Me encantan las princesas...
Cómo han evolucionado las princesas de Disney con el paso de los años y qué les espera en el futuro
Al ver las películas de Disney sobre princesas, posiblemente no nos demos cuenta de que no son solo personajes de dibujos animados. Simultáneamente, reflejan las características de una época determinada y forman los estándares del comportamiento de las mujeres y las normas sociales de ese período. Si miras de cerca a las princesas, puedes comprender los objetivos de las chicas de una década en particular y su lugar en la sociedad. Durante los más de 80 años de historia de las princesas de Disney, ha habido una evolución real de la imagen femenina que está directamente relacionada con lo que sucede en la sociedad.
Genial.guru ha visto todas las películas de las princesas de Disney y comprendió por qué han cambiado tan drásticamente.
Blancanieves, Cenicienta y Aurora
Blancanieves y los siete enanos, 1937
Se estrenó en 1937 y el mundo vio el primer largometraje animado producido por Disney. Blancanieves es una persona hacendosa. Vale la pena notar que ella pone un perfecto orden en la casa de personas desconocidas. Es una persona inocente y confiada, incluso los animales del bosque se conmueven por ella. La primera princesa de Disney no hace nada para luchar por sí misma: huye hacia el bosque escapando de la reina sin explicación alguna y es rescatada de su muerte por un príncipe al que solo había visto una vez.
Cenicienta es oprimida y explotada, pero no lucha por cambiar su situación. Únicamente escapa de casa para asistir a un baile, temiendo que su madrastra y hermanastras se enteren. Su salvación, al igual que en la historia de Blancanieves, resulta ser el primer príncipe que conoce.
La tercera princesa, Aurora, fue salvada de su muerte por el beso de un hombre desconocido, quien, desde luego, resultó ser un príncipe. Al mismo tiempo, es importante recordar que el futuro de Aurora siempre fue decidido por los demás: sus padres, su hada, Maléfica, el príncipe, pero no por ella misma.
Aurora, Cenicienta y Blancanieves son perfectas en ingenuidad, bondad y falta de agresividad. Pero para algunos espectadores, estos clásicos patrones son demasiado cursis e irracionales: casarse con el primer hombre que conocen, dormir con ratones en el desván, no huir de sus agresores o establecerse en una casa de desconocidos.
Las primeras princesas de Disney son amas de casa perfectas —dóciles, calladas, sin iniciativa— y tienen un solo objetivo en la vida: contraer matrimonio con éxito. Las tres historias se basan en el mismo guion sobre una chica con una increíble belleza que sufre por sus circunstancias y espera ser rescatada. De hecho, el problema de la heroína se resuelve solo por su apariencia y encanto, no por sus acciones. Pero la época de las hermosas amas de casa en apuros ha terminado.
Ariel y Bella
La compañía Disney ha cambiado con el paso del tiempo. Su fundador, Walt Disney, murió en 1966. Las costumbres en la sociedad sufrían cambios. La imagen de la heroína perfecta también evolucionó y en la pantalla apareció Ariel. La sirenita es rebelde, obstinada, segura de sí misma, busca aventuras y actúa en contra de las órdenes de su padre, quien, al mismo tiempo, es el rey y señor del mundo submarino. Pero, al igual que sus predecesoras, se enamora locamente del primer hombre que se encuentra, quien, predeciblemente, resulta ser un príncipe. Pero esta vez, la heroína salva a su enamorado y corre riesgos para lograr sus objetivos.
Dos años después del estreno de La sirenita, el mundo conoció a Bella. Ella es una hermosa chica obsesionada con la lectura que rechaza casarse con el galán del que todas las mujeres están enamoradas. Para ella, ser una ama de casa no es un objetivo en la vida. Valientemente, se dirige en búsqueda de su padre cuando cae prisionero en el castillo de la Bestia. Para liberar a su padre, sacrifica su propia libertad y toma su lugar en el calabozo. Más adelante, a pesar de todo lo que sucede, ella misma defiende a la Bestia de una multitud enfurecida. Por cierto, la Bestia, como de costumbre, es un príncipe, aunque bajo los efectos de un hechizo. Pero, por primera vez, la heroína no se enamora de la apariencia, sino de la personalidad que se esconde detrás de la Bestia.
En los años 1960-80, las mujeres luchaban por una igualdad social, cambiando el concepto de la mujer. Así, en las princesas surgieron aspiraciones y el derecho a elegir. Las heroínas son astutas y activas; tienen deseos y aspiraciones adicionales además del matrimonio, aunque el “vivieron felices para siempre” aún juega un papel importante para las princesas. Pero ya se comienzan a ver la independencia y asertividad.
Jasmín, Pocahontas y Mulán
En el fondo de la lucha por la expansión de los derechos de las mujeres, ahora se hace hincapié en la raza e identidad cultural. Hasta Jasmín, todas las princesas habían sido de la misma raza. Ella marcó el comienzo de la aparición en pantalla de princesas de diferentes orígenes. Esta fue la primera princesa que no le entregó su corazón a un príncipe.
