17 Historias de regalos que comenzaron raro... ¡y terminaron siendo inolvidables!


El concepto de que nuestro organismo acumula desechos tóxicos como una tubería tapada ha dado pie a una industria millonaria fundamentada en un error fisiológico básico. El colon no es un depósito sucio; al contrario, se trata de un ecosistema autónomo muy delicado. Interferir en él con la creencia de que lo estamos limpiando frecuentemente causa más desorden que limpieza en un entorno diseñado para cuidarse solo.
El contenido proporcionado es solo para fines informativos y no pretende sustituir el consejo, diagnóstico ni tratamiento médico profesional. Siempre consulte a su médico u otro profesional de la salud calificado si tiene alguna pregunta sobre una afección médica.

La principal equivocación de la limpieza del colon es creer que el organismo requiere un “lavado a presión” regular para desprenderse de “toxinas viejas” y “mucosidad pegajosa”. Esta convicción se fundamenta en la teoría de la autointoxicación, que fue desacreditada y desarrollada en el siglo XIX; ella postulaba que las heces no excretadas contaminaban el organismo.
Lo cierto es que el colón es el hogar de una especie de “bosque invisible”: la microbiota intestinal.


La limpieza artificial del colon (hidroterapia o enemas de gran volumen) tiene efectos similares a los de un desastre natural en dicho ecosistema.
El proceso no solo expulsa las heces, sino que la doctora Yaima Guerrero de la Rosa, especialista en Coloproctología, señaló que también destruye la flora bacteriana beneficiosa cuando se introduce una gran cantidad de líquido, particularmente con aditivos como hierbas o café (que incrementan los riesgos). Esto hace que el intestino sea vulnerable:

¿Qué otro procedimiento extendido conoces que no es recomendable?











