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Los pros y contras de convertirte en madre a los 40
En la actualidad, cada vez son más las mujeres que retrasan la edad de ser madre por primera vez. Las jornadas laborales, la falta de estabilidad y los cambios que se producen con el paso de los años, hacen que los cuarenta sean denominados "los nuevos treinta". A pesar del cambio de mentalidad actual, son muchas las mujeres que piensan que retrasar el embarazo es un error y un riesgo que no se debe tomar. ¿Están estas mujeres en lo cierto?
En Genial.guru te contamos los pros y los contras que tiene convertirte en madre a partir de los cuarenta, despejando así posibles dudas que surgen en las mujeres en cierta etapa de sus vidas.
¿Cuáles son los pros de tener un hijo a los 40?
1. Mejoras tus habilidades mentales
La mejora de estas habilidades se debe a que, durante el embarazo, los niveles de estrógeno y progesterona aumentan. Este incremento de hormonas provoca un mejor funcionamiento del cerebro, aumentando su efecto en madres con más de treinta y cinco años.
2. Tienes mayor madurez psicológica y emocional
Ser madre a esta edad significa que se ha sopesado mucho la idea de formar una familia. El tomar una decisión tan importante con calma hace que la madre tenga más seguridad en sí misma y en el gran paso que va a dar. Normalmente, con esta edad se tiene más madurez emocional, estabilidad familiar y mayor sentido de la responsabilidad.
3. Tienes niños más sanos física y emocionalmente
Las madres que retrasan tener hijos suelen cuidarse más en los meses de embarazo y lactancia. Esto por supuesto beneficia la salud del bebé. Además, según un estudio sobre la salud de los hijos de madres mayores, estos tenían un 22% menos de probabilidades de lesionarse accidentalmente y un tercio menos de probabilidades de ser ingresados en el hospital. También se descubre a través de este estudio, que estos niños tienen más probabilidades de bienestar emocional y, que su desarrollo del lenguaje a los dos años es mejor.
4. Alargas tu vida
Un estudio publicado en el Journal of Public Health ha demostrado que las mujeres que tienen a sus hijos más tarde que la media, tendrán mayor esperanza de vida. Se cree que esta longevidad se debe a que las madres mayores generalmente tienen unos hábitos de vida más saludables y un nivel socioeconómico con el que se pueden permitir el acceso a los últimos avances médicos.
5. Puedes realizarte como profesionista
Los tiempos cuando una mujer se dedicaba únicamente al hogar y a la crianza de los niños, afortunadamente, quedaron en el pasado. Ahora, todo el mundo tiene los mismos derechos y el legítimo deseo de ser especialistas en algún campo, realizarse como profesionistas. Un hijo es una gran responsabilidad, y es extremadamente difícil darle todos los cuidados necesarios y desarrollar la carrera profesional. Es por eso que cada vez son más personas que, antes de hacerse cargo de otro ser humano, buscan sentirse plenamente realizadas en su vida profesional.
6. Tienes mayor estabilidad económica
Este punto está directamente relacionado con el anterior: cuanto mejor te posiciones en tu trabajo, mayor será tu estabilidad económica, con la que podrás hacer frente sin dificultades a los gastos que supone tener un niño en la actualidad.
Aunque, si decides tener un hijo a los 40, debes recordar que esto también tiene sus contras:
1. Disminuyen las probabilidades de quedar embarazada
La edad perfecta para tener un bebé según los expertos, es el intervalo entre los veinte y los treinta. A partir de los treinta y cinco las posibilidades de embarazo se reducen a la mitad, por lo que a una mujer de cuarenta años la costará mucho más quedar embarazada de forma natural.
Con los avances producidos en las técnicas de reproducción asistida, cada vez son menos los problemas de infertilidad causados por la edad.
2. Hay mayor riesgo de anomalías cromosómicas
Los fetos de madres mayores tienen más posibilidades de sufrir anomalías cromosómicas como el síndrome de Down. Esto es debido al envejecimiento de la reserva ovárica que se produce con la edad en las mujeres. Este envejecimiento deriva en un mayor riesgo de que los ovocitos realicen el reparto de los cromosomas de forma incorrecta, dando lugar a embriones con más o menos cromosomas.
3. Aumenta el riesgo de sufrir un aborto
La tasa de abortos aumenta en más de un 51% de los cuarenta a los cuarenta y cuatro años, debido al deterioro de la función ovárica. A partir de los cuarenta años, la cantidad y calidad de los óvulos va disminuyendo, pudiendo generar embriones con un número mayor de alteraciones genéticas. Estos embriones pueden acabar en un aborto espontáneo en un 40% de los casos.
4. Riesgo de que la madre sufra hipertensión y diabetes
Tanto la hipertensión como la diabetes gestacional son enfermedades muy comunes en los embarazos tardíos. No solo afectan a la madre, sino que pueden afectar al bebé si no se controlan adecuadamente por el ginecólogo. Será él quien decida si se debe tomar medicación o los pasos que se deben seguir, además de realizar los consiguientes chequeos prenatales para asegurar la salud tanto del bebé como de la madre.
5. Posibilidad de parto prematuro
El parto prematuro es el que se produce antes de la semana treinta y siete de gestación. Que la madre sea mayor de cuarenta años, multiplica las posibilidades tanto del parto prematuro cómo del parto por cesárea. Más de tres cuartas partes de los bebés prematuros pueden desarrollarse sin ninguna complicación. Esto dependerá de los cuidados y los chequeos realizados durante el embarazo y los cuidados posteriores del recién nacido.
El momento ideal para ser madre no depende de la edad, sino de la salud física y psicológica de la madre y, de las ganas que tenga de formar una familia. Y tú, ¿qué opinas sobre el retraso de la maternidad?