La mayor parte de las veces, son los familiares más cercanos quienes nos acompañan tanto en las buenas como en las malas. Sin embargo, aunque el amor entre nosotros sea incondicional, las peleas y los malentendidos suelen ser inevitables. Cuando los problemas surgen, es fundamental que si se involucra alguien fuera del entorno familiar, sea para colaborar con la unión y no con la separación. Sea como sea, el secreto para solucionar los inconvenientes casi siempre es la buena comunicación.
¿Cuál es el malentendido más gracioso que has tenido con un familiar? ¿Qué momentos significativos has vivido con tus hermanos?
En Genial nos gusta la unión familiar y cuando vemos historias en las que hay algún tipo de separación, tratamos de entender la situación y, si es posible, ayudar para que no suceda
- Las relaciones más duraderas suelen ser las que tenemos con nuestros hermanos, ya que compartimos con ellos la niñez, la adolescencia y parte de la adultez; y, en algunos casos, nos seguimos viendo durante muchísimos años más. Por lo tanto, es muy probable que sean ellos quienes más te comprendan. Así, si surge algún malentendido, el simple hecho de hablar debería ser más que suficiente para solucionar el problema.
- Puesto que los hermanos son muy importantes, cuanto más apoyo exista entre ellos, más probable es que la estructura familiar pueda superar los inconvenientes que van apareciendo conforme avanza la vida. La relación que tengamos con nuestros hermanos desde pequeños será fundamental para nuestro desarrollo cognitivo y social durante nuestro crecimiento.
- Entonces, si tenemos en cuenta que justamente es un hermano quien más puede comprendernos, no debería ser difícil hablar desde el corazón acerca de las dificultades y preocupaciones. Como la mayoría de los problemas suceden en el entorno familiar o en casa, la comunicación fluida juega un rol fundamental. Es buena idea escuchar consejos o bien ofrecer nuestra opinión, más aún si estamos directamente involucrados en el conflicto; pero es esencial asegurarnos de que se entienda nuestro punto de vista, ya que no nos gustaría que alguien llegue a conclusiones erróneas acerca de nuestras intenciones.