿a dónde he llegado? ¿A qué país?”.

• Una vez, me llamaron unos turistas desde un centro de compras en Dubái:
  -¡Estamos perdidos!
  -¿Dónde están?
  — ¡Junto a la escalera mecánica!

• Recibo una llamada: “Antes de salir de la habitación, dejé 130 USD en la cama. Cuando regresé, no había nada. ¿Tal vez la chica del servicio de limpieza pensó que era una propina y se llevó el dinero? ¡Averigua qué pasó, por favor!”.

• Una turista que había reservado una habitación de 1 cama en Rímini, Italia (y son muy pequeñas allí) me llamó y me gritó: “¡El baño aquí es tan diminuto que no puedo colgar el papel higiénico!”. Respondí: “Está bien, estoy saliendo”. Ella: “¿Hacia dónde?”. “Hacia tu habitación, para colgar el papel higiénico”. Una fuerte carcajada resonó en el teléfono.

• Por alguna razón, al estar de vacaciones, a todos los turistas les gusta llamarnos por la noche. Recibí otra llamada nocturna: “¡Tengo mosquitos en mi habitación! ¡Haz algo!”.

Bono: instrucciones para perder una visa de 3 años

Dos mujeres querían descansar en Grecia. Una de ellas ya tenía una visa, mientras que la otra no. Después de 5 días, esta segunda dama hizo un berrinche, ya que estaba segura de que durante ese tiempo la visa estaría lista. Estuvo haciendo un escándalo durante una semana, exigiendo cancelar el viaje y devolverle su pasaporte y dinero.

Pero entonces llegó el día tan esperado: la visa para 3 años completos estaba lista. Sin embargo, al abrir su pasaporte, inmediatamente volvió a hacer un berrinche. Resultó que el día de la toma de las huellas dactilares y la foto no se había maquillado, por lo que no volaría a ningún lado con esa fotografía en su visa. El vuelo era en 2 días, pero la mujer exigió rehacer la visa, porque se veía mal en la foto.

Al final, ella misma arrancó la visa de su pasaporte, corrió al centro de visas e hizo un escándalo. El cónsul se acercó y ella comenzó a sacudir frente a su rostro el pasaporte y la visa arrancada. Él perdió los estribos y canceló su visa. La mujer comenzó a llamar a nuestros gerentes, gritando y amenazándolos. Escribió 2 quejas. Al día siguiente, fue al centro de visas de nuevo y trató de convencerlos de que le dieran una nueva. Teníamos poca fe en su éxito.

Luego, esta mujer comenzó a exigirnos dinero por la visa que ella había arrancado. Y alrededor de las 12 del mediodía, llamó y se disculpó diciendo: “Tomé un sedante, perdóname. ¿Qué debo hacer ahora?”. Al día siguiente, me escribió que había recibido una nueva visa, pero nunca la envió, diciendo que estaba ocupada armando las maletas. Más tarde descubrimos que no voló a ningún lado, y no había recibido una nueva visa en 1 día. Su amiga viajó a Grecia sola.

¿Te has encontrado en situaciones memorables durante tus vacaciones en el extranjero?