Hombre de 101 años finalmente se gradúa de la universidad gracias al tierno gesto de su hija

Para muchas personas, la ceremonia de graduación de la universidad es un hito inolvidable, por lo tanto, hacen todo lo posible porque todo sobre ese día sea perfecto. Sin embargo, hay quienes, por cuestiones de la vida, son privados de esta experiencia y, por ende, sienten un vacío interno difícil de llenar. Esto fue lo que notó la hija de Frederick Taylor, quien sorprendió a su padre de 101 años de edad, cuando le ofreció la oportunidad de asistir a su ceremonia de graduación, tras habérsela perdido 80 años atrás.

Esta inspiradora historia de superación comenzó hace 80 años, cuando Fred Taylor, de 101 años de edad, tuvo que interrumpir su último año de estudios superiores para ir a apoyar a su país en el último conflicto bélico más importante de la historia moderna, la Segunda Guerra Mundial.

Así, Fred se vio obligado a continuar su vida sin haber gozado de una ceremonia de graduación para ostentar el título de Músico con la que alguna vez soñó. No obstante, después del conflicto, Fred retomó su vida con normalidad, se casó y tuvo una hija quien, más tarde, haría todo lo posible porque Fred cumpla su sueño de tener una verdadera ceremonia de graduación.

Linda, su hija, crecería para convertirse en una maestra de universidad y, por lo tanto, este tipo de ceremonias formaban parte de su vida cotidiana. Es por esto que, el hecho de que su propio padre se haya visto privado de esta experiencia, caló aún más profundo en su corazón.

Por esto, Linda decidió preparar una sorpresa para su padre, que no solo le cambiaría la vida, sino que lo convertiría en un modelo a seguir para muchos. Así, un día, Linda apareció en la puerta de su padre con un par de tickets de avión para viajar hacia la universidad donde estudió, para cumplir su sueño frustrado de recibir su diploma en una ceremonia oficial.

Linda confesó que la única razón por la que tuvo esta iniciativa, era porque quería ver a su padre, a una de las personas que más ama en el mundo, feliz y, por suerte, tuvo mucho éxito. “Linda había mencionado esta idea hace mucho tiempo, pero fue una gran sorpresa para mí que en verdad lo haya llevado a cabo, así que claro que me sorprendió. Estoy muy emocionado al respecto”, comentó Fred.

A pesar de que el veterano cumplió todos los requerimientos para culminar su programa de estudios, nunca pudo tener la experiencia de una graduación, pues el día en que se supone que debía hacerlo, tuvo que unirse a las Fuerzas Armadas en febrero de 1943 para someterse a un entrenamiento básico antes de convertirse en un verdadero soldado. “Realmente se sintió como que esa etapa en mi vida se quedó incompleta cuando tuve que dejar Cornell en mi último año”, se lamentó el flamante graduado.

Mientras, su padre fue llamado a recoger su diploma universitario. Y así culminó su paso por la universidad, sin pena ni gloria. Sin embargo, existe algo de su experiencia universitaria que nunca podrá olvidar, puesto que fue allí donde conoció al amor de su vida, y la mujer que se convertiría en su esposa, Peggy Newberg. “Cornell moldeó el resto de mi vida, de hecho. Desde mi trabajo y ocupación hasta encontrar a Peggy ahí. Esa universidad fue extremadamente importante para mí”, dijo Fred.

Después de concluir su servicio como soldado, en el otoño de 1945, Fred finalmente pudo dejar todo ese mal rato atrás, y continuar con su vida. Así que decidió sacar un Máster en educación de música por la Universidad de Drake y, desde entonces, se convirtió en profesor de música hasta jubilarse.

Ahora, que pudo asistir a su ceremonia de graduación gracias a su hija, Fred siente que finalmente puede dar por terminado ese capítulo en su vida. “Me tomó 80 años, pero valió la pena”, comentó.

Por su parte, la Universidad de Cornell realmente se alegra de poder ayudar a cumplir este sueño. Jhonathan Brand, presidente de la institución, incluso afirmó que Fred es “un emblema de lo que tratamos de lograr y de lo que esperamos ver en todos nuestros estudiantes y graduados”.