Cómo aprovechar las sobras de las comidas y así reducir desperdicios

Cada año se desperdicia una gran cantidad de alimentos, siendo los hogares los que más se la pasan tirando sobras a la basura. Esto supone una gran pérdida, ya que contribuye a un mayor gasto y, en ocasiones, perjudica el ambiente. Sin embargo, muchos de estos restos todavía pueden ser aprovechados para otros propósitos, ya sea para preparar comidas, crear productos de limpieza naturales o encontrarles otros usos más allá de la cocina.

En Genial.guru probamos diferentes trucos para usar esas partes de alimentos que suelen ser desechadas, pero que, en realidad, se pueden utilizar de diferentes maneras.

1. Fritar las pieles de camote y papa para comerlas

Tanto las cáscaras de los camotes como las de las papas se pueden comer. En el caso de los camotes, hay que cocinarlos sin pelar y luego retirar la cáscara con un cuchillo o las manos. Las papas pueden pelarse antes o después de la cocción. Se les pueden añadir condimentos como pimentón, salsa de soja u orégano para darles más sabor.

Tanto las pieles de los camotes como las papas son seguras para comer; de hecho, se recomienda su consumo, ya que poseen muchos nutrientes y fibras. Pero hay que prestar atención: si tienen brotes y partes verdes, es mejor evitarlas, porque pueden ser perjudiciales para la salud.

2. Preparar bacon vegano con cáscara de banana

Para reducir los residuos, una buena opción es comer la cáscara de plátano. Solo basta con remojarla en salsa de soja, sal y condimentos a elección. Luego, procede a fritarla por ambos lados y, por último, déjala enfriar para comerla después. También se la puede añadir a un sándwich o como acompañamiento de cualquier platillo.

Un estudio asegura que la cáscara de plátano posee componentes importantes, como el almidón, que se pueden aprovechar para el consumo, y también que su cantidad de nutrientes es incluso más elevada que la parte comestible, por lo que se la puede escoger como una fuente alternativa de alimento y reducir así los desperdicios.

3. Hacer caramelos con cáscaras de naranja

Al igual que con las cáscaras de banana, las de naranja también se pueden consumir, solo que, en este caso, resultan perfectas para hacer caramelos. Basta con cortarlas en tiritas o trocitos pequeños, hervirlas con agua abundante y luego sumergirlas en agua y azúcar. Después, déjalas reposar en papel absorbente y cúbrelas con mermelada o azúcar.

Un estudio afirma que la cáscara de naranja posee efectos antiinflamatorios y otros componentes que son buenos para la salud. Además, es rica en antioxidantes, y se la considera una gran aliada contra la acidez, por lo que se recomienda usarla tanto para postres como para infusiones.

4. Usar cáscaras de verduras para crear bases de guisos

Ya sean cáscaras de cebollas o de papas, tomates o zanahorias, se pueden reutilizar para crear bases de guisos. Solo hay que acumularlas en algún tupper o bolsa y guardarlas en el congelador. Una vez que se tenga cierta cantidad, deben sumergirse en agua hirviendo y drenarse en un colador. Así se obtiene un líquido que contiene los nutrientes de las cáscaras.

También es posible incluir cáscaras de frutas para darles una mayor consistencia a la base de guisos. Y algunas frutas, como el tomate, incluso se pueden cocinar sin pelarlas, porque su piel es comestible. Solo hay que recordar lavar bien las pieles antes de usarlas para eliminar cualquier residuo que puedan tener.

5. Usar una naranja como filtro para el té

Para los amantes del té, las cáscaras de naranja pueden ser una buena opción para brindar un rico sabor a la bebida. Pero también se pueden usar como filtros de infusiones de la siguiente manera: toma la mitad de la fruta, retira su contenido, haz agujeros sobre su base y añade la hierba con agua caliente.

Las infusiones de naranja ayudan a mejorar la digestión y pueden ser perfectas para bajar de peso. Otros beneficios que poseen las cáscaras son la prevención de enfermedades respiratorias y el cuidado de la piel.

6. Usar la cáscara de huevo como abono de plantas

Las cáscaras de huevo también pueden ser reutilizadas y, en este caso, son perfectas como abono. Solo hay que dejarlas secar, molerlas con un mortero o triturarlas en una licuadora y esparcir una cucharadita alrededor de la planta. También se las puede despedazar, pero resultan más efectivas si se las convierte en polvo.

Las plantas necesitan de sustrato para poder crecer sanas y fuertes. El huevo contiene un alto porcentaje de calcio en su superficie, el cual es muy importante para que la planta pueda crecer. Además, las cáscaras enteras también sirven como semilleros biodegradables, por lo que puedes enterrarlas para que el brote siga su proceso de crecimiento.

7. Hacer ornamentos con trozos de naranja

Los restos de frutas no solo sirven para ser usados en comidas o productos de limpieza, sino que también se pueden crear ornamentos con ellas. Una opción son las naranjas, y el proceso es sencillo: se cortan las rodajas en forma de discos y se meten al horno por una hora aproximadamente. Después, se dejan enfriar y se añaden hilos o alambres para colgarlas en algún sitio de la casa.

Esto se conoce como técnica de secado o deshidratación de frutas, y consiste en eliminar el agua contenida en su interior para evitar que se pudran. Dado que duran mucho tiempo, se puede tener las rodajas secas al exterior por varios días.

8. Frotar limón sobre superficies para limpiar el sarro

Este truco propone usar limón para limpiar el sarro tanto en el baño como en la cocina. Se puede esparcir su jugo sobre las manchas o frotarlas como si fuesen una esponja. Y si se tiene algún lavavajillas, se pueden cortar pequeñas rodajas y colocarlas entre los utensilios a lavar.

De todos los cítricos, el limón es el favorito para usarlo como limpiador natural debido a su bajo pH y a sus componentes antibacterianos. Esto hace que se lo use para remover manchas de diversas superficies sin que se dañen. Además, deja un agradable aroma en el ambiente.

¿Qué productos sueles aprovechar al máximo para reducir los desechos en tu hogar?