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20+ Fotos “arruinadas” por una perrita shiba inu que conquista Internet (su dueña nos contó su historia)
Tomar una buena foto de grupo suele ser un poco complicado, ya que nunca falta ese amigo o familiar que se hace el chistoso y no deja de hacer caras, o la que siempre cierra los ojos en cuanto se dispara el flash. Si añadimos a esta ecuación lo difícil que resulta tomar fotos de animales, podríamos entender las dificultades por las que pasa la dueña de estas hermosas shiba inu. Pero lo más curioso de todo es que en este caso es siempre Hina, la hermanita blanca, la que encuentra la forma de “arruinar” las fotos de la manera más adorable posible.
Genial.guru pudo conversar con la humana detrás de estas hermosas perritas para conocer la historia de cada una de ellas y recopiló algunas de las mejores imágenes, en las que queda claro que siempre habrá alguien que no puede posar bien en ninguna foto grupal. ¡No te pierdas el bono al final de la nota!
Yoko es la mamá/dueña/fotógrafa de estas perritas
Yoko Kikuchi es una instructora de yoga japonesa que vive en Hong Kong y, aunque ahora es la orgullosa “mamá” de Kikko, Sasha, Momo y Hina, nos confesó que antes de tener a estas shiba inu, nunca le habían gustado mucho los perros: “Pensaba que los perros olían mal, que eran sucios, que ladraban todo el tiempo y por lo tanto serían un problema”. Tanto su esposo como su hijo siempre habían querido tener perros, pero respetaban su idea y esperaban que cambiara de parecer algún día.
Una llamada que cambió su vida para siempre
La vida de Yoko y su familia dio un giro con una llamada que recibió su esposo mientras se encontraban en Japón visitando a unos familiares. Un amigo le pidió que cuidara por unas semanas a una shiba inu que no tenía a dónde ir, ya que había sido rechazada por cuatro familias. Y si realmente no les gustaba Kikko (que era el nombre de esta perrita café), podrían devolverla. Yoko sintió tanta pena que no pudo decir que no, y a raíz de esta propuesta incluso consideró que tal vez ya era tiempo de darle gusto a su familia y tener un perro.
Y así llegó Kikko a sus vidas
Así, en abril de 2013 y con 6 meses de edad, llegó Kikko a la casa de los Kikuchi. Y aunque durante los primeros meses, los límites para la nueva integrante estaban bien establecidos, en una oportunidad en que su hijo y su esposo tuvieron que estar fuera del país durante todo un mes, Yoko tuvo que quedarse con Kikko a solas en su casa de Hong Kong. Una noche, su esposo y su hijo la llamaron para saber qué hacía, y Yoko les contestó que estaba por irse a la cama a dormir con Kikko. ¡Esta shiba inu había cruzado todos los límites! Pero como Yoko misma nos explica: “Desde entonces me convertí en una amante de los perros, ya que Kikko nunca olió mal, no ensucia y tampoco ladra. Ella ha sido un ángel y nos trajo mucha alegría”.
Según su dueña, Kikko, con sus 8 años ya cumplidos, es la líder de la manada, sus tres hermanas pequeñas la escuchan y le obedecen. Es muy leal, de carácter fuerte y le encantan sus pelotas. 🎾
Fue tanto el amor que Kikko inspiró en sus dueños que llegó el momento de compartirlo con otra shiba inu
Un año y medio después de la llegada de Kikko, Yoko le comentó a su esposo que estaba lista para un segundo perro. Al contactarse con el criador de Kikko, este les respondió que recién había nacido una hermana de Kikko, quien se convirtió así en su segunda perrita, una shiba inu negra a la que nombraron Sasha, en honor a una pastora alemana que había tenido el esposo de Yoko en su juventud.
Sasha ahora tiene 6 años y su apodo es “Princesa”, ya que siempre actúa como toda una modelo. Incluso, casi se queda en Japón para convertirse en perro de exhibición. Es juguetona y muy cercana a Kikko. Les tiene miedo a los truenos, así que durante las noches de tormenta... ¡nadie duerme!
