Destrocé el sueño de mi hijo, pero solo intentaba ser honesto

Crianza
hace 2 horas

Cuando somos adultos, seguro que podemos ver el mundo desde un punto de vista lógico, pero puede suceder que los más pequeños de la casa sean más emocionales ante nuestros comentarios. Por eso, la honestidad, cuando no se trata con cuidado, puede llegar a ser un arma de doble filo y este padre lo descubrió de una mala manera. Esta es la historia de cómo, sin querer, hirió los sentimientos de su hijo con una verdad dolorosa.

“Tengo 43 años, soy padre de dos hijos que, casi siempre, son maravillosos. Mi hijo tiene casi 10 años y mi hija, 8. Somos de Estados Unidos, y como mucha gente de aquí, los deportes son un gran parte de nuestras vidas.

Ambos niños han participado en ligas recreativas (fútbol, béisbol, baloncesto, fútbol bandera) desde que aprendieron a caminar. La mayoría de los fines de semana son dedicados a entrenarlos, ver los deportes que estén jugando y llevándolos a sus prácticas. Mi esposa y yo coincidimos en que los deportes les ayudarían a los niños a aprender algunas lecciones de vida bastante valiosas: trabajar en equipo, el trabajo duro, el espíritu deportivo (que, para ser honestos, consideramos equivalente a la decencia humana en general).”

“Pero mi esposa y yo también somos realistas. Los dos fuimos atletas competentes en nuestra juventud, pero nunca fuimos extraordinarios. Nuestros hijos, como era de esperarse, muestran una habilidad atlética similar: son simplemente aceptables. ¡Y eso está bien para nosotros! Los alentamos y celebramos sus logros. Creemos que el deporte es mucho más que ‘ser el mejor’ en él. No pensamos que nuestros hijos vayan a ser atletas profesionales, aunque sería genial si lo fueran.

Últimamente, mi hijo ha estado en su etapa de ‘quiero ser jugador de fútbol o básquet profesional’. Esta mañana, que justamente es mi cumpleaños, quiso buscar la sabiduría de sus mayores y me preguntó: ‘Papá, ¿qué harías diferente si volvieras a ser un niño?’.

‘Bueno, probablemente me enfocaría más en las matemáticas o la ingeniería. Cuando era niño creía que eran cosas tontas, pero cuando crecí me di cuenta de que en realidad son interesantes y te dan buenas opciones laborales’, respondí.”

“Y ahora, con lo que creo que me equivoqué. Dije después algo como: ‘Es importante saber que incluso si realmente deseas ser un jugador de fútbol profesional, la probabilidad de que eso pase es casi cero. No se trata solo si tienes la condición para ser un atleta profesional, también requiere trabajo duro, dedicación, resiliencia, ser un buen compañero para tu equipo, e incluso con todo eso, una lesión podría arruinar todo’.

En ese momento pude ver las lágrimas acumularse en los ojos de mi pequeño. Me llené de culpa. Entré en pánico. Probablemente debí haberme quedado callado o debí preguntarle cómo se sentía. En lugar de eso continué con lo más ‘lógico’.

‘Hijo, no estoy diciendo que hay cero posibilidad de que pase. Solo digo que es casi cero. Piénsalo así: hay solo unos 1 700 lugares en toda la NFL. Acabamos de ver la selección de nuevos jugadores para la liga y solo escogen a unos 300 por año. Así que cada año, los equipos podrían remplazar a casi el 25% de su alineación con nuevos jugadores. Estadísticamente es muy, muy difícil. Son solo el mejor .001% del 1% de los atletas los que realmente se convierten en profesionales’.”

“Mi hijo salió enojado de la habitación mientras me decía muchas cosas poco agradables. Después de su berrinche de unos 10 minutos ininterrumpidos, intenté volver a hablar con él. Planeaba abrazarlo, decirle que lo amo, y tal vez intentar explicarle otra vez las cosas. Pero me gritó que me fuera de su habitación y no quiso que lo llevara a su práctica de básquet, mi esposa lo tuvo que llevar.

Para ser honesto, creo que el discurso del sueño americano en el que ‘puedes ser lo que sea que quieras ser cuando crezcas’ es una tontería. También creo que a lo mejor la realidad es algo que algunas personas, particularmente los niños, no pueden soportar. ¿Fui yo la mala persona por decirle a mi hijo que la posibilidad de que se convierta en un jugador profesional es casi nula?”

Los usuarios llegaron a dar sus opiniones

La historia de este papá en apuros no pasó desapercibida y los usuarios de la red decidieron dar su punto de vista sobre la situación:

  • Cuando mi hijo tenía 10 años, me dijo que quería ser un jugador de baseball profesional. Él era el peor jugador en el equipo. No le respondí nada. Después de dos temporadas en la liga infantil, cuando tenía 12 años, me dijo que ya no quería seguir jugando. Mi punto con esto es que normalmente este tipo de cosas se solucionan solas con el tiempo. © GelOfYouth / Reddit
  • Fuiste honesto y no mentiste, eso es importante, pero creo que hay una forma más gentil y adecuada para niños de decir las cosas, y tú no lo hiciste así. Probablemente lo que pensó tu hijo de lo que le dijiste fue: “mi papá no cree que sea lo suficientemente bueno”. © Used-Sprinkles3742 / Reddit
  • Fue un gran error. A mí todo mundo me dijo que estaba muy subida de peso para ser bailarina de ballet. Pero perdí peso y entré a programas de entrenamiento, luego pude convertirme en bailarina profesional. Ahora soy instructora. Pero si hubiera escuchado a las personas como tú, me hubiera perdido de una vida bastante satisfactoria. Tus hijos pueden entrenar con programas que los ayuden a mejorar su nivel como atletas. Destruir lo que los inspira está mal. Puedes fomentar lo académico y lo atlético al mismo tiempo. © tresordelamer / Reddit

Los usuarios parecen estar de acuerdo en que hay cosas que si se dicen con mayor cuidado, tendrán mejores resultados. Tal vez hay sueños que para un adulto pueden ser algo completamente imposible, pero para los niños que viven en un mundo lleno de imaginación, esperanza y ganas hacer de todo, cualquier cosa es posible. ¿Qué era esa cosa alocada que soñabas hacer cuando eras menor?

Imagen de portada riddlesnbits / Reddit

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