No se separó de su esposa aunque ella estuvo 31 años en coma

“Prometo amarte en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe” es una de las promesas que se hacen al pie del altar y que, desgraciadamente, cada vez menos se cumplen. Pero no es el caso para Angelo, quien estuvo al pie de la cama de su esposa durante 31 años que permaneció enferma. Su peculiar historia de amor nos ayuda a creer que aún hay personas capaces de cumplir sus promesas.

En 1990 Angelo Farina y Miriam Visintin se casaron después de conocerse en una discoteca en Mussolente (Vicenza, Italia) y llevar una soñada relación de noviazgo de varios años que culminó en la ceremonia.

Año y medio después, en 1991, Miriam entró en coma después de sufrir graves heridas en la cabeza por un accidente. Su automóvil perdió el control sobre una superficie congelada y chocó contra un poste. Esa sería la segunda Navidad que la pareja pasaría juntos como matrimonio.

Los médicos le dijeron a Angelo después del accidente que su esposa probablemente no sobreviviría a la noche.

Él dijo: “Cuando me casé con ella, juré estar a su lado en las buenas y en las malas”. Miriam fue trasladada de un hospital a otro y los médicos describían su estado como coma apálico con un 95% de compromiso cerebral, eso no afectó Angelo quien siempre la consideró su esposa y permanecía a su lado.

Sin importar los desafíos y las restricciones, Angelo tomó la determinación de permanecer a su lado, brindándole cuidado durante un extenso periodo de 31 años.

A lo largo de ese período, Angelo acudió a visitar a Miriam diariamente, menos por los dos años en los que la cuarentena obligada lo impidió. ’"Iba todos los días, durante la pausa del almuerzo, por lo menos 15 minutos. A veces me las arreglaba para ir incluso por la noche“, dijo a un diario italiano. “Si fuera necesario lo haría todo de nuevo”.

Durante las visitas, Angelo compartía con Miriam, todo lo que sucedía en el día y las noticias importantes. Aunque no se detectaban señales en el cerebro, Angelo percibía pequeños indicios que denotaban una conexión más allá de la física con ella.

Ël la acariciaba, le hablaba, ponía la música que le gustaba. De vez en cuando, Miriam hacía gestos faciales y llegaba incluso a derramar lágrimas.

A lo largo de los años Angelo ha rehecho su vida con otra mujer, ha tenido hijos, pero siempre ha estado cerca de su primer gran amor, hasta el 10 de mayo de este año.

Miriam, que nació en la localidad veneciana de Riese hace 57 años, llevaba dos meses hospitalizada en Bassano del Grappa por un derrame pleural. Angelo dio el último adiós a su amada, con la que pasó una vida a su lado pero sin poder vivirla.

En mayo después de 31 años en estar en esa situación sin mejoría alguna, Miriam falleció de un paro cardíaco: “Por fin tuvo paz para esta injusticia... Por fin está allá arriba en paz y en el paraíso”.

Continuó: ’Habíamos estado casados ​​solo un año y medio cuando ocurrió la tragedia. Éramos tan jóvenes y teníamos tantos proyectos... el destino ha sido cruel con ella. Ella no se merecía todo esto."

Cuando se le preguntó si había pensado en adelantar el final de su esposa, Angelo afirmó que nunca hubiera decidido por Miriam, incluso si ella estaba muy cansada.

Honró sus deseos hasta el último momento y señaló que si ella hubiera dejado algún documento o expresado sus deseos en vida, todo podría haber tomado un rumbo distinto.

La noticia conmocionó a la comunidad de Cassola, Vicenza e incluso la alcaldesa habló acerca de la noticia: ’Lo que me impactó mucho, además de la tragedia de una vida vegetativa que duró 31 años, es la cercanía de su esposo, perpetuada en gestos de amor cotidianos durante tanto tiempo.

En un mundo muy egocéntrico, este ejemplo da razones para creer que la humanidad todavía existe".

Esta historia es una gran lección que da esperanza en medio de tantas relaciones rotas y promesas sin cumplir. Otras historias que inspiran son las que han tenido algunos famosos, como Bruce Willis quien en estos momentos de enfermedad siente el apoyo sin par de su esposa. O el caso de Bradley Cooper quien se ha dedicado a cuidar a su madre en los últimos años, o el emotivo caso de Michael J. Fox quien ha encontrado en su esposa, Tracy, una ayuda idónea en el Parkinson que padece.