Los secretos que se esconden en tus playlists podrían revelar más sobre tu salud mental de lo que crees

Psicología
hace 6 horas

Todos tenemos una canción favorita, una canción para celebrar los buenos momentos y otra que nos acompaña en nuestros momentos más difíciles. Pero, aunque puede ser arbitrario, las canciones que escogemos para complementar nuestro día a día esconden más sobre nuestra personalidad y salud mental de lo que creemos en un principio. La música tiene el poder de acompañar nuestras emociones, pero también puede mejorar nuestro estado de ánimo, los procesos cognitivos y ayudarnos a entendernos mejor a nosotros mismos y al mundo. Tu playlist de todos los días es una ventana al interior de tu personalidad, y aquí te contamos algunas de las cosas que podemos aprender de ella.

1. Tu personalidad y los géneros que escuchas van de la mano

Un estudio del 2010 reunió a más de 36 mil participantes para reunir información sobre la relación entre la personalidad y los géneros musicales a los que nos sentimos atraídos. El estudio tomó en cuenta los 5 aspectos principales de la personalidad, y estos fueron los resultados:

  • Si eres extrovertido y prefieres lo convencional, puede que te sientas más atraído al pop y la música popular. El estudio encontró que las personas que escuchan este género son trabajadores y tienen alta autoestima.
  • Aunque los fans de la música rock y heavy metal pueden parecer agresivos y rudos a primera vista, sus personalidades tienden a ser más amables, creativas e introvertidas. Quienes escuchan rap también suelen proyectar una imagen completamente opuesta a sus personalidades, pues son más extrovertidos que admiradores de otros géneros.
  • Quienes escuchan música clásica tienden a ser más introvertidos, tranquilos y creativos. Por otro lado, los fans de géneros como el jazz y el blues suelen ser más extrovertidos, aunque la creatividad y la inteligencia no faltan.
  • La música country suele tratar temas de desamor, pero el estudio encontró que quienes disfrutan de este género, rara vez tienen problemas de este tipo, además de ser personas trabajadoras y extrovertidas.
  • Si lo tuyo es la música indie, quizá seas una persona introvertida, altamente creativa e intelectual; y si lo que te gusta es el género dance, entonces puede que seas extrovertido y estés abierto a intentar nuevas experiencias.

2. La música puede ayudar a mejorar tu estado de ánimo

Un beneficio respaldado por diversos estudios, la música puede mejorar tu estado de ánimo y mantenerte feliz por diversos motivos. Por un lado, puede ayudarte a crear vínculos, por ejemplo, al conocer a personas con gustos similares en un concierto, y también puede reforzarlos al compartir tus canciones favoritas con tus amigos cercanos. Bailar al ritmo de una canción también puede subirte el ánimo, pero combinarla con ejercicio o una caminata también puede tener un efecto positivo.

3. Cómo procesamos información también puede tener un impacto en la música que escuchamos

Un estudio sugiere que la forma en que procesamos el mundo también impacta la manera en que disfrutamos la música y los géneros que más nos gustan. De acuerdo con este estudio, hay dos formas de procesar información: empatizando y sistematizando. La primera se trata de leer las señales sociales, mientras que la segunda se basa en las preconcepciones de cómo deberíamos responder.

Quienes empatizan disfrutan de música más tranquila, pero llena de emociones, como puede ser el indie, country y folk. Por otro lado, quienes sistematizan tienden a preferir estructuras complejas, como la composición de una pieza clásica, pero también canciones intensas que los llenes de energía.

4. La música puede mejorar la calidad del sueño

Si quedarte dormido te cuesta trabajo, quizá poner un poco de música antes de dormir sea la solución. Estudios han encontrado que escuchar música antes de dormir no solo mejora la calidad del sueño, sino que reduce el tiempo que toma caer en un sueño profundo. Una playlist con canciones tranquilas pueden reducir el ritmo cardiaco y la presión arterial, y la música en general puede ser una buena distracción de tus propios pensamientos y crear un ambiente relajante, ideal para la hora de dormir.

5. La edad también puede impactar tus gustos

Los gustos musicales tienden a consolidarse durante la adolescencia, por eso no debería sorprendernos que a pesar del paso del tiempo, seguimos amando las canciones que más escuchamos durante nuestras juventudes. Algunos estudios incluso señalan que las canciones que recordamos mejor son aquellas que escuchamos entre los 10 y los 30 años. Si alguna vez te encuentras en un karaoke con tus amigos de la infancia, pon a prueba tu memoria y revive aquellos momentos con una de sus canciones favoritas de ese entonces.

6. La música puede mejorar la memoria

Un estudio encontró que la música clásica ayuda a mejorar la memoria y el razonamiento espacio-temporal, el cual es esencial a la hora de tomar decisiones y resolver problemas. Por otro lado, otros géneros musicales, como el pop y el jazz, también ayudan a mejorar la memoria al subir el estado de ánimo. Por si eso fuera poco, la música también puede contribuir a la memorización mediante la regla mnemotécnica, a través de la cual recordamos información al asociar un ritmo o melodía con ella.

