Animales que regresaron de la extinción
¡Psst! ¡Corre! En serio, ¡no estás a salvo ahí fuera! Hay un tigre de dientes de sable al acecho. Será mejor que tengas cuidado. ¿Qué estás haciendo? ¡No te asomes! De acuerdo... Solo un pequeño vistazo. ¿Cómo es posible?, te preguntarás. Porque estás en la realidad virtual, claro. Estos grandes felinos de aspecto genial pero muy peligroso seguían con vida durante la última glaciación. ¿Y si decidieran aparecer en tu puerta como si nada? Toc, toc. Un gato con dientes de sable quiere que compres sus galletas.
El celacanto, este pez de aspecto descomunal, procede de un linaje que apareció hace más de ¡300 millones de años! Creíamos que ya no existía, hasta que un espécimen vivo fue descubierto en 1938. Desde entonces, ha estado vagando por las aguas de la costa este de África y las aguas de Célebes, Indonesia. Vaya, no me gustaría ir a nadar y encontrarme cara a cara con uno de estos sujetos. Su mandíbula tiene una articulación intracraneal; en otras palabras, su boca se abre mucho para que puedan comer presas grandes. Como yo. Eso es un problema. ¡Además son enormes! ¡Imagina un pez tan largo como tú y que pesa tanto como un humano promedio!
Se creía que el calamón takahe, un ave no voladora, había desaparecido en 1898. Eran muy bonitos, pequeños y multicolores. Normalmente no eran más altos que tu rodilla. Pero imagina esto. Estás de excursión en las montañas Murchison, miras a tu alrededor ¡y ves a un pájaro que creías extinto! Pero ahí está, tan feliz como siempre, sobreviviendo y relajándose. Así es: una colonia entera de calamones takahe fue hallada 50 años después de que se declarara su extinción. Buen trabajo, pajaritos. Un perro que canta, ¿has oído hablar de ellos? Riley canta a veces cuando está aburrido o hambriento, pero estos son verdaderos artistas: los perros cantores de Nueva Guinea. Hemos vuelto a encontrarlos en la naturaleza por primera vez en 50 años. Para ser exactos empezar, nunca se extinguieron por completo: los habitantes de Nueva Guinea se aseguraron de que estuvieran a salvo a su lado. Pero ¿en la naturaleza? ¡Muy raros y difíciles de ver! ¡Mira, ahí va uno!
Los perros cantores de Nueva Guinea se llaman así por su famoso canto agudo. A veces también cantan en manada, una especie de coro canino donde todos aúllan juntos. Apuesto a que cantan mejor que yo en la ducha. No muy lejos de esta zona encontraremos murciélagos, pero estos son un poco diferentes. Verás, sus orejas son enormes. Supongo que por eso se los conoce como murciélagos de orejas grandes de Nueva Guinea. Ingenioso. La especie volvió a ser descubierta cuando un ejemplar fue atrapado por accidente en una trampa para murciélagos. Supongo que hasta entonces jugaban a las escondidas con nosotros, ya que se creía que habían desaparecido en 1890. Aún no están fuera de la zona de peligro debido a la pérdida de su hábitat.
Imagina que encuentras un fósil de una especie que creías extinta desde hace mucho tiempo y que, 2 años después, descubres todo un grupo con vida. Pues bien, eso es exactamente lo que ocurrió en 1977 con el sapillo balear. Tiene una especie de color pardo con un marrón más oscuro que forma manchas en su piel. Más allá de eso, es solo un pequeño sapo con ojos saltones. El grupo de sapos vivos fue hallado cerca del fósil, en la isla de Mallorca. No quedan muchos, apenas unos 500, así que han sido declarados vulnerables por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
¿Eres fanático de las tortugas? Lo serás cuando eches un vistazo a esta enorme belleza. Se llama tortuga gigante de Fernandina. No se la había visto desde 1906. Sin embargo, el 17 de febrero de 2019, hallamos otro ejemplar de estas hermosas criaturas. Probablemente esté paseando por ahí con algunos de sus compañeros en este momento, pero ellos tampoco se dejan ver. Solo sabemos que existen porque hay algunas huellas y rastros de olores. Regresando a las ranas, encontramos a la rana marsupial cornuda. Se encuentra en Ecuador, en los bosques del Chocó, para ser más específicos. Se llama así por sus distintivos cuernos, ubicados directamente encima de los ojos. ¿Conoces la bolsa que usan los canguros para llevar a sus crías? Bueno, la hembra de la rana marsupial cornuda también tiene una, solo que se encuentra en la espalda, por lo que funciona como una especie de mochila.
