La pareja tramposa que casi se sale con la suya en “¿Quién quiere ser millonario?”

Arte
hace 11 meses

El nombre de Charles Ingram ya está inscrito en las páginas de la historia por ser uno de los pocos ganadores absolutos del programa de concursos británico ¿Quién quiere ser Millonario?. También trascenderá por ser el protagonista de un escándalo por la elaborada trampa que hizo para ganar. Pero, como es costumbre, al final la verdad salió a la luz y todo cambió para él y su dos cómplices.

Fue hace más de dos décadas, en 2001, cuando el comandante Charles Ingram se abrió camino hasta conseguir el premio de 1 millón 224 000 dólares, en lo que se conoce como el escándalo de la tos.

En ese entonces, ¿Quién quiere ser Millonario?, era uno de los programas de concursos más visto. 1 de cada 3 británicos seguían el programa. El engaño de Charles nunca se transmitió, pero sus trampas fueron conocidas por todo el país. La historia tuvo gran repercusión en ese momento, y llegó a convertirse en una miniserie de televisión en donde se narran los pormenores de la historia.

Todo comenzó en enero de 2001, Ingram y su esposa Diana hicieron varios intentos para entrar al programa, cada uno por su lado y de manera conjunta. Aunque pudieron llegar a las rondas preliminares, no fue hasta septiembre de ese año que Ingram pudo ganar un lugar en el programa titular.

Charles Ingram apareció como concursante en el programa el 9 de septiembre de 2001, y pudo avanzar por todas las etapas del programa y ganar el primer premio.

Pero, después de que se reveló y se comprobó que alguien del público lo ayudaba a través de misteriosos episodios de tos fríamente calculados, Charles fue acusado, y luego condenado, de hacer trampa para llegar al premio mayor junto con su esposa, Diana, y un cómplice, Tecwen Whittock.

Ingram tuvo problemas en su primer día de filmación. Todo concursante en el programa tiene 4 comodines que puede usar a lo largo de las 10 preguntas que van ascendiendo en dificultad para llegar al premio del millón. Charles ocupó 3 de sus comodines en las primeras 5 preguntas que son las más fáciles.

Las estadísticas del programa sugerían que cuando Ingram regresara al día siguiente no avanzaría mucho, y los productores creyeron que sería un concursante regular. Sin embargo, esa noche, él y Diana tramaron un plan con un hombre llamado Tecwen Whittock, quien estaba programado para estar entre la alineación de las rondas preliminares para la filmación del día siguiente.

Las diferencias entre la aparición de Ingram en el primer y segundo día de filmación fueron marcadas. Si bien Ingram tuvo problemas el 9 de septiembre, logró responder correctamente todas las preguntas sin conocimiento el 10 de septiembre. Casi de inmediato, la producción del programa comenzó a sospechar que algo no estaba del todo bien.

“Siempre les decimos a los concursantes, tienes que verbalizar lo que estás pensando. Porque, como solía decir [el presentador Chris] Tarrant, de lo contrario, no es un gran espectáculo. No hay mucho que ver en Millionaire, es solo alguien se sentó en una silla”, dijo un miembro de la producción.

“Tarrant era muy bueno, les decía: ’¿En qué estás pensando? ¿Algo que puedas eliminar?’ O ’¿hacia qué te estás inclinando?’ Solía ​​incitarlos todo el tiempo. Y ellos siempre te decían cuál era su conocimiento, era su trabajo”. Pero con Ingram, verbalizar las preguntas no era para hacer un razonamiento ni un proceso de eliminación.

Como se puede ver en el programa completo que la producción liberó para demostrar a la audiencia que todo era una trampa, cada vez que él leía una de las opciones de respuesta de cada una de las preguntas, se escuchaba que alguien tosía en el fondo.

Para confirmar sus respuestas de una manera u otra, Charles repetía las respuestas haciendo comentarios sobre ellas y coincidentemente se volvía a escuchar la tos lo que le confirmaba a Ingram que esa era la respuesta. La persona que tosía era Tecwen Whittock.

Así pasaron varios niveles, pero en una pregunta en especial ni Charles ni Tecwen se sabían la respuesta, por lo que la esposa tuvo que intervenir. Como Whittock no tosía, ella tosió en su lugar y así pudo avanzar al siguiente nivel.

La producción sospechaba que había algo raro, pero no podían confirmar nada. No obstante, las acciones de la esposa ayudaron a detectar la trampa posteriormente.

Siguieron con el plan y a pesar de que fueron mucho más obvios con la trampa y llegaron hasta el final, hasta el premio de más de un millón de dólares, una hazaña que muy pocas veces se veía en el programa.

Al terminar el programa, la producción afirmó escuchar a Charles y su esposa discutir. Más tarde se supo que discutieron porque habían acordado retirarse en la sexta o séptima pregunta, pero Charles se envalentonó y su ambición lo hizo ir hasta el final. De haber terminado como habían pactado tal vez la producción no hubiera tenido tantas pruebas para comprobar el fraude.

La producción les dio su cheque por un millón, pero no lo podían cobrar hasta después de cierto tiempo, y días después la producción se puso en contacto con la pareja.

Los Ingram fueron declarados culpables de “procurar la ejecución de un valor valioso mediante engaño” en 2003 después de que la fiscalía sugiriera que Diana y el profesor universitario Tecwen ayudaron a Charles a ganar tosiendo para indicar las respuestas correctas.

La condena que tuvieron que pagar fue de 18 meses bajo fianza, multados con 143.000 dólares y se les ordenó pagar dos costos legales separados de entre 10 000 y 53 000 dólares. Su intento de apelar el veredicto y las multas no tuvo éxito, aunque juraban su inocencia. Los gastos legales los dejaron en la bancarrota.

Whittock fue declarado culpable por el mismo veredicto. Fue sentenciado a 12 meses bajo fianza, multado con 143.000 dólares y se le ordenó pagar un costo legal de 8.000 dólares. A diferencia de los Ingram, Whittock no apeló el veredicto ni las multas. Después del juicio, renunció a su trabajo en la universidad.

Esta pareja aprendió que la verdad siempre triunfa y las mentiras salen a la luz al final. Tenemos varias historias que nos enseñan a protegernos de los que se creen muy vivos. Aquí te presentamos 5 esquemas comunes que usan, consejos de cómo actuar ante un asalto, y otros consejos compartidos por un ladrón rehabilitado.

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