Científicos desarrollaron un método innovador para fabricar hielo y volver a congelar el Polo Norte

Durante décadas, el hielo del Polo Norte ha estado disminuyendo de forma notable. Cada año, grandes extensiones de superficie helada se reducen, alterando los ecosistemas polares, afectando las corrientes oceánicas y transformando el paisaje más extremo del planeta.

Frente a esta situación, un grupo de científicos y empresas pioneras ha decidido tomar acción, diseñando soluciones tecnológicas para lo que muchos consideran uno de los mayores retos del siglo XXI: devolver el hielo al Ártico.

La propuesta

La idea es fabricar hielo con ingeniería. Una de las ideas más llamativas proviene de la empresa Real Ice, que ha comenzado a probar una innovadora técnica denominada AquaFreezing. El procedimiento es tan ingenioso como audaz y ya se está implementando en zonas piloto del Ártico.

¿Cómo funciona AquaFreezing?

1. Se perfora el hielo marino existente para extraer agua desde las profundidades del océano.
2. Esa agua es bombeada a la superficie donde, al estar en contacto con el aire extremadamente frío, se congela de inmediato.
3. La técnica permite rellenar las burbujas de aire atrapadas en la nieve, convirtiéndolas en hielo sólido, lo que fortalece y engrosa la capa superficial.
4. Este proceso mejora la conductividad térmica del hielo, ayudando a que el frío penetre más profundamente y se genere más hielo en la base.
5. Según sus desarrolladores, este sistema no solo acelera la formación de hielo, sino que ayuda a prolongar su duración estacional.

Otras estrategias en desarrollo

La tecnología detrás de AquaFreezing no es la única que se está evaluando. Desde distintos laboratorios, universidades y organizaciones sin fines de lucro, han surgido alternativas igual de innovadoras:

• Aerosoles en la atmósfera: una propuesta consiste en liberar micropartículas desde aviones a grandes alturas. Estas partículas reflejarían parte de la luz solar, generando un leve enfriamiento en las capas superiores del aire, lo que favorecería la conservación de las masas heladas en los polos.
• Capa protectora de sílice: por otro lado, el Arctic Ice Project, con sede en California, propone esparcir una fina capa de vidrio molido sobre el hielo ya existente. Estas partículas de sílice actuarían como un escudo reflectante, disminuyendo la absorción de calor y ayudando a que el hielo se mantenga por más tiempo.

Consideraciones importantes

Aunque estas técnicas representan avances significativos en la ciencia aplicada al entorno polar, también han generado debate dentro de la comunidad científica. Las principales inquietudes están relacionadas con:

• Impactos en los ecosistemas locales, especialmente sobre especies sensibles a los cambios en el hielo.
• Efectos a largo plazo de modificar procesos naturales con intervención tecnológica.

Por estas razones, los investigadores insisten en que cada paso debe ser evaluado cuidadosamente, basándose en datos, simulaciones y estudios piloto.

Un nuevo capítulo para el Polo Norte

Más allá de cualquier debate, lo cierto es que la tecnología ya está siendo puesta a prueba en uno de los lugares más extremos del planeta. Lo que hace apenas unos años parecía imposible —como volver a fabricar hielo en mar abierto—, ahora forma parte de un conjunto de soluciones que podrían redefinir la relación entre ciencia y naturaleza.

Estamos ante una nueva frontera del conocimiento: la posibilidad de restaurar uno de los ecosistemas más frágiles mediante ciencia, ingeniería y visión de futuro.

¿Te imaginas un futuro donde podamos crear ecosistemas a nuestro antojo? ¿Cuál te gustaría diseñar en tu zona?