Pocahontas es la hija del jefe indígena Powhata. Ella es obstinada y valiente, como el resto de las princesas de esa época. De hecho, su nombre se puede traducir como “traviesa”.
Mulán es una chica de origen chino que se viste como hombre y muestra que una chica guerrera puede ser igual de buena que un hombre.
Tiana, Rapunzel y Mérida
Al principio de la película, Tiana trabaja como mesera en dos lugares para ahorrar dinero y cumplir su sueño: abrir su propio restaurante (únicamente se convierte en princesa al final de la película, cuando se casa con el príncipe). Ella es extremadamente comprometida y trabajadora. Al final, los espectadores ven un interesante giro en la trama: todos los acontecimientos de la película llevan a la heroína a darse cuenta de que la familia y el amor son igual de importantes que cualquier otro objetivo.
A diferencia de las primeras princesas, Rapunzel no se enamora al primer encuentro, sino que golpea al chico con una sartén y escapa de casa para cumplir su sueño: ver las linternas flotantes. Al igual que en La princesa y el sapo, la heroína principal, en primer lugar, sigue su sueño; para ella, el amor no es lo más importante en la vida.
No destacaremos la determinación de la valiente pelirroja, sino su relación con los hombres. Ella está dispuesta a todo con tal de no casarse. Incluso participa en el torneo de los pretendientes para pedir su mano y les gana a todos, acertando las flechas en el objetivo. Aquí, el leitmotiv del guion no recae en una historia de amor y comprensión mutua entre hombres y mujeres, sino en la de madre e hija. Ahora, la princesa sigue su sueño; y su relación con los hombres queda en segundo plano.
En las primeras princesas del siglo XXI se observa la misma tendencia que se había sentado a finales del siglo pasado: rebeldía, deseo, elección de su futuro.
Moana, Elsa y Anna: las “no princesas”
Estas heroínas de Disney están lejos de ser princesas. Hay una lista reducida de personajes animados a los que se les puede conceder ese título. Actualmente, existen 11 princesas (sobre quienes hemos hablado más arriba) y la lista cambia, excluyendo y añadiendo nuevos personajes.
En la actualidad, Moana y las hermanas Anna y Elsa no son oficialmente princesas de Disney. No hay razones concluyentes para esto, pero existen varias suposiciones; entre ellas, que los espectadores comenzaron a referirse de manera crítica al concepto de princesa y las nuevas heroínas no se pueden incluir precisamente por eso. Pero esta es solo una versión; posiblemente se añadan más tarde, pero vale la pena hablar de ellas ahora.
Frozen: una aventura congelada, 2013; Frozen 2, 2019
Una verdadera historia de amor ocurre entre Anna y Elsa. El verdadero amor que existía entre las hermanas es el que salva a Anna, y no los sentimientos del pastor de renos Kristoff o el príncipe mentiroso.
Las heroínas de Disney ya no son extremadamente perfectas y buenas. Elsa, en general, se vuelve peligrosa para sí misma y las personas de su alrededor, en particular para su hermana. Pero, ella, como todas las personas, lucha contra sus miedos. El bien no siempre gana, solo si las heroínas sinceramente intentan no darle rienda suelta a los rincones oscuros de su alma.
La historia de Elsa es un ejemplo actual para las mujeres modernas por el hecho de que la reina de Arendelle busca la respuesta a la pregunta que muchas de nosotras nos hacemos: “¿Quién soy?”.
La hija del líder debe salvar a su pueblo: ese es su objetivo. Es interesante que ella resulta estar sola en mar abierto en un barco con Maui, un hombre musculoso tatuado que es mitad dios, pero no estalla el fuego de la pasión y el amor entre ellos. En general, en el guion no existe una trama amorosa; por primera vez, la vida de la chica es el centro de la historia en una película de Disney.
También vale la pena destacar que la figura de Moana no es la clásica silueta esbelta de las princesas de Disney. Es un cambio en el concepto de belleza. Moana crea la impresión de una chica joven, vivaz y llena de fuerza. No es perfecta, lucha contra sus miedos y la incertidumbre, pero al mismo tiempo, da un paso hacia el océano valientemente.
¿Quién es la siguiente?
El próximo año, la lista de las brillantes heroínas de Disney se complementará con una guerrera solitaria oriental de nombre Raya que salvará el reino y buscará dragones.
Kelly Marie Tran, la actriz que interpretará la voz de Raya, destacó que la guerrera oriental es técnicamente una princesa, pero la actriz se pregunta: “Hoy en día, ¿qué significa ser una princesa?”.
“Las princesas de Disney inspiraron a una generación de niños a soñar en grande y creer en sí mismos”, dijo Marianthi O’Dwyer, jefe de franquicias en The Walt Disney Company. Tal vez esta es la respuesta a la pregunta de Kelly Marie Tran. Pero, qué significa “en grande” y en cuál de sus facetas creer, solo el tiempo lo dirá.
¿Cuál es tu princesa de Disney favorita? ¿Cómo te imaginas a la princesa del futuro?