Cuando chocan dos personas dispuestas a mantenerse firmes y a defender sus límites personales hasta la última, el final es impredecible. La protagonista de nuestro artículo de hoy se niega a transigir con su terca hermana y no se deja manipular. Y tiene una buena razón para ello: su boda.
Me caso en octubre. Va a ser una boda discreta, solo para nuestros seres más cercanos. El problema surgió cuando se enteró mi hermana Lisa, con la que tengo una relación tensa por muchos motivos.
Enviamos las invitaciones a todo el mundo el mes pasado. La ceremonia empezará a las 13.30 y pedimos a los invitados que llegaran a las 13.00 horas. Vamos a celebrar la boda en nuestra propia ciudad, y a la mayoría de la gente (incluida Lisa) le es muy conveniente.
Pero me dice que esa hora no le va bien por el horario de siesta de su hijo de dos años. Según ella, se duerme a las y no quiere despertarlo para nuestra ceremonia porque se pondría de mal humor. Bueno... No tengo hijos todavía, pero es una razón un poco tonta, ¿no?
Le pregunto si puede encontrar a alguien que cuide a su hijo y me dice: “No, porque todas las personas a las que podría confiar el bebé estarán también en tu boda”. Le sugiero que venga al menos después de la ceremonia, pero vuelve a negarse y dice que si no va a estar en la ceremonia, no irá.
En fin, Lisa dijo que no podía asistir a nuestra boda a menos que cambiáramos la hora. Intenté convencerla de que era imposible, pero se ofendió y me dijo que no iba a ir. Yo también me sentí dolida y le colgué el teléfono.
Un par de días después, me llamó preguntando qué había decidido. Le recordé que no íbamos a cambiar la hora. Y entonces soltó lo siguiente: “¡Espero que estés contenta de que no asistamos! Todo el mundo te preguntará por qué no estamos allí y tú les dirás que es porque no querías transigir”. Le contesté bruscamente que el mundo no giraba en torno a ella y a su hijo, me insultó y bloqueó mi número. Ahora mi madre insiste en que nos reconciliemos, pero yo no tengo ganas.
¿Quién tiene razón y quién no? Nos parece que una boda es ante todo el día de los recién casados, por lo que tienen derecho a hacer lo que quieran. Pero tampoco está bien ofender a la familia.
Aun así, nuestra protagonista no es la única: tenemos toda una colección de historias sobre bodas que superarían a muchas películas en términos de intensidad de las pasiones.
Cuando se organiza un evento se hace con anticipación porque hay que reservar salón, iglesia, decoradores, comida etc. Y eso se hace con meses de anticipación, Es imposible hacer cambios a última hora ni de día ni de horario porque por ej el salón puede estar comprometido con otros eventos, la hermana actúa con Mucho egoísmo hay maneras de que el niño duerma sin interrumpir usando un Moisés por ejemplo.
