Estoy estudiando italiano y definitivamente puedo decir que ningún idioma me había hecho reír tanto

Curiosidades
hace 3 años

Hace un tiempo comencé a aprender italiano. Debo admitir que todos los idiomas que estudié hasta ahora me sorprendieron de alguna manera. En la escuela, me asombró el hecho de que las palabras “sándwich” y “brindis” tuvieran procedencia alemana. Más tarde, en la universidad, supe que “jamón”, “taller” y “chance” en realidad son francesas. No es que tuviera una premonición de que también me sorprendería con el italiano, sucedió solo. Y no como con otros idiomas. En italiano, muchas cosas no son como en los demás idiomas.

Soy autora de Genial.guru, y decidí compartir mi propia divertida experiencia de aprendizaje del idioma de Celentano y Dolce & Gabbana.

Vocabulario

Las que más me impresionaron fueron las palabras que suenan igual en otros idiomas, pero en italiano son completamente distintas. Por ejemplo, la muy familiar en todo el mundo palabra “fútbol”, en italiano es calcio.

Parecería lógico, porque calcio se podría traducir como “patada”. Pero en los demás idiomas, “fútbol” es “fútbol”, o algo muy similar, pero no así en italiano.

“Bus” en italiano es pullman, aunque también se usa el más conocido l’autobus.

De las clases de música en la escuela sabemos que la palabra “piano” es italiana. Pero en el idioma nativo, el instrumento musical se llama pianoforte.

Pianoforte... Piano fuerte. Dan ganas de poner un emoji aquí.

¡Bravo!” sólo se le dice a los hombres. Si quieres elogiar a una mujer, debes decir “¡Brava!”, ya que la palabra se refiere al género femenino, con la cual hay que cambiar la terminación.

Cuando los italianos contestan el teléfono, la primera palabra que dicen es pronto (literalmente “listo / lista”). Aquí, por alguna razón, no se aplica la regla del cambio de la última letra según el género.

En italiano, los personajes de dibujos animados Mickey Mouse y el Pato Donald pierden sus nombres y se convierten en solo un ratoncito y un pato divertido. Y se llaman Topolino y Paperino, respectivamente.

Sexo” en italiano es sesso. Una de las palabras internacionales, cuyo principio proviene del latín sexus (“género”). Llegó al italiano en esta forma, sin la “x”.

Hotel” es albergo. Existe, por supuesto, el l’hotel habitual, pero el albergo, en mi opinión, es más interesante. ¿Es un hotel llamado albergo diferente del que es l’hotel? Son absolutamente idénticos. Solo las palabras son diferentes.

“Habitación” es camera. Curiosamente, en español “cámara” se le dice a una habitación un poco diferente.

Pronunciación

Cuando escuché por primera vez una conversación en italiano en vivo, la única pregunta que se me vino a la mente fue: ¿por qué estiran así las palabras? Luego escuché el italiano en la televisión y me di cuenta de que solo hablaban así, como si cantaran: mangiaaaaare, falfaaaala, cucinaaaaare...

Aprendí a pronunciar la palabra “cuchara”: cucchiaio, que suena como [Cuquiaio], con énfasis en la segunda sílaba, pero no la palabra “ajo”: aglio, [allo]. En el alfabeto español no existe una letra que pueda describir este sonido que se produce cuando se encuentran las letras italianas G y L. No es [gl], es como si la [g] desapareciera para convertirse en [l].

Al igual que gli, uno de los artículos. Sin importar las variaciones de transcripción que use, mi entorno me sigue corrigiendo, llevándome a la risa histérica. Porque no veo la diferencia entre su fonéticamente impecable [lli] y el mío.

Gramática

Las sorpresas en el estudio de la gramática italiana comenzaron con el plural. En italiano, la cantidad se expresa cambiando la terminación de la palabra. Y, a su vez, la terminación depende del género. Por ejemplo, “niña” es la ragazza, “muchas niñas”, le ragazze, “niño”, il ragazzo, “muchos niños”, i ragazzi. Con lo cual, uno debe recordar todas esas terminaciones, cómo cambian, saber el género del sustantivo, lo que obviamente complica la vida de un estudiante de italiano principiante. Es mucho más fácil simplemente agregar la letra S al final de una palabra.

El orden de las palabras en una oración

En las oraciones italianas, el sujeto se omite. Bebe leche. Cenamos en un restaurante. Leen el periódico. Hay que adivinar quién exactamente realiza la acción por el final del verbo y su conjugación.

A primera vista, todo es sencillo. Pero cuando una oración es compleja, es decir, consta de dos o más oraciones simples, complementadas abundantemente con circunstancias de lugar y tiempo, realmente tienes que resolver una charada antes de obtener una traducción.

Lenguaje de señas

“Curso de gestos italianos para extranjeros. El profesor es un hablante nativo”.

La única forma de lograr cualquier avance en el aprendizaje de los gestos italianos es pasando suficiente tiempo en el país y comunicándose con los hablantes nativos. Los locales pueden reemplazar una oración completa con un gesto. Es curioso observarlo desde afuera: uno habla, el otro muestra gestos en respuesta.

"Soy italiano, y no puedo mantener la calma".

Hasta ahora he conseguido aprender un par. El primero es “Te lo ruego” en el sentido de “¿de qué estás hablando?”, el segundo es indecente.

Dialectos

“Dialectos italianos”.

El italiano, entre otras cosas, es famoso por la presencia de una gran cantidad de dialectos. Personalmente, puedo distinguirlos solo cuando una misma persona pronuncia la misma frase, comentando que en Sicilia se dice así, en Nápoles, asá, y en Milán, de esta otra manera. Así que no puedo decir que sea un problema para un estudiante principiante de italiano. Lo único que puede confundir es el acento. En diferentes regiones de Italia, las personas hablan con diferentes acentos.

La cocina

Hablando de los italianos y de Italia, es imposible no mencionar su cocina. No hay pecado más grande en el mundo que cocinar demás la pasta, que, por cierto, es su primer plato. Primero la pasta, luego la ensalada, luego todo lo demás. A la pasta sobrecocida, sigue en gravedad el delito de cocinar la pasta a la carbonara con crema. La carbonara de verdad no lleva crema.

Además, los lugareños no comen espaguetis con una cuchara. Los italianos siempre bromean: “Si ves a una persona comer espaguetis con una cuchara, significa que es un turista”.

Bono: eclipse de Luna a la italiana

Los italianos tienen un excepcional sentido del humor. Saben reírse de sí mismos.

¿Estás aprendiendo italiano? Cuéntanos, ¿con qué características del idioma has tenido que enfrentarte tú?

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¿Paperino y Topolino? Jajajajaja pensé que todo el mundo le decía Mickey. Es genial aprender esta información porque todas las lenguas son muy ricas, y conocer más de ellas nos permite involucrarnos con su cultura.

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