15+ Personas contaron cuáles son las rarezas más locas de sus inquilinos

Gente
hace 3 años

El eterno enfrentamiento entre propietarios e inquilinos es motivo de bromas en Internet. Aquellos que necesitan alquilar una vivienda tienen que buscar una opción adecuada durante varias semanas y leer toneladas de anuncios en busca de un departamento bueno. Los propietarios, por otro lado, necesitan controlar la situación constantemente, preocupándose por la seguridad de su propiedad. El problema es que a veces pierdes la atención solo por un momento y te puedes quedar no solo sin plantas, sino sin muebles por completo.

Genial.guru no le sorprende lo extraños que pueden ser a veces los inquilinos, y está muy feliz por aquellos que pudieron encontrar arrendatarios buenos.

  • Le alquilaba el departamento a una pareja joven. El inmueble llevaba como 30 años sin arreglar. Por eso acordamos que iban a hacer los trabajos de renovación a su gusto y yo descontaría el dinero invertido de la renta. Después de un par de años de alquiler, decidí pedirles que desalojaran. Cuando entré al departamento, me dieron ganas de llorar y de reírme. Se habían llevado todo lo que pudieron arrancar: el inodoro, la grifería, las bombillas, los enchufes e interruptores, los rodapiés y las cornisas, todas las estanterías del armario, las puertas interiores y los marcos (eran mis puertas, aunque eran viejas). Me extrañó que la puerta de entrada no hubiera sido arrancada. No estaba muy molesta, ya que de todos modos había que hacer trabajos de renovación. Y todos los vecinos sin excepción me decían: “¡Era una gente tan educada!”. © Ekaterina Maiste / Facebook
  • Intentamos vender nuestro departamento durante mucho tiempo. Tanto tiempo que decidimos olvidarnos de esa idea y alquilarlo a un inquilino. Se realizó una breve entrevista telefónica. Todos quedamos satisfechos, se acordó el precio, la fecha, y que el inquilino viviría con una mascota, Golfo, “que no iba a causar problemas”. Le pregunté si la mascota ladraba mucho, para después no recibir quejas de los vecinos. En respuesta, el hombre se rio y dijo que definitivamente no habría ningún problema con los vecinos, aunque estuvieran escuchando debajo de la puerta. Y que la mascota no iba a rasgar nada ni a tirar nada ni a hacer ruido. “¿Pero qué tipo de animal tienes?”. A lo que el hombre respondió con amor y cariño: “¡Es una pitón!”. © caterpillar7237 / Pikabu
  • Alquilo mi departamento a estudiantes de un pueblo chiquito. Una es artista (estudia en la facultad de artes, en la vida es tatuadora) y me escribió: “Disculpe, por favor, pero dijo que el próximo verano haría reparaciones en nuestra habitación, ¿verdad? ¿Puedo dibujar sobre el papel tapiz y fijar mis bocetos en las paredes?”. Dije: “Sí, no hay problema”. Ella estaba encantada: “¡Genial! ¡Desde pequeña, soñaba con dibujar en las paredes, pero mi madre nunca me lo permitió!”. Los sueños se hacen realidad. © Oídoporahí / ideer
  • Le alquilaba mi departamento a una pareja casada con un hijo. Vivía en otra ciudad. Entonces mi tía llamó y dijo que unas chicas vivían en el departamento en lugar de una familia. Yo llegué y resultó que el exinquilino les había subalquilado el departamento a dos chicas, pidiéndoles por adelantado el dinero de seis meses, encima se llevó el aire acondicionado (supuestamente para repararlo) y el congelador. © Nadezhda Soloviyova / Facebook
  • Hace 3 meses decidí alquilarle el departamento a una anciana, que como creía, era toda una santa. Ayer quería pasar a buscar mi ropa de invierno. Dijo que no le importaba que fuera cuando ella no estaba en casa. Entendí que algo andaba mal cuando me acerqué a la puerta: el departamento olía fuertemente a orina. Abrí la puerta y pensé que me iba a asfixiar. Había un montón de basura en todas las habitaciones y mi sofá había desaparecido. © LonelyWater / Pikabu
