Cómo aparecieron las reglas de etiqueta que seguimos sin pensar
Existen reglas de etiqueta y simples rituales diarios que se convirtieron en parte de nuestra realidad cotidiana, como, por ejemplo, cepillarse los dientes por la mañana y por la noche. Nos acostumbramos a dar la mano o chocar las copas en un brindis. Y no pensamos por qué actuamos de esa u otra manera.
Hoy Genial.guru te contará sobre la historia de las reglas comunes del comportamiento en la sociedad, que todos nosotros tratamos de seguir. Posiblemente algunas cosas te sorprenderán.
1. Al encontrarse con otra persona se tienen que apretar las manos
Este ritual del “apretón de manos” tiene más tiempo de lo que se podía imaginar. En el Nuevo museo de Acrópolis en Atenas hay una estatua del “Saludo entre Atenea y Gera” y tiene fecha de siglo V a.C.
Y aunque no se puede establecer el tiempo exacto de cuándo apareció este ritual, los historiadores están de acuerdo en que este gesto tiene por objeto mostrar las amables intenciones de las personas. En primer lugar, para intercambiar los saludos, se tiene que ir hacia la persona bastante cerca. En segundo lugar, al mismo tiempo se suele utilizar la mano derecha y gracias a esto el interlocutor puede confirmar que no tiene una arma.
2. Dentro de los edificios hay que quitarse los gorros
Anteriormente los hombres usaban gorros con frecuencia y esta regla estaba más vigente que ahora. Pero aún así la tradición de quitarse la gorra dentro del edificio se conserva y la explican de una manera bastante cursi: así la polución, las gotas de la lluvia o los copos de nieve no se esparcirían por toda la habitación.
Hay una explicación ligada con la historia. En los viejos tiempos este gesto mostraba que en las manos de un caballero no había armas. Por supuesto, porque sostenía la gorra.
3. Durante la comida no hay poner los codos en la mesa
En tiempos antiguos las mesas eran tablas ubicadas encima de un tocón o un tronco. Es poco probable que se pudiera considerar una contrucción fija y si alguien trataba de colocar los codos encima de tal mesa, lo más probable es que la comida se cayera al suelo.
También existe otra explicación. En las fiestas de la Edad media a menudo había tanta gente que no había posibilidad de sentarse comódamente. Si alguno de los huéspuedes trataba de poner los codos en la mesa, ocupaba más lugar y esto provocaba el descontento de sus vecinos.
4. Al hacer un brindis se tienen que chocar las copas
Hoy lo hacemos sin pensar pero en el origen de dicha tradición hay dos explicaciones. De acuerdo con la primera teoría, cuando las personas brindaban con copas, ellos trataban de hacerlo de tal manera que el brindis fuera lo más fuerte posible. En este caso por lo menos una gota de la copa caería en la otra o al revés. Este ritual era solamente una práctica para mostrar a tu interlocutor que no había veneno en ninguna de las copas.
Otra teoría está relacionada con creencias místicas. En la edad media las personas pensaban que dentro del alcohol vivían malos espíritus y se los podía asustar si chocabas las copas. El sonido de metal y el vidrio poseía una fuerza mística como el de las campanas.
5. Hay que retirar la silla de las mujeres
En los tiempos antiguos esto realmente era muy importante. Las damas se ponían vestidos gruesos y era muy díficil sentarse a la mesa. Por eso les ayudaban los caballeros.
Hoy, cuando los atuendos son más sencillos y muchas mujeres se ponen pantalones, esta costumbre desde el punto de vista de la práctica parece anticuada. Pero de todos modos los hombres hasta hoy en día realizan esta acción para sus novias y esto las complace mucho.
6. Al bostezar hay que taparse la boca con la mano
A cualquier persona educada le puede parece muy natural, pero es poco probable que pensemos en por qué lo hacemos. Resulta que la razón de estas creencias está en nuestros ancestros más antiguos. Ellos creían que al tener una boca abierta el alma podía dejar al cuerpo del ser humano y esto, por supuesto, nadie lo quería.
Posteriormente, durante las epidemias de la peste, las personas pensaban que se podía contagiar si bostezabas sin taparte la boca. Y más tarde, el bostezo se empezó a considerar como una manifestación de aburrimiento, y era de mala educación mostrarlo al interlocutor.
7. A una persona que estornudó se le tiene que decir “Salud”
En los países de habla inglesa los deseos de una buena salud suenan de esta manera “God bless you” (“Que dios lo bendiga”). Se considera que el origen de esta expresión se tiene que buscar desde hace mucho tiempo.
En 590 d. C. en Europa se desató la epidemia de la peste. El Papa Gregorio Magno mandó bendecir a cualquier persona que estornudara, ya que era una de las primeras señales de la terrible enfermedad. Posteriormente la expresión se transformó en deseo de buena salud.
8. No se tiene que señalar con el dedo
Desde la infancia sabemos que es de mala educación hacerlo. Pero resulta que esta regla tiene una explicación mística relacionada con ella.
Nuestros ancestros lejanos pensaban que indicar algo con el dedo podía atraer el mal de ojo, incluso solo por casualidad, ya que tal gesto de la persona atrae atención a los demás y quién sabe qué personas se encuentren alrededor.
9. No hay que escupir a la tierra
Señalamos de antemano que para algunos representantes de algunas culturas no hay nada malo en esto. Por ejemplo, en China se considera que no hay que soportar la incomodidad, si en la boca se ha recopilado demasiada baba o apareció un sabor desagradable. Es mejor evitar todo lo que te impide sentirte bien.
Para los europeos y estadounidenses escupir a la tierra es algo que no se puede hacer. Nuestros ancestros, que se enfrentaron a las epidemias de la peste, creían que era uno de los métodos de transmitir la enfermedad de una persona a otra.
10. En los restaurantes o cafeterías hay que dejar propina
A menudo, en relación con esta tradición, lo que nos preocupa es que la cantidad de dinero no sea suficiente, y no por qué lo hacemos. Resulta que no solo es por no parecer tacaño.
La costumbre de dejar propina apareció en la Edad Media en Europa. Se solía dar al personal que te atendía en las tabernas y la casa de huéspedes un poco más de dinero para obtener la comida más rápido y no preocuparse por su calidad. Esta tradición se guardó solamente bajo un formato un poco modificado, ahora dejamos propina no antes de comer, sino después de hacerlo.
¿Qué opinas? ¿Qué historia sobre los rituales de comportamiento te ha sorprendido más?