La escritora del libro “Comer, rezar, amar” vivió una hermosa historia de amor después de la que se mostró en la película
Conocimos la historia de la escritora Elizabeth Gilbert con su novela autobiográfica Comer, rezar, amar, que se convirtió en éxito mundial y dio paso a una película. En el libro nos habló sobre su camino para reencontrarse con la comida, la espiritualidad y ella misma, cosas que la llevaron a volverse a enamorar. Pero ¿qué pasó después de su aventura por el mundo y del éxito que vino con ello?
En Genial.guru te contaremos de la vida de Elizabeth, la autora, después de escribir el libro.
Si leíste el libro o viste la película Comer, rezar, amar, sabrás que al final, Liz volvió a apostar por el amor y decidió seguir su camino junto con el hombre del que se enamoró en Bali. Sin embargo, la vida sigue su curso aún después de los créditos finales de una cinta, y para esta relación, después de unos años, también hubo un fin. Ella y Jose Nunes, el empresario brasileño que conocimos a través de las páginas y de una pantalla, terminaron su matrimonio de 9 años.
Antes del divorcio, ella era muy abierta sobre su matrimonio, e incluso hablaba de él en entrevistas. Se la notaba feliz, se oía feliz. Pero las cosas cambian y el amor puede nacer en otros lados. La felicidad se puede encontrar en distintos lugares, incluso en caminos que ya conocemos. Eso fue lo que le pasó a Liz, quien se volvió a enamorar y tuvo que ponerle fin a lo que en algún momento fue un feliz matrimonio.
Liz se dio cuenta de que estaba enamorada de su amiga, Rayya Elias, cuando le dijeron que esta tenía cáncer. En ese momento lo supo. Liz publicó en su cuenta de Facebook un comunicado sobre esto, diciendo: “La muerte —o el prospecto de la muerte— tiene una manera de aclarar todo lo que no es real. En ese espacio de cruda y absoluta realidad, me enfrenté con esta verdad: yo no solamente amo a Rayya, estoy enamorada de ella. Y no tengo más tiempo para negar esa verdad”.
Liz y Rayya habían sido amigas por más de 15 años. Ella la había acompañado en momentos importantes de su vida, y ahora Liz la acompañaría a ella en ese sendero. Y así lo expresó: “Rayya y yo estamos juntas. La amo, y ella me ama. Caminaré a través de este camino del cáncer con ella, no solo como su amiga, sino como su compañera. Estoy exactamente donde debo estar, el único lugar donde puedo estar”.
Cuando salió a la luz su relación, Liz describió a Rayya como su modelo, su acompañante de viajes, su fortaleza y su confidente. Siempre hubo cariño entre ellas, pero jamás pensaron que fuera algo más que amistad. Hasta que se dieron cuenta. Sin embargo, nadie de su círculo cercano se notó sorprendido.
En una entrevista con Oprah, Liz comentó que la reacción de las personas que las conocían definitivamente no fue de sorpresa. Al contrario, algunos incluso creyeron que había algo secreto entre ellas por años. Otros dijeron que era lo más obvio, tan obvio que se preguntaban cuándo Liz y Rayya se iban a dar cuenta.
Ella declaró que la razón por la que habló de su relación con Rayya fue porque necesitaba poder caminar a cualquier habitación en el mundo con ella a su lado, sentirse lo suficientemente relajada para pararse cómoda y estar abierta sobre lo que realmente eran.
Liz expresó: “Claro, podría pretender que Rayya es solamente mi mejor amiga, pero eso sería solo eso: pretender. Y pretender es degradante, te hace débil y te confunde, y también es mucho trabajo. Yo ya dejé de hacer ese tipo de trabajo”.
Ellas celebraron una pequeña ceremonia en nombre de su amor y la pasaron felices junto a un pequeño grupo de seres queridos. Pero los buenos momentos pronto se oscurecieron un poco por la enfermedad de Rayya. Aun así, Liz estaba dispuesta a estar ahí para ella y a acompañarla en los días buenos y malos.
Lamentablemente, la lucha contra el cáncer de Rayya terminó en enero de 2018, cuando ella partió de este mundo, dejando a Liz con el corazón roto. En una entrevista expresó que “el dolor te golpea en momentos extraños, y hay desencadenantes raros para ello”.
Liz ha vuelto a escribir, ha estado haciendo mucho trabajo personal de introspección y ya volvió a dar pláticas para lectores. En general, se la ve tranquila y feliz. La fortaleza que ha mostrado es indescriptible. Liz es una mujer con una vida fascinante. Sin temor, ha vivido de manera plena, llena de aventuras, comida, viajes y mucho amor. Y, a pesar de lo malo, ella sigue sonriendo.
¿Qué ha sido lo que más te ha gustado de la vida de la escritora Elizabeth Gilbert? Cuéntanos, ¿cómo ha sido tu historia de amor?