Comprendo lo difícil que debe ser para ti y por más que se intente si no está el sentimiento no se puede forzar. Lo que si es importante es que te asinceres sin ofender. Habla con ella de una manera respetuosa y cálida, lo más probable es que ella sienta lo mismo que tu estás sintiendo y quizás ella quisiera conocer a sus verdaderos padres. Lo importante es que sigas brindando tu apoyo desde otra posición, es decir, cuál es tu verdadero rol en esta relación? Quizás si se ajustan nuevamente los roles, quizás viéndote como madre sustituto sin maquillar nada, los sentimientos también se ajustan. No te sientas mal, has hecho todo lo posible por ella y eso es muy admirable y más en tiempos en donde es crucial el amor. Que todo se ordene como debe ser y sigue dándole apoyo y cariño.
Me arrepiento de haber adoptado a mi hija, no la amo como a mis hijos biológicos
En la vida familiar, el amor y la conexión pueden ser complicados, especialmente cuando se trata de hijos adoptivos y biológicos. Hoy, exploramos la emotiva historia de una madre que luchó con sus sentimientos hacia su hija adoptiva después de que nació su hija biológica.
“Hace años, antes del nacimiento de mi primer hijo, me dijeron que sería difícil para mi esposo y para mí concebir. Pasamos por un tratamiento de fertilización in vitro y, finalmente, nacía mi hijo. Unos años después, queríamos otro hijo, pero no queríamos enfrentar el tiempo y los gastos que supuso el tratamiento anterior. Así que decidimos adoptar.
Adoptamos a una hermosa niña cuyo padres eran demasiado jóvenes para criarla por sí mismos. La amé mucho y la traté igual que a mi hijo biológico, pero nunca he sentido que sea mi propia hija. A menudo siento que estoy cuidando a la hija de otra persona. Me siento terrible, pero no puedo evitarlo. He intentado obligarme a sentirlo, pero simplemente no lo logro. Ahora tiene 15 años y nunca he sentido una conexión con ella.”
“Hace 4 años, descubrí que estaba embarazada, y nos sorprendió mucho porque fue algo que ocurrió de manera natural y además era una niña. Durante el embarazo, mis hormonas estaban descontroladas y empecé a sentir aversión hacia mi hija adoptiva porque sentía que, si hubiera esperado, no habría tenido que adoptarla. Cuando nació mi hija biológica, todo se sintió bien. Sentí una conexión real, como la que tengo con mi hijo, y me uní a ella de inmediato.
Puedo parecer horrible, pero adoptar a mi hija fue un error enorme. Ojalá pudiera retroceder en el tiempo. La amo con todo mi corazón, pero desafortunadamente no tanto como a mis hijos biológicos. Me odio por ello, ya que prometí a sus padres que la amaría igual, y siento que he decepcionado a todos.”