  • Pongo en alquiler un departamento por días. Una vez me destrozaron los muebles; ahora, como regla, no lo doy en alquiler para fiestas. Me llamó un potencial cliente. El joven aseguró que solo necesitaba pasar la noche. Acordamos encontrarnos, él estaba un poco nervioso, con la mirada para abajo todo el tiempo. Le pregunté de nuevo si estaba organizando una fiesta. Él respondió que no. Empecé con el procedimiento habitual: le saqué una foto a su pasaporte. Miré y me di cuenta de que ese día era su cumpleaños. Parece que el muchacho no pensó en todos los detalles de su plan. © L1sterman / Pikabu
  • Tenía a una conocida viviendo en mi departamento, y un día desalojó. Después de un tiempo, encontré un objeto raro que colgaba del techo. Supuse que lo había dejado por innecesario. Durante la reparación se quitó y se rompió por accidente. Lo llevé a la basura y me olvidé de eso. Aproximadamente un año después, la conocida me preguntó si había encontrado una de sus cosas. Le conté lo que había pasado... Ella dijo: “Ahora está claro de dónde vienen mis problemas y desgracias en la vida. Destruiste mi talismán”. La pregunta es: ¿por qué durante todo un año ni siquiera se había acordado de algo tan querido e importante? © Svetlana Vorobyova / Facebook
  • Di en alquiler un departamento remodelado y con unos muebles excelentes. En el sofá de cuero, en el reposabrazos, hicieron dos agujeros. Su perrito arruinó todas las puertas: no se pueden restaurar. Se llevaron mis hermosas macetas y trasplantaron las plantas a unas de plástico. Y todo eso en 10 meses, aunque el simpático joven aseguró que él y su esposa amaban el orden. © Nadezhda Konstantinovna / Facebook
  • Una vez, una pareja joven alquiló el departamento durante varios días. El chico llamó un par de horas después del desalojo y dijo que la chica se había olvidado unos jeans caros en el departamento. Llamé a la señora de la limpieza, y ella dijo que no había visto ningunos jeans. Pero después se acordó: había un trapo con agujeros en el baño y lo tiró. El muchacho se puso histérico: me dijo a los gritos que los jeans costaban 1500 dólares y que tenía que pagárselos en ese mismo instante o ir a revisar los tachos de basura. Tal vez hubiera enviado a la señora a buscarlos, pero debido a un comportamiento tan inapropiado, lo mandé al demonio. Intentó llamarme muchas veces, me envió un mensaje con maldiciones, incluso envió el comprobante indicando el precio de esos jeans. Terminé agregándolo a la lista negra. © xysterss / Pikabu
  • Le alquilaba el departamento a una pareja joven. Al final escribieron una denuncia en mi contra a la policía, diciendo que cuando no estaban en casa, les robé 200 dólares. La verdad que me preocupó mucho ese asunto. Resultó que el muchacho había gastado el dinero en el restaurante y decidió de esta manera escapar de las sospechas frente a su dama. © Juanita0953 / Twitter
  • Llevo 5 años dando en alquiler el departamento. Hubo un caso: me llamó una vecina y preguntó si era normal que el inquilino estuviera sacando los electrodomésticos del departamento. Dije que no. Le pedí que anotara el número de la matrícula del carro, mientras me dirigía con mi esposo al departamento. Afortunadamente, llegamos a tiempo, ya que los inquilinos no podían sacar la lavadora. Les pregunté: “¿Por qué están robando mis cosas?”. La respuesta me mató: “Bueno, ustedes pueden comprarse otras, tienen todo un departamento extra para alquilar”. Los denunciamos. © Oídoporahí / ideer
  • Puse en alquiler el departamento. Entró a vivir un muchacho, pero después de un tiempo comenzó a retrasarse con el pago de la renta. Pronto dijo que no se podía permitir alquilar el departamento y que se mudaría, pero que no tenía dinero. Me convenció de tomar el pasaporte como garantía, prometió traer el dinero en dos semanas y desapareció. El pasaporte seguía tirado por ahí en mi casa. Después de 4 años, llamó una chica, dijo su nombre y me pidió que le devolviera el pasaporte, a cambio estaba dispuesta a pagar su deuda. Nos encontramos. Resultó que ella estaba embarazada y él le había prometido casarse, pero sin el pasaporte era imposible. Y como a él le daba vergüenza, llamó ella. © Oídoporahí / ideer

Cuéntanos, ¿qué cosas divertidas te sucedieron con una propiedad alquilada?

Imagen de portada Ekaterina Maiste / Facebook

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