Las probabilidades de tener hijos equiparadas a la caída de un asteroide realmente impactan
Cómo se ven ahora los septillizos, cuyos padres no escucharon a los médicos hace 20 años y decidieron dar a luz
Los médicos estaban convencidos de que no ocurriría un milagro: con un embarazo múltiple, existen demasiados riesgos. Pero Bobbi McCaughey llevó en su vientre a 7 bebés, dio a luz y los crío a pesar de todos los pronósticos. Los primeros septillizos del mundo en conseguir llegar a la edad adulta en su totalidad celebraron la mayoría de edad (21 años) en noviembre de 2018.
Genial.guru averiguó cómo fue la infancia de estos niños y con qué tuvieron que lidiar Kenny y Bobbi McCaughey para verlos crecer.
Kenny y Bobbi McCaughey. Los científicos estimaron que Bobbi McCaughey tenía más probabilidades de morir a causa de la caída de un asteroide que de desarrollar a siete fetos en su vientre y dar a luz.
Los padres de los septillizos eran un matrimonio estadounidense normal. Kenny, de 27 años y Bobbi McCaughey, de 29, ya estaban criando a su hija Mikayla, pero querían otro hijo y decidieron recibir un tratamiento de fertilidad. Durante el proceso, se le advirtió a la mujer de que podría tener un embarazo múltiple y Bobbi se preparó mentalmente para, probablemente, tener dos hijos más. Pero no acertó.
Kenny recuerda el día en que llamó a su esposa y le preguntó qué había mostrado la ecografía, si iban a tener un bebé. La voz de su esposa resultó extraña y Kenny comenzó a tratar de averiguar exactamente cuántos niños serían. Su esposa respondió: “Siete”. A partir de ese momento, todos sus pensamientos giraban sobre cómo alimentar y proveer con todo lo necesario a tanta cantidad de futuros hijos.
Bobbi confiesa que siempre recordará el día en que ella se enteró de sus septillizos: “No hubo nada de ’¡Guau, qué bien!’. Hubo muchas interrogantes”. Los médicos no sabían qué hacer e insistían en retirar varios fetos, dando así a algunos de los niños la oportunidad de sobrevivir. La futura madre rechazó rotundamente esta opción, habiendo decidido que daría a luz.
Los esposos McCaughey en una conferencia de prensa celebrada 2 días después del nacimiento de los septillizos, el 21 de noviembre de 1997.
Incluso durante un embarazo de trillizos, según los expertos, las posibilidades de dar a luz a un bebé sano (sin patologías neurológicas o físicas) eran de 50/50. Casi la mitad de los embarazos múltiples en aquella época terminaban con un aborto espontáneo.
El desarrollo de los fetos fue monitoreado por médicos que se especializaban en casos difíciles de embarazo. Hasta el tramo final de la gestación, estaban convencidos de que algo saldría mal. No fue así. La futura mamá se sentía bien a pesar de que su vientre pesaba 9 kilos.
El parto tuvo lugar en el Centro Médico de Iowa. Cuarenta especialistas se juntaron en el quirófano: perinatólogos, neonatólogos, terapeutas respiratorios, enfermeras y anestesistas.
Los niños nacieron 9 semanas antes de la fecha prevista, pero todos sobrevivieron: 4 niños y 3 niñas. Bobbi se sometió a una cesárea. Los niños permanecieron en el hospital bajo observación durante aproximadamente 2 meses.
La hermana de Bobbi puso en pausa sus estudios universitarios para ayudar a la familia de McCaughey y los bebés.
Después de que la madre, cansada y sorprendida, fuera dada de alta del hospital, en casa se le vino encima un trabajo duro. Al día, los niños necesitaban 42 biberones y 52 pañales. Bobbi dijo que, al principio, sus familiares ayudaron mucho. Siempre había alguien a quien ella podía recurrir.
De filántropos, la pareja McCaughey recibió un suministro de pañales para 2 años, comida, una casa grande y una garantía de matrícula gratuita en cualquier universidad de Iowa.
