Usuarios encontraron lo que parece una puerta secreta en la Antártida a través de Google Maps

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hace 1 mes

Una extraña formación en el hielo antártico, captada por Google Earth, desató teorías virales en redes sociales. Con apariencia de puerta gigante, el hallazgo cerca de la estación japonesa Showa generó desde bromas hasta especulaciones fantásticas. Pero la ciencia tiene una explicación mucho más sencilla para este enigma visual.

El descubrimiento que intrigó al mundo

Usuarios de Reddit fueron los primeros en notar la estructura en las coordenadas 69°00’50"S 39°36’22"E. La imagen mostraba un rectángulo perfecto en medio del hielo, lo que llevó a comparaciones con puertas de aeronaves o incluso bases secretas.

Los científicos, sin embargo, pronto descartaron estas ideas. Expertos como Bethan Davies, glacióloga de la Universidad de Newcastle, analizaron el área y confirmaron que se trataba simplemente de un iceberg varado. La presencia de otras formaciones similares en la zona reforzó esta conclusión.

La explicación científica detrás del fenómeno

Martin Siegert, del Imperial College London, detalló que el patrón se debe al flujo de hielo alrededor de un obstáculo rocoso, moldeado por vientos catabáticos y ciclos de deshielo. La delgadez del hielo en la región permite que el relieve del terreno influya en estas curiosas formas. No hay tecnología alienígena ni civilizaciones ocultas: solo naturaleza trabajando durante siglos.

John Smellie, vulcanólogo de la Universidad de Leicester, añadió que la “puerta” es en realidad una cresta rocosa expuesta, con acumulaciones de nieve a los lados que marcan la dirección del viento. Con imaginación, puede parecer una puerta, admitió, pero insistió en que se trata de un proceso geológico común.

Por qué la Antártida alimenta tantas teorías

Este no es el primer hallazgo antártico que genera especulaciones. En 2016, una montaña piramidal despertó ideas sobre estructuras artificiales, aunque era solo erosión natural. La lejanía y el misterio del continente blanco lo convierten en un imán para teorías extravagantes, desde bases ocultas hasta portales dimensionales.

Los expertos reconocen el atractivo de estos mitos, pero enfatizan que la realidad es igual de fascinante. La Antártida sigue siendo un laboratorio natural para estudiar el cambio climático y la historia geológica de la Tierra, sin necesidad de inventar relatos fantásticos.

La “puerta” antártica resultó ser una obra maestra de la naturaleza, no de civilizaciones perdidas. Aunque las teorías virales entretienen, la ciencia nos recuerda que el verdadero encanto de la Antártida está en sus procesos naturales, aún llenos de secretos por descubrir. Eso sí: la próxima formación extraña seguramente volverá a encender la imaginación colectiva.

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