7. La música que escuchas puede ayudarte a definirte

Encontrar nuestro género musical favorito puede ser tan fácil como descubrir nuestra primera boy band en la adolescencia o saltar de un género a otro durante años en busca de lo que más resuene con nosotros. Sea cual sea el caso, todas las canciones que escuchamos pueden ayudarnos a definir quiénes somos, o en algunos casos, lo que no somos. Por eso, la música puede ser esencial durante la adolescencia, nuestros años formativos, pues incluso las canciones con letras cuestionables pueden empujarnos en la dirección correcta y ayudarnos a encontrar gente con gustos en común.

8. También ayuda a mejorar otros procesos cognitivos

Un estudio sobre el impacto de la música en los procesos cognitivos reveló que escuchar melodías tranquilas, como piezas clásicas o jazz, de fondo mientras estudiamos o trabajamos puede ayudarnos a obtener mejores resultados. Las mejoras en la memoria y el aprendizaje pueden ser debido a la naturaleza repetitiva de la música, que ayuda al cerebro a formar patrones que son fáciles de recordar.

9. Tu canción favorita tiene una razón de ser

Esa canción que repites todos los días al menos una vez, que sin importar el tiempo que pase te llena de emociones como la primera vez, es más que un reflejo de tu personalidad. Cada vez que la escuchas, tu cerebro libera dopamina, la molécula de la felicidad, y te hace sentir bien durante los tres minutos que dura la canción. Tenerla en repetición constante es como tener una fuente de alegría constante e inagotable.

Otros factores que determinan lo mucho o poco que te puede gustar una canción los definen académicos que han buscado la conexión entre personalidad y música durante décadas, y son:

  • El nivel de energía: las canciones de metal tienden a elevar tus niveles de energía con sus ritmos acelerados y sus solos de guitarra, mientras que una canción acústica puede ayudar a calmarte y mantenerte relajado.
  • La valencia: se refiere a las emociones que transmite una canción. Aquellas con valencia alta pueden hacerte sentir alegre, y lo opuesto sucede con una valencia baja.
  • La profundidad: si tu estado de ánimo se presta para pensar profundamente, lo mejor es buscar canciones con mucha profundidad. Al contrario, melodías con poca profundidad son ligeras y fáciles de digerir.

10. La música puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad

Estudios sobre el tema han revelado que la música ayuda a manejar mejor el estrés; quienes escuchan música tienden a recuperarse más rápido después de una situación estresante. También han descubierto que la música a una frecuencia alta es la mejor manera de reducir el estrés, al reducir el nivel de cortisol y elevar la oxitocina.

Otros estudios encontraron que escuchar música puede ser una manera accesible y efectiva de reducir los niveles de ansiedad y tratar problemas de salud mental como la depresión. Sin embargo, no toda la música es de ayuda. La mejor opción tiende a ser la música clásica, mientras que géneros como el metal pueden tener los efectos contrarios.

11. Nuestros gustos musicales nos conectan con gente de todo el mundo

Los vínculos entre la personalidad y los géneros que solemos escuchar no están limitados a una sola región del mundo. Un estudio de la Universidad de Cambridge encontró que las personas extrovertidas de todo el mundo gravitan hacia los mismos géneros, y lo mismo puede decirse de los introvertidos. Esto quiere decir que si alguna vez te encuentras viajando y quieres hacer amigos, iniciar una conversación sobre música podría ser la clave para encontrar a alguien con tus mismos gustos.

Sin embargo, el mismo estudio encontró que la ubicación geográfica también podría tener un impacto en la música que escuchamos. Por ejemplo, los habitantes de zonas cálidas tienden a preferir ritmos que se puedan bailar, aunque puede haber más factores en juego que el clima de una región para determinar estas preferencias.

12. Escuchar música triste puede ayudar más de lo que crees

Puede parecer una contradicción, pero un estudio del 2023 encontró que escuchar música triste cuando nos sentimos decaídos puede ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo. Si bien este tipo de música puede evocar sentimientos negativos, también despierta un sentimiento de conexión entre quien escucha y la canción. En otras palabras, el poder de la música triste o melancólica para mejorar el ánimo no depende de las emociones que evoca, sino de crear un puente entre el artista y la persona que disfruta su música. Es como si la canción estuviera diciendo “te entiendo y no estás solo”, ofreciendo confort y acompañamiento.

13. Todos experimentamos la música de diferente manera

Aunque hay canciones que parecen evocar un sentimiento universal en todos, la realidad es que todos experimentamos la música de formas distintas. Lo que para unos puede ser una canción ideal para bailar, para otros puede ser la música de fondo de una sesión de llanto. Esto puede ser porque algunas canciones están ligadas a ciertos recuerdos; si lo que vive en nuestra memoria nos causa tristeza, entonces no importa tanto el ritmo de la canción. La música es una experiencia personal, y todos tenemos nuestra propia forma de disfrutarla.

Las canciones que escuchamos no solo nos acompañan en el momento, sino que forman parte de nuestra personalidad y pueden jugar un papel importante a la hora de recordar un momento, liberar nuestros sentimientos y encontrarnos a nosotros mismos. Piensa en tu canción favorita, ¿qué dice de ti? ¿Qué canción crees te describe mejor?

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