Chris Evert y el vestido de encaje que cambió el tenis para siempre: el debut que redefinió la moda deportiva

Mujer
hace 3 horas

En 1971, un vestido de encaje cambió para siempre la historia del tenis femenino. Chris Evert, con apenas 16 años, debutaba en el US Open y, más allá de su destreza en la cancha, dejó una huella imborrable con su estilo revolucionario: un minivestido blanco que combinaba la elegancia con la audacia de romper las normas de la moda deportiva. Hoy, más de 50 años después, gigantes como Adidas, Nike y otras marcas líderes han abrazado esa fusión de estilo y rendimiento, creando colecciones de tenis que no solo buscan la comodidad, sino también redefinir lo que significa vestir para competir.

El debut inolvidable de Chris Evert: el primer paso para convertirse en leyenda

Chris Evert tenía solo 16 años cuando debutó en el US Open de 1971, un momento que marcaría el inicio de una carrera legendaria. A pesar de ser una joven promesa, Evert sorprendió a todos al vencer a tenistas de élite como Mary-Ann Eisel y Françoise Dürr, demostrando un talento fuera de lo común y llegando hasta semifinales. Su superficie más fuerte era la tierra batida, pero en su debut, encadenó victorias en césped, alcanzando las semifinales del torneo, donde fue derrotada por la experimentada Billie Jean King. Este desempeño la catapultó al estrellato y dejó claro que estaba destinada a marcar una época en el tenis mundial.

El vestido de encaje: moda y tenis se encuentran por primera vez

Rémi Bourrieres: La reina Chrissie en acción durante su primer Grand Slam, el US Open de 1971, donde llegará a las semifinales, a los 16 años. Una de las fotos más hermosas de Evert, en mi opinión.

Chris Evert: Lo sé, ¿verdad? Ese era mi vestido de encaje favorito... La ropa de tenis de entonces... era preciosa

No solo fue su juego lo que cautivó al público, sino también su estilo único. En 1971, Evert apareció en la cancha con un minivestido blanco de encaje, diseñado por Mondessa Swift, la diseñadora de las estrellas de tenis en los 70. Este diseño rompió las convenciones de la ropa deportiva de la época, que era más sobria y funcional, con un vestido sin mangas y una falda evasé que exudaba feminidad y audacia. La combinación del vestido con una coleta baja y un lazo blanco, acompañada de zapatillas a juego, ofreció una imagen completamente nueva para las tenistas. Este look no solo fue innovador, sino que reflejaba la personalidad de Evert: delicada pero decidida. En sus propias palabras, el vestido era “su favorito”.

Cenicienta en zapatillas: el impacto cultural de Chris Evert

En aquella época, la cultura social desaprobaba a las mujeres deportistas. Eran fuertes. Eso era todo lo que la cultura dictaba que una mujer no era. Llegué yo, una adolescente que intentaba ser femenina. No era una Billie Jean King o una Martina Navratilova con grandes mensajes, pero después de mi llegada, todo estaba bien. “Oh, qué bonitos vestidos de tenis y qué bonitas cintas. Lleva esmalte de uñas”.

Evert no solo ganó en las canchas, sino también fuera de ellas, convirtiéndose en un ícono de estilo. Su apodo de “Cenicienta en zapatillas” reflejaba cómo, con su elegancia natural, logró conquistar el mundo del tenis y la moda. Fue imagen de marcas prestigiosas como Rolex y se convirtió en un referente en la moda deportiva, siendo incluso pionera en popularizar las pulseras de tenis, un accesorio que hoy es sinónimo de este deporte. Su imagen cuidada y su estilo único fueron más allá de la cancha de tenis, haciendo que su presencia fuera siempre esperada por los medios y los fans. Evert no solo cambió la forma en que las tenistas se veían, sino que, al hacerlo, dejó una huella cultural que trascendió las fronteras del deporte.

Moda, tenis y empoderamiento: el legado de Chris Evert

Chris Evert no solo transformó la moda en el tenis, sino que también jugó un papel fundamental en la lucha por la igualdad de género en el deporte. Junto a otras grandes figuras como Billie Jean King, Evert fue pionera en abrir el camino para que las mujeres fueran vistas como deportistas serias y competitivas, no solo como figuras decorativas. Fue de las primeras figuras destacadas de la Women’s Tennis Association (Asociación de Tenis Femenino en español).

Su influencia no se limitó a la moda: gracias a su presencia en los medios y su éxito en la cancha, ayudó a que el tenis femenino ganara el reconocimiento que merecía. A lo largo de los años, el encaje, símbolo de feminidad y fragilidad, pasó a convertirse en un emblema de fortaleza, elegancia y empoderamiento. Las jugadoras como Serena Williams, Maria SharapovaCoco Gauff continuaron llevando esa tradición, combinando rendimiento con estilo y dejando claro que la moda sigue siendo un componente crucial del tenis moderno.

El legado de Chris Evert sigue vivo, no solo en sus títulos, sino en la moda que revolucionó el tenis femenino. Hoy, las marcas más grandes siguen esa tradición, fusionando rendimiento y estilo. ¿Crees que los deportistas deberían preocuparse por su estilo en el campo de juego, o debería ser solo su rendimiento lo que importe?

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