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Cometer un error en el trabajo, especialmente en los primeros días o en un entorno nuevo, puede sentirse como un golpe directo a la confianza. Ya sea por una equivocación técnica, un malentendido o una decisión apresurada, el miedo a haber arruinado una oportunidad o a no estar a la altura puede generar ansiedad, vergüenza e inseguridad. En esos momentos, lo más difícil no es solo enfrentar las consecuencias externas, sino también lidiar con la voz interna que cuestiona nuestra valía profesional.
En este caso, vemos a un trabajador que se siente muy mal por haber cometido un error. Es normal que eso pase, sobre todo cuando uno está empezando. Pero también es importante entender que equivocarse es parte del aprendizaje, incluso en los trabajos más difíciles. Lo que realmente importa es cómo se maneja esa situación, y cómo logra uno recuperar el equilibrio emocional después de un tropiezo, recordando que incluso los errores pueden convertirse en una oportunidad de crecimiento profesional.
Cometí un error costoso en mi nuevo trabajo y mi confianza está por los suelos. ¿Cómo sigo adelante?
Empecé a trabajar en una empresa de plomería hace unos cuatro días laborales. Todo iba bien hasta esta mañana, cuando estaba perforando agujeros para ventilación y, accidentalmente, hice dos agujeros en una cercha de una casa. Me amenazaron con despedirme y la persona encargada puso en duda mi inteligencia diciendo que “es sentido común” revisar antes de perforar. Entiendo que estén molestos porque fue un error costoso, pero básicamente llamarme estúpido solo me hizo sentir peor con la situación. Y en mi defensa, yo solo estaba perforando los agujeros que mi superior había marcado para mí, así que no fue completamente culpa mía.
Ahora bien, antes de esto no tenía experiencia en el oficio, apenas había terminado un programa de pre-empleo para el rubro. Así que todo es relativamente nuevo para mí. Ya me siento frustrado, como un niño pequeño entre veteranos con años en el oficio, y obviamente esto no va a ayudar a mi reputación en el taller. Me siento como un completo idiota y no sé ni cómo voy a poder dar la cara mañana. Si es que todavía tengo trabajo, claro. Podrían simplemente llamarme y despedirme en el acto. Mi superior, un señor mayor muy amable, dijo que hablaría con ellos y asumiría parte de la culpa. Aunque lo agradezco, no sé si eso vaya a cambiar algo.
¿Qué hago? ¿Y cómo se supera un error tan monumental tan al inicio de un nuevo trabajo? ¿Vale la pena siquiera quedarse?
Cometer un error en el trabajo requiere una reacción serena y responsable. Es importante mantener la calma, analizar la situación y buscar soluciones antes de actuar. Ser honesto y asumir la responsabilidad demuestra profesionalismo y genera confianza. Si el error es grave, hablar en privado con el jefe permite aclarar lo ocurrido y mostrar disposición para corregirlo. Más que las palabras, las acciones correctivas reflejan el compromiso con el aprendizaje y la mejora.