No todo el mundo apoyaba a la pareja: por 10 cartas benévolas recibían al menos una en la que los culpaban, acusaban de explotar a los niños y de malgastar egoístamente los recursos del mundo en una familia tan numerosa. Desconocidos acudían a la casa pidiéndoles que les dejaran sostener en brazos a los niños. En un ambiente tenso, bajo la mirada atenta de las cámaras y los periodistas, la familia trataba de llevar una vida normal.
Dos de los bebés nacieron con parálisis cerebral y, en el transcurso de sus vidas, se sometieron a una serie de operaciones gracias a las cuales ahora pueden caminar sin ayuda. Una de ellas, Alexis, incluso participó en un concurso de belleza para niños con necesidades especiales.
Los primeros años, la familia recibió ayuda de voluntarios y niñeras. Con el tiempo, cuando los padres ya no tenían que cambiar cientos de pañales, dispusieron de más tiempo. Bobbi comenzó a ganar dinero, primero a jornada parcial. Kenny McCaughey trabajó todos estos años en una fábrica que se dedica a pintar estructuras metálicas.
En esta imagen, los septillizos tenían 6 años: Joel, Natalie, Alexis, Kelsey, Nathan, Kenneth y Brandon. La niña mayor es Mikayla.
Cuando los niños crecieron, Bobbi contó con asistentes especiales: “Las niñas me echaron una mano en la cocina. Les encanta cocinar y, en su mayoría, el resultado de lo que preparan es comestible”. Los septillizos siempre estaban ocupados con algo, ya fuera lavando el auto, retirando las hojas en el patio, cortando el césped...
Cuando los niños tenían 10 años, la familia gastaba aproximadamente 4 panes, 11 litros de leche y 6 cajas de cereales por semana. Bobbi McCaughey compraba productos al por mayor para ahorrar dinero. La vida de una familia con 10 miembros es una rutina sin fin. Así que, ahora, la familia McCaughey tiene 2 hornos, 2 microondas, 2 lavavajillas, lavadoras y secadoras, y su propio huerto.
Los gemelos crecieron sin ser mimados, acostumbrados a las labores cotidianas. Todos los chicos estudiaron bien en la escuela y practicaron deportes. Kelsey, Natalie, Alexis, Nathan y Joel estudian en la Universidad de Hannibal-Lagrange; Kenneth, en una facultad, y Brandon eligió una carrera militar y se va a casar pronto. Kelsey se especializa en relaciones públicas, Alexis en educación preescolar; Natalie, en deporte; y Joel y Nathan en sistemas de información computarizados. Kenneth recibirá un diploma en el área de construcción.
Los gemelos McCaughey, graduados de la escuela. ¿Quién hubiera pensado que el niño más grande de estos bebés nacidos 9 semanas antes de tiempo, pesaba 1,47 kilos al nacer, y dos de ellos no podían caminar sin ayuda?
Kenny y Bobbi decidieron mudarse a un departamento más pequeño y la casa de 7 habitaciones en la que crecieron sus hijos transferirla a una organización que ayuda a madres jóvenes.
Con el tiempo, la expectativa en torno a la familia McCaughey se calmó y los periodistas dejaron de molestarlos. En la historia de la humanidad quedará la proeza de esta pareja joven y valiente que no estuvo de acuerdo con los pronósticos médicos, convirtiéndose en padres de 7 niños. Y solo podemos suponer cuántas noches sin dormir pasó Bobbi McCaughey, cuántas tareas revisó y cómo logró complacer a cada uno de sus hijos con un regalo de Navidad.
¿Qué te parece la historia de esta familia que logró criar a ocho hijos en total, a pesar de todo?
Comentarios
Menudo trabajo con 7 bebés a la vez
Por mucha ayuda que recibiesen me parece una auténtica locura
La verdad que es una gran proeza, me parece algo complicadísimo
Wow, realmente increible! Mi admiracion y respeto, hermosa familia.