Los psicólogos identificaron 8 síntomas de una crisis de valores en los hijos y explicaron qué hacer para superarla

Crianza
hace 4 años

Hasta hace poco, estabas muy contento con tu hijo, y ahora debes admitir que su comportamiento cambió para peor. Los psicólogos distinguen hasta 8 síntomas importantes que revelan que en la crianza algo salió mal, y por eso el pequeño pasa por una crisis. Las señales de alarma necesitan ser percibidas y corregidas en tiempo y forma, para que no terminen adquiriendo rasgos desagradables de carácter para toda la vida.

Genial.guru recopiló las opiniones de distintos psicólogos que explican cómo lidiar con esas manifestaciones desagradables y ayudar al niño a controlarse, si hace alguna de las siguientes cosas:

1. Acusa a los demás

¿Qué está pasando?

"Llegué tarde a la escuela porque no me despertaste". "¡No pude hacer mis deberes porque el perro se comió mi cuaderno!" ¿Las acusaciones a los demás para obviar sus fracasos comienzan a suceder con demasiada frecuencia? Esto significa que el niño está agobiado por las responsabilidades de las que debería hacerse cargo y no quiere asumirlas. Tal vez piense que le será más fácil interpretar el papel de víctima.

¿Cómo actuar?

Normalmente, echar la culpa a los otros se acaba cuando el niño entiende que hacerlo no le exhime de sus tareas. La habilidad de los padres para delinear suavemente la zona de responsabilidad del niño, según la edad, es muy importante. Acostúmbralo al hecho de que cada miembro de la familia tiene cosas por las cuales responde solo él. Añade ligereza y juego: crea recordatorios, cuéntale al pequeño sobre tu infancia y ponle énfasis a sus buenos resultados. Dile algo bonito, anímalo cada vez que lo haga bien.

2. Se muestra cruel

¿Qué está pasando?

Si a una edad temprana el pequeño aún no es consciente de que puede estar causando dolor, la agresión de un niño mayor significa que, o bien intenta ensanchar conscientemente los límites de lo permitido, o bien es la consecuencia de que otro lo ha ofendido a él.

¿Molesta al gato? ¿Ha pegado a la abuela?

¿Cómo actuar?

Descubre el motivo de su crueldad. Tal vez seas demasiado estricto con él o siente agresión de otros niños en la escuela, para luego quitarse ese resentimiento con el más débil, intentando recuperar así parte de su autoestima. Presta atención a sus buenas cualidades que distinguen al pequeño de los demás para mostrarle que existen rasgos en él de los que puede sentirse orgulloso.

Reconoce su derecho a sentir ira, empatiza con él, pero debes dejarle claro que ciertas actitudes y acciones son del todo inaceptables. Siempre se deben frenar las manifestaciones de crueldad y el niño tiene que tomar conciencia de las consecuencias que suponen las mismas.

Recuerda que siempre tienes que animar y alabar sus logros con manifestaciones de afecto y cariño.

3. No cuida a sus seres queridos

¿Qué está pasando?

La "opción" de cuidar de los demás rara vez aparece en el niño por sí misma, siempre es fruto del ejemplo que ha recibido de sus padres. Por supuesto, los cuentos y las historias con reflexiones posteriores son importantes, pero las pequeñas acciones diarias son las que más influirán en él.

¿Cómo actuar?

¿Se acercan los días festivos? Habla con el niño sobre los regalos a otros familiares y por qué es importante hacerlos. ¿Estás comprando algo rico? Compártelo con todos los miembros de la familia, sin distinguir especialmente al niño, porque a todo el mundo le encantan las golosinas, no solo a los más pequeños. Incluso si luego le donas tu parte, eso solo aumentará la sensación de que cuidas de todos.

Las otras personas que nos rodean, fuera del entorno familiar, también son dignas de atención. No frenes los impulsos del niño si quiere ayudar a los desconocidos, pero enséñale a buscar ese equilibrio sano entre las buenas acciones y su seguridad. Dejar pasar a una persona mayor en la cola, ayudar a una mamá con su carrito o alimentar al gatito cerca de la entrada a casa. El niño ve y absorbe las "cosas pequeñas" de la vida cotidiana, de las cuales, crecen las raíces para que aprenda a cuidar de los otros.

4. Sin sentimiento de culpa

¿Qué está pasando?

Si un niño no siente ninguna emoción negativa después de haber hecho algo malo, con frecuencia significa que simplemente no lo considera como tal o no se da cuenta de que ha actuado como no debería. Otra causa habitual es que un niño sí es consciente de ello pero rehuye a tener que admitirlo, negando su culpabilidad con todas sus fuerzas, incluso mentalmente y no solo ante sus padres.

¿Cómo actuar?