Es allí donde crecen sus embriones. Cuando están listos para salir, eclosionan en forma de crías desarrolladas, a diferencia de las ranas normales, que empiezan como renacuajos. Es el turno del sapo de la noche estrellada o sapo arlequín. Es negro y su cuerpo está cubierto con manchas blancas. Estuvo perdido durante 30 años y fue descubierto en 2019. Imagínalo como un gran guardaespaldas, un guardián del agua, para ser exactos. ¡Oh! ¡Pero qué sapo tan grande! Pues bien, para el pueblo arhuaco, eso es exactamente lo que es: un guardián del agua. También tienen su propio nombre para él: gouna. Suena a nombre de queso. Cuando los científicos volvieron a encontrarlo, se toparon con 30 ejemplares de estas criaturitas. Inicialmente solo esperaban hallar una. Qué agradable sorpresa.
Aquí tienes un lobo, aunque no parece el típico lobo. Se llama lobo de Tasmania, y se creía que había desaparecido en 1936. Pero más tarde, de la nada, las personas volvieron a verlo en la naturaleza hace apenas 5 años, en 2016. Se parece más a un perro atigrado que a un lobo, o quizás a un zorro; basta con mirar bien su hocico. ¿O acaso parece una mezcla de todos ellos? Más tarde comenzaron a aparecer otros ejemplares. Si crees que tienes a uno frente a ti, pero no estás seguro, busca rayas en su lomo. Siguen ahí fuera, pero técnicamente están catalogados como extintos por la UICN.
Bien, imagina un caballo que parece sacado de una escena de película. Pequeño, pelaje precioso, de buen comportamiento... Es pequeño, pero no es un poni: ¡es un caballo caspio! Tiene una historia interesante. Fue descubierto por Louise Laylin, quien se casó con un aristócrata en 1957. Cuando se mudó a Teherán, en Irán, no le gustó el comportamiento de los caballos de la zona, así que tomó cartas en el asunto. Formó un grupo con otras personas y fue a la montaña del mar Caspio, donde encontró tres de estos hermosos caballitos; eso cuenta la historia. Próximo animal: una zarigüeya que fue encontrada en un lugar inesperado. Adivina dónde. Tienes 3 opciones: escondida en una estación de esquí, en el interior de Australia o en el baño de un departamento. ¿Qué opción eliges? Tienes 3 segundos. La respuesta correcta es: ¡la estación de esquí!
Sí, esta zarigüeya se conoce como zarigüeya pigmea de montaña y es originaria de Australia. Actualmente, existen 3 poblaciones vivas de esta pequeña zarigüeya. Se creía que se había extinguido en 1966. Hay menos de 100 ejemplares, por lo que la UICN la ha declarado en peligro crítico. Conoce al perico nocturno, también de Australia: todo un deleite para los observadores de aves. Bellos y misteriosos, estos pequeños viven en zonas muy remotas. Probablemente podrías contar con los dedos de la mano las veces que estos pájaros han sido avistados desde que volvimos a encontrarlos en 1979. Así de raros son. ¿Alguna vez has visto un tarsero pigmeo? Yo tampoco. Hubo que esperar hasta 2008 para que 3 de ellos fueran capturados. Los científicos no quieren volver a perder el rastro de sus movimientos, así que les regalaron unos pequeños collares. De esta manera, podrán vivir tan felices como siempre, ¡y nosotros sabremos si están a salvo!
El último animal del que quiero hablarte es la langosta arbórea, pero, a pesar de lo que su nombre podría sugerir... no es una langosta. Se trata de un insecto grande y negro con enormes patas. La historia de su extinción es triste. En 1920, un barco de carga quedó atrapado en la isla de Lord Howe, ¡y tenía ratas a bordo! Estas ratas huyeron y corrieron a tierra firme. Aunque las langostas arbóreas son más grandes que la mayoría de los insectos, siguen siendo relativamente pequeñas en comparación con las ratas. Las pobres no tuvieron oportunidad. Sin embargo, en 2004, la vida volvió a brillar para estos insectos inconfundibles. Un par de científicos australianos estaban de paseo por la isla, cuando encontraron 24 ejemplares bajo un único arbusto. Oye, si hay espacio para todos, no es pequeño, es acogedor. Conclusión: es mejor ser distinguido que estar extinguido, ¿no crees?