Hombre ciego fue echado de un gimnasio por “mirar” a una mujer
Percibir el mundo a través de otros sentidos no nos hace tan diferentes; al fin y al cabo, todos somos humanos. Aun así, ser invidente implica enfrentar una multitud de obstáculos en la búsqueda de independencia y aceptación. Con el objetivo de generar conciencia, un hombre ciego compartió su experiencia al ser expulsado de un gimnasio tras ser acusado de “mirar” fijamente a una mujer.
El futbolista y creador de contenido, Toby Addison, compartió una situación incómoda que vivió en un gimnasio hace algunos años. Mientras realizaba su rutina de ejercicio, escuchó a una mujer decir: “¿Te gusta lo que ves?”
En ese instante, Toby solo pensó en quién podría ser la persona irrespetuosa que estaba haciendo sentir incómoda a esa pobre mujer, pero pronto se dio cuenta de que ella se dirigía a él. La experiencia fue impactante, pues nunca imaginó que sería acusado de mirar fijamente a alguien cuando en realidad era él quien no podía ver.
Recientemente, muchas mujeres graban a los hombres que las observan o las siguen en el gimnasio para mostrar la incomodidad que esto les genera. Pero este no era el caso con Toby. Tras el incidente, se disculpó diciendo: “Lo siento, no quería incomodarte. Soy ciego. No te estaba mirando, simplemente estaba mirando a la nada”.
A pesar de las explicaciones, la mujer no le creyó y alegó que su mirada era inquietante. Decidió buscar a un empleado del gimnasio, quien tomó la decisión de expulsarlo. Afortunadamente, en ese momento Toby contaba con la compañía de un amigo y en su gimnasio actual no ha tenido problemas ni con el personal ni con los demás usuarios.
Aquí se destaca la necesidad de empatía y comprensión en situaciones como estas. Aunque hubo quienes argumentaron que la mujer tenía derecho a acercarse si se sentía observada, Toby sostiene que la mujer debería haber aceptado su explicación y disculpa, intentando entender su perspectiva.
Su historia nos enseña a superar los prejuicios, valorar la diversidad y reconocer la capacidad de adaptación que todos poseemos. Nos recuerda que, en lugar de juzgar rápidamente, debemos esforzarnos por intentar comprender al otro.