Gracias a sus hijos pasó de pesar 130 kilos a lucir un cuerpo fitness
En los últimos meses, se ha estado hablando mucho de la importancia de aprender a querernos y aceptar nuestros cuerpos tal y como son. Aun así, hay muchas personas que no se sienten felices con su físico y no están satisfechas con su apariencia. Este era el caso de Maggie Wells, una madre que decidió dar un vuelco de 180 grados a su vida para poder dejar de esconderse y posar con orgullo en las fotografías familiares.
Todo comenzó cinco años atrás
La mañana de año nuevo de 2018 Maggie Wells se despertó con un pensamiento inquietante dando vueltas en su cabeza. Como madre de tres hijos, y pesando más de 130 kilos, no tenía prácticamente fotos familiares en las que ella apareciera. Su imagen no le gustaba y por eso se negaba a posar en fotografías: “No tenía miedo de morir por mi sobrepeso, pero tenía miedo de que si algo me sucedía, mis hijos no tendrían fotos para recordarme”.
Por eso, decidió hacer un cambio radical en su vida y a partir de ese día, modificó sus hábitos alimenticios por unos más saludables, eliminando los azúcares añadidos y reduciendo su consumo diario de carbohidratos. En el primer mes, consiguió perder diez kilos y pasado un año, alrededor de ochenta. Se podría decir, que se quitó de encima prácticamente otra persona.
No fue tarea fácil pero estaba decidida a lograrlo
Esta mamá enfatizó en que logró su transformación en principio a través de la dieta y más tarde comenzó también a incorporar el ejercicio en su rutina diaria. Además del notorio cambio de aspecto que consiguió, aseguró que se siente rejuvenecida y agradece haber obtenido una nueva oportunidad de vivir: “Siento que tengo 15 años menos. No sé cómo describirlo, aparte de que me siento como una persona nueva”.
Su éxito se basó en su enfoque de vivir un día a la vez y centrándose únicamente en las siguientes 24 horas en lugar de fijarse en la cantidad total de peso que debía perder. Siguiendo la dieta cetogénica, que se basa en alimentos ricos en grasas y bajos en carbohidratos, pudo simplificar su alimentación y adaptarla a su presupuesto familiar.
Cambió tanto por fuera como por dentro
A medida que iba perdiendo peso, iba ganando confianza en sí misma. Eso la animó a compartir su proceso de cambio en una página de Facebook, creada por ella misma. En ella relataba día a día su historia, el conteo de su pérdida de peso y compartía imágenes de la transformación física que iba sufriendo, incluyendo el exceso de piel que le quedó por todo el cuerpo tras una bajada de peso tan grande.
Compartir era fundamental para ella, ya ayudaba a mostrar la realidad de lo que significa un proceso como este y cómo nos afecta a todos los niveles, tanto físico, como emocional y psicológico. A día de hoy, esta madre se siente agradecida haber podido dejar de ser una mera espectadora de la vida, para pasar a participar plenamente en ella junto a su familia.
Está feliz tal y como está
Maggie contó que antes de su transformación, sentía que su vida no tenía valor y que no tenía a nadie, a pesar de estar rodeada de un constante grupo de amigos. Ni su familia la entendía, ni ella misma conseguía entenderse. Afirmó que era una persona completamente opuesta a quien es hoy en día. En cuanto al exceso de piel, no le encanta, pero tampoco lo considera un problema.
Por el momento, no se plantea someterse a una intervención quirúrgica, aunque no lo descarta por completo en el futuro. Actualmente, tiene otros objetivos en su vida en los que prefiere centrarse y el exceso de piel no es una prioridad en este momento. Se enfocará en seguir cuidando y mimando el nuevo cuerpo que ha logrado y con el que se siente tan feliz