Yoko quería una shiba inu blanca para completar la familia, pero el destino le puso otras cuatro patitas en el camino
Una shiba inu café, una negra y una blanca completarían el sueño de Yoko y su familia. Así que se contactaron nuevamente con el criador, quien les explicó que los perros blancos de esta raza eran bastante raros, y más aún en el caso de las hembras. Así que luego de más de un año de espera, el criador les comentó que había nacido otra shiba inu, pero era negrita. Yoko viajó hasta Japón para conocerla y simplemente se enamoró de ella. De esta manera renunciaron ya a la idea de tener una shiba inu blanca y le dieron la bienvenida a Momo.
Ahora Momo tiene 5 años y su apodo es “Exploradora”, ya que le encanta perseguir gatos y pájaros. Puede ser muy juguetona o muy tranquila. Le encantan los humanos, así que cualquier persona que conoce a Momo instantáneamente se enamora de ella.
Finalmente sí llegó una shiba inu blanca a la familia, una incorporación muy especial
Después de unos 3 meses de la llegada de Momo, el criador los llamó y les dijo que había nacido una shiba inu blanca. Al principio el esposo de Yoko no aceptó, ya que 4 perros podrían ser demasiado para ellos. Él es quien se ocupa del entrenamiento, de la mayoría de los paseos y de los baños, y Yoko es la encargada de cocinarles. Así que renunciaron a ella y el criador tampoco los presionó. Sin embargo, Yoko no podía dejar de pensar en ella, así que le rogó a su esposo para poder tenerla y él finalmente aceptó. Así llegó Hina a la familia y se hicieron dueños de 4 perritas.
Hina, la estrella del momento
En palabras de su dueña, Hina es una sinvergüenza. Con sus cinco años, es la más joven de las cuatro y su apodo es “Destructora”, ya que le encanta morder zapatos, cables, auriculares, etc. Pero ya está mejorando. Y aunque en realidad no lo parece, como nos cuenta Yoko, Hina es la más obediente, pasea siempre sin correa y es muy tímida con los humanos, ¡pero ama a todos los perros (pequeños y grandes)!
Las cualidades de los shiba inu
Al preguntarle a Yoko qué es lo que más le gusta de esta raza de perros, nos respondió: “Nuestras cuatro niñas son muy obedientes, juguetonas, inteligentes y tienen un tamaño muy conveniente. Además son muy limpias, no desprenden un olor fuerte, por lo que no es necesario bañarlas seguido”.
Qué pasa detrás de cámaras en todas estas fotos que se logran de Hina y sus hermanas
Según Yoko, Hina no arruina las tomas con sus hermanas a propósito. Simplemente, bosteza mucho durante las sesiones de fotos y su dueña consigue capturar esos momentos. “Tomo tantas fotos, que siempre me hace reír mucho cuando estas cosas suceden”, comentó la mamá y fotógrafa de estas cuatro preciosas y peludas modelos.
Una popularidad que sigue creciendo
Yoko nos contó que al empezar a subir las fotos de sus perritas, tenía unos 73 000 seguidores en su cuenta de Instagram, pero que ahora superan los 113 000, y todo gracias a Hina y sus ocurrencias. Su dueña recalcó: “Algunos de sus seguidores incluso piensan que Hina es toda una actriz. 😂”
Los perros nos pueden enseñar tantas cosas
Al preguntarle a la humana de estas perritas qué ha aprendido de ellas, sin dudarlo nos dijo: “En primer lugar amor, un amor incondicional. También responsabilidad y siempre vivir el momento, todo esto además coincide con la filosofía del yoga que practico y enseño”.
Bono: Hina siempre encuentra la forma de resaltar en las fotos, pero sigue siendo la hermanita menor que todos adoran
Si quieres ver más fotos con las ocurrencias de Hina y sus peludas hermanitas, puedes visitar también su página de Facebook. ¿Qué te parece la popularidad que está ganando Hina? Y tú, ¿te animarías a compartir esas fotos que tus mascotas “arruinaron” haciéndolas mucho mejores?
Comentarios
Creo que a Hina no le gustan mucho las fotos XD
Me sorprendió que pasase de no querer perros a tener 4 :)