Suele ayudar que se busque la explicación a una situación desde dos perspectivas, "lo que es bueno y lo que es malo", poniendo ejemplos y escuchando atentamente su opinión. También debes prestar atención a las consecuencias de las acciones incorrectas cuando el niño se ve privado de algo significativo. Es importante enseñarle a distinguir entre el bien y el mal y comprender su responsabilidad en la toma de sus propias decisiones.

5. No sabe empatizar

¿Qué está pasando?

Incluso en los adultos, la empatía está desarrollada en diferentes niveles y en los niños es fruto del amor y del afecto. Primero aprenden a percibir lástima y luego sienten a los que están más cerca, a sus familiares y amigos, para luego ampliar estos sentimientos a las personas que le rodean.

¿El niño solo piensa en sí mismo?

¿Cómo actuar?

En este caso, también es importante poner ejemplos y reflexionar en base a "ponte en su lugar, cómo te sentirías". ¿Su hermana llora? Consuélala junto al niño, explícale lo que siente y ofrécele qué se imagine cómo se sentiría él si fuera ella.

Ayudar a las organizaciones de voluntarios que se dedican a tratar los problemas de las personas y los animales supondría un ejemplo en la vida muy fuerte. Y, en ocasiones, un viaje o participación en una acción de ese estilo, genera más "sentimientos de empatía" que muchas historias en sí mismas.

6. No siente gratitud y se muestra pretencioso

¿Qué está pasando?

Dar al niño lo mejor, cubrir todas sus necesidades, sin duda, es un deseo casi inherente en todos los padres. Pero si él está acostumbrado solo a recibir, sin pensar en qué significa la gratitud, tarde o temprano, esto "se disparará" con interminables exigencias, tanto a los padres como a los que le rodean.

¿Cómo actuar?

En ti está la fuerza de transmitir esos matices importantes al niño antes de que lo hagan los demás, que pueden ser mucho más duros que tú.

Comienza por un simple "gracias". La frase de nuestras abuelas "¿Cuál es la palabra mágica?" Funciona a la perfección. Sí, y un ejemplo personal siempre se contagia, no te olvides de las palabras de cortesía.

También será efectivo mostrar que no todas las personas gozan de tanta suerte en la vida, recurre como ejemplo a historias, películas y buenas obras.

No cedas a todos los deseos del niño, comprándole lo que pida. Muéstrale el valor que tiene el dinero y la importancia de enfocar de forma racional la adquisición de cosas.

Pero no olvides que lo principal es brindarle el valor de la vida y el cuidado de las personas que lo rodean. Puedes escribir junto a él una lista de cosas a las que puede responder dando las "gracias". Pero tú eres el primero que debe demostrar gratitud con él y los demás: así sentirá el niño lo agradable que es que te agradezcan.

7. Se considera mejor que los demás

¿Qué está pasando?

A veces, lograr el equilibrio en la autoestima es una tarea que se escapa al control de un adulto. En un niño, el concepto de "sentirte a ti mismo" puede fluctuar mucho. Pero la señal de alarma no es tanto el amor excesivo por uno mismo, como el desprecio por los demás.

¿Cómo actuar?

Desafortunadamente, el elogio excesivo puede conducir a este resultado, por lo que debes evitar los cumplidos sin razón. Explícale con ejemplos que él tiene su valor para ti, tal y como es, así como cada persona tiene los suyos propios y su talento. Cada uno es el centro de su propio universo.

Aprovecha su sentido de la justicia, explícale que la actitud siempre tiene un efecto inverso, seguro que el niño no quiere que la arrogancia se vuelva contra él, o bien que lo traten deshonestamente.

8. Miente con mucha frecuencia

¿Qué está pasando?

La mentira en un niño puede adoptar muchas formas: fantasías para aparentar ser mejor en su círculo de compañeros o bien porque le falta algo en la vida. Puede mentir sobre cualquier cuestión por miedo a un castigo. Todos recordamos nuestra infancia, pero no es fácil relacionar esto con nuestro propio hijo.

¿Cómo actuar?

Lo más importante es no regañarle por ser sincero, e incluso el "interrogatorio" más desagradable, lo debes llevar siempre manteniendo un tono tranquilo. El niño debe tener una sensación inconsciente de que no es aterrador decir la verdad, como que una mentira siempre causará un efecto negativo en sus padres.

La honestidad solo puede desarrollarse en base a la seguridad en el niño de que los adultos no lo humillarán, sino que confiarán en él y lo apoyarán siempre ante una situación difícil.

En cuanto a las fantasías demasiado infladas, solo las conversaciones detalladas con el niño sobre sus deseos y pasatiempos lo ayudarán a comprender aquello que de verdad sí necesita.

Imagen de portada warnerbros

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