Los empleados del sector de servicios contaron historias sobre clientes que son difíciles de olvidar

Historias
hace 6 años

Los que trabajan con personas saben que los clientes nunca dejan de sorprenderte. ¡Hasta parecen competir para ver quién sorprenderá más al empleado! Cada uno de los sujetos de nuestra selección merecen un premio especial: una medalla de oro por mantener la calma en cualquier situación, una recompensa por la mejor escusa, y un premio gordo por la respuesta más inesperada.

Genial.guru ha encontrado en “Pikabu” 11 historias de empleados que recordarán estos momentos durante mucho tiempo. ¡Quizá hasta se las cuenten a sus nietos!

Desarrollo aplicaciones móviles. Cliente:
— Todo es genial, pero ¿puedes hacer que se inicie durante más tiempo?
Yo:
— Pero... ¿para qué?
— Bueno... Para que parezca más sofisticada.
— Emm, está bien.
Extiendo el inicio por 5 segundos. Cliente:
— Ahora es genial, gracias.

***

Tengo un cliente que es el dueño de una pequeña imprenta. Hoy regresó de sus vacaciones y me contó esta historia. Hace un año y medio, le regalaron una hermosa alcancía, la cual colocó en la recepción con una nota de explicación: “Para el café del operador”. Durante todo ese tiempo, ninguno de los clientes dejó un solo centavo. Pero mientras el propietario de la imprenta estaba de vacaciones, su empleado cambió la explicación a “Para todo tipo de necesidades indecentes del operador”. Entonces, en 2 semanas, la alcancía se llenó hasta el borde.

***

Trabajo en una tienda de repuestos de autos. Mi escritorio está al lado de la ventana, y estas dan al estacionamiento frente a la oficina. Llegó un cliente y comenzamos a hacer el pedido, escribiendo lo que él decía:
— Pastillas de freno, discos, aceite...
De repente, se oyó un golpe seco y el sonido del cristal rompiéndose. En la calle, una furgoneta, al girar dando marcha atrás, se chocó con uno de los autos aparcados.
El cliente volvió la cabeza, miró por la ventana y continuó con una voz tranquila:
“... y el faro izquierdo”.

***

Trabajo en una agencia de traducción.
Recibí una llamada de un cliente:
— ¡Hola! ¡Necesito traducir unos documentos de Bélgica para el registro civil urgente! ¿Pueden recibirlos?
Yo:
— ¿En qué idioma están los documentos? El tiempo de traducción depende de eso.
— No lo sé, bueno, los documentos son de Bélgica, ¿entiendes? Bél-gi-ca.
— Pero las lenguas estatales de Bélgica son alemán, holandés y francés. Los documentos también pueden estar en inglés.
El cliente volvió a llamar un minuto después:
— Chica, ¡los documentos están en búlgaro!

Tenía que redactar un contrato para la provisión de servicios mientras la clienta esperaba sentada en una silla a que terminara. Envié el documento para su impresión, pero la impresora no respondía. Me puse nervioso, la apagué y volví a encenderla, pero seguía sin funcionar. Cancelé la impresión, volví a intentarlo, y nuevamente nada sucedió. Entonces, la mujer, al darse cuenta de la situación, se dio por vencida y dijo:
— Soy yo, siempre me sucede lo mismo... Saldré por 5 minutos, y usted intente imprimir los documentos. Se puso de pie y se escondió detrás de la puerta, mientras yo la miraba sin comprender mucho.
En cuanto desapareció, la impresora vibró e imprimió un documento. Unos 5 minutos después, abriendo la puerta, ella se asomó y preguntó:
— ¿Puedo pasar? ¿Ya está todo listo?
— Sí, está listo, pase.

***

A un compañero de trabajo le dieron un rompecabezas armado para que lo enmarcara. Mientras lo llevaban al taller desde la recepción, se desarmó. Entonces tuvimos que volver a montarlo, y eso nos llevó 2 semanas. Pero cuando estábamos a punto de terminarlo, nos dimos cuenta de que le faltaba una pieza. Se nos puso el pelo de punta. ¿Cómo podíamos resolver la situación? Acudimos a una agencia de publicidad que imprimió y cortó la pieza correcta por un dineral.
Cuando el cliente pasó para llevarse el rompecabezas, se quedó desconcertado:
— Aquí me faltaba un fragmento, lo perdieron mis niños durante el montaje.
Mi colega casi se desmayó al escuchar eso.

***

Le preguntamos al cliente:
— ¿Cómo lograste guardar el archivo con un texto negro sobre un fondo blanco para que “pesara” 780 megas?
El cliente, levantando la ceja con arrogancia, dijo:
— Soy diseñador web, sé cómo editar textos.

Trabajo en una empresa que vende persianas. Un día, una pobre abuelita llegó a la tienda. Soy muy compasiva con esta clase de personas y trato de hacerles el máximo descuento posible en nuestros productos. Entonces, cuando ella pidió persianas horizontales clásicas, le dije:
— Su precio es de 1 800 USD.
La abuelita me miró con tristeza en sus ojos y preguntó:
— Hija, ¿puedes hacerme un descuento?
Me gustaría haberle regalado todo lo que había en la tienda a esa pobre mujer, pero solo pude hacerle un descuento del 15 % (es mucho). Entonces, ella dijo:
— Tengo que mostrarle estas persianas a mi hija, voy a enviarle una foto, ¡y sacó del bolsillo su iPhone 7!
P.S. La abuela recibió su descuento al final de todo.

***

Llamamos a una tienda online:
— Buen día, ¿es usted Manuel?
— No, pero cuénteme...

***

Trabajo en un banco. Llamamos constantemente a los clientes con ofertas y les recordamos sobre las fechas de pago. Un día, llamamos a una persona. En el transcurso de la comunicación, descubrimos que estaba realizando una operación en el cajero automático. En ese momento se escuchó el sonido característico cuando el cajero automático te recuerda que debes retirar la tarjeta. Entonces, al escucharlo, una operadora gritó:
— ¡Retire la tarjeta!
El cliente no oyó. La chica repitió otra vez:
— ¡Retire la tarjeta, o se la tragará!
Después de un par de segundos de silencio absoluto, el cliente, con voz asombrada, preguntó:
— Chica, ¿estás dentro del cajero?

***

Trabajo en una tienda especializada en paracord. Para que sepas: el paracord es la eslinga del paracaídas, una cuerda de cordón capaz de soportar un par de cientos de kilos. Actualmente, con paracord hacen cabestros para caballos, collares y arneses para perros y gatos, látigos, etc. Y pulseras de supervivencia, las cuales son un clásico.
Cliente:
— ¿Y qué otros colores tienen?
— “Rosa, tono 1”, “Rosa, tono 2” y rosa, como la pantera.
— Me quedo con el negro. ¿Y qué colores de ganchos americanos tienen?
— De los brillantes — “virus”, “corrosión roja”, “antídoto”, “infección”.
— Qué nombres extraños tienen. ¿Estás seguro de que son americanos? Quizá sean holandeses.

¿Qué historia te pareció más alocada? ¿Alguna vez te ha sucedido algo similar?

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