Esta chica cometió un gran error durante una sesión de fotos y ahora es la cara de casi todo en el mundo
Te presentamos a Shubnum Khan, una periodista, artista, escritora y bloguera sudafricana, autora del libro sobre mujeres musulmanas de la India y Sudáfrica, “Lágrimas de cebolla” (“Onion Tears”). También, sin saberlo, se convirtió en la cara de McDonald’s en China, vendía alfombras en Nueva York, promocionaba la inmigración en Canadá y fue el rostro de muchas otras cosas sin recibir un centavo por eso. La razón es banal: hace un tiempo la chica no leyó cuidadosamente los términos del contrato de un servicio gratuito. Por suerte, ella compartió su experiencia en Twitter, para que el resto de personas fueran más cuidadosas con respecto a este tema.
En Genial.guru hemos encontrado que la historia de Shubnum no solo es interesante, sino también muy instructiva, y queremos advertir a nuestros lectores para que eviten esta situación. Después de todo, cualquiera de nosotros podría estar en el lugar de esta chica en algún momento.
El costo de una sesión de fotos gratuita
Hace unos 6 años, Shubnum fue sorprendida al enterarse de que unos amigos de Canadá, al parecer, estaban promoviendo la inmigración en su periódico local. A la chica no le molestaban los inmigrantes, pero se sorprendió de que su cara estuviera en la publicidad.
“Dices inmigrante”.
Sus amigos le recordaron que hacía unos años había participado en el proyecto fotográfico “Cien caras”. Un fotógrafo en Durban les tomó fotos a 100 personas de diferentes nacionalidades. Shubnum se dejó tentar con la propuesta de obtener algunas imágenes profesionales de forma totalmente gratuita y firmó un acuerdo, pensando que era para usar su foto en un porfolio. No le dio importancia a la letra pequeña.
En total, le hicieron 3 retratos con diferentes expresiones faciales, y todos ellos se publicaron para ser comprados en una página de stock de fotos.
Por supuesto, Shubnum contactó al fotógrafo. En su reclamo, él respondió que lamentaba la inconveniencia, pero todo lo sucedido era absolutamente legal, y los detalles fueron explicados antes de la sesión de fotos. El fotógrafo acordó eliminar las imágenes de su sitio, pero advirtió que no podría evitar que se propagaran en Internet.
En poco tiempo, la mujer se enteró de que ella:
- Invitaba a los inmigrantes a Canadá y Uruguay.
- Vendía alfombras en Nueva York.
- Era una experta en Vietnam, Camboya y Laos, e incluso organizaba viajes turísticos a esos países.
- Tenía ojeras horribles y las eliminó con la ayuda de una crema antienvejecimiento, mientras que en otra clínica le realizaron un tratamiento para rejuvenecer su piel arruinada por un embarazo.
“Tuve un melasma terrible y manchas blancas en mi piel después del embarazo. Dina M.”.
- Ha tratado sus dientes bajo anestesia en Virginia.
- Se hizo una corrección láser en la vista y quedó satisfecha por eso.
- Cambió repetidamente su nacionalidad. Por ejemplo, se convirtió en una india (¡incluso con un tercer ojo en la frente!) y en una estadounidense.
“Estudiar en India”.
El derecho a “cambiar de identidad y nombre”
Shubnum se sorprendió por los sitios que no solo utilizaron sus fotos, sino que también la incluyeron en la lista de empleados de la empresa. Entonces ella se convirtió en una gerente, guía, maestra y niñera falsa al mismo tiempo. Esto último fue especialmente alarmante: si esa compañía tenía una lista falsa de trabajadores, ¿quién realmente cuidaba a los niños? ¿Cómo puede uno confiar en la información de Internet después de eso?
Compara esta lista de “gerentes” con los comentarios de los graduados felices de los cursos para las personas que combinan las funciones de un maestro y un padre de crianza para los alumnos. ¿Has notado que no solo la cara de Shubnum está presente en ambos casos?
El fotógrafo confirmó que el acuerdo contenía una cláusula que preveía la posibilidad de “cambio de identidad y de asignarle a la persona un nombre falso”. Esto significaba que los compradores de fotos podían usar legalmente su imagen para representar a cualquier persona, ya sea un cliente satisfecho, un empleado o incluso una mujer que busca una relación romántica.
Los usuarios de la red no dejaron de compartir sus hallazgos con la chica. Alguien contó sobre un póster en una parada de autobuses en Londres, mientras que otro compartió enlaces a varios sitios web de clínicas, bancos, competiciones deportivas, etc. Shubnum incluso apareció en carteles de McDonald’s en India, China y Corea del Sur, obviamente, de forma gratuita.
¿Qué moraleja nos deja la historia de Shubnum Khan?
- No siempre una sesión de fotos gratis es buena. Los derechos de las imágenes en estos casos, como regla general, pertenecen al fotógrafo, y él no solo puede agregar esas fotos a su porfolio, sino también ponerlas a la venta. Asegúrate de leer todos los acuerdos, de principio a fin, especialmente lo que está escrito en letra chica.
- No se pueden eliminar fotos de Internet. Se usarán repetidamente y en diversos propósitos. Si crees que ser la cara de algo es divertido, recuerda que no puedes influir en lo que publicitas de ninguna manera. Además, dichos modelos no reciben ni un centavo.
No creas todo lo que está escrito en Internet: la mitad de los gerentes que aparecen en las páginas web de una “empresa seria” pueden ser personas de stocks de fotos. Desafortunadamente, hoy se debe verificar toda la información que se ve en la red (por ejemplo, a través de los comentarios en sitios imparciales).
¿Alguna vez has participado en sesiones de fotos gratuitas? ¿Firmaste algún acuerdo? Cuéntanos tus experiencias en la sección de comentarios a continuación.