El sorprendente hallazgo en España de joyas antiguas hechas con un metal que no es de la Tierra

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hace 20 horas

En una tranquila localidad de la provincia de Alicante, en España, se desenterró hace décadas uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de Europa: el Tesoro de Villena. Descubierto en 1963, se trata de una espectacular colección de 66 piezas, en su mayoría de oro, que datan de entre el 1500 y el 1200 a.C. Es decir, de plena Edad del Bronce.

Pero lo que parecía ser simplemente una muestra de la destreza metalúrgica antigua, ha revelado un secreto sorprendente: dos de las joyas del tesoro están hechas con un metal que no es de este mundo...

Tanto un brazalete abierto como una semiesfera hueca del conjunto no fueron elaborados con hierro terrestre, sino con hierro meteorítico, es decir, proveniente del espacio exterior.

¿Qué es el hierro meteorítico?

El hierro meteórico es un tipo de hierro que proviene de fragmentos de meteoritos, ricos en níquel y con una estructura interna diferente al hierro terrestre. Este tipo de metal no se encuentra de forma natural en la superficie terrestre y se utilizó mucho antes de que la humanidad dominara la fundición del hierro telúrico.

Gracias a su rareza, muchas culturas antiguas lo consideraban un material sagrado, digno de rituales, amuletos o armas especiales.

Los antiguos sabían más de lo que creemos

La presencia de este tipo de metal en el Tesoro de Villena no es única. Hay numerosos ejemplos alrededor del mundo de objetos elaborados con hierro meteórico miles de años antes de la Edad del Hierro:

La distribución de estos hallazgos sugiere que múltiples civilizaciones, separadas por miles de kilómetros y sin contacto entre sí, reconocieron el valor de este metal celestial.

¿Casualidad?

La pregunta que ronda la mente de muchos científicos es: ¿cómo sabían estas culturas tan antiguas que el metal provenía del cielo? ¿Fue simple observación tras un impacto de meteorito? ¿O acaso hubo un conocimiento más profundo?

Aunque no hay pruebas definitivas de intervención extraterrestre, el patrón de uso del hierro meteórico en tantas culturas ha alimentado teorías alternativas.

Diferencias entre el hierro terrestre y el meteorítico

Las diferencias entre el hierro terrestre y el hierro meteorítico son notables, tanto en su composición como en su origen. El hierro terrestre, extraído de minerales de nuestro planeta, presenta un bajo contenido de níquel y una estructura interna homogénea.

En cambio, el hierro meteorítico proviene de fragmentos de meteoritos que impactaron la Tierra. Este metal se caracteriza por su alto contenido de níquel y por presentar una microestructura conocida como Widmanstätten, una formación cristalina única que solo aparece en condiciones de enfriamiento extremadamente lentas en el espacio.

Curiosamente, su uso se remonta a aproximadamente 5200 años atrás, cuando varias culturas lo empleaban para fabricar objetos rituales y simbólicos, mucho antes del dominio de la metalurgia terrestre.

¿Qué nos dice el Tesoro de Villena sobre nuestros orígenes?

Este hallazgo no solo representa un testimonio fascinante de la tecnología prehistórica, sino que también nos conecta con una idea aún más profunda: la relación de los antiguos con el cosmos.

Saber que hace más de 3.000 años ya se forjaban objetos con materiales estelares es un recordatorio de que la humanidad siempre ha estado ligada al universo, incluso cuando no lo comprendía del todo.

¿Cómo te imaginas que las civilizaciones antiguas descubrieron este tipo de hierro?

Imagen de portada GENIAL / YouTube

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