Me divorcié de mi esposo con cáncer porque me deprimía, y no me arrepiento

Historias
hace 1 año

Algunas personas ven el matrimonio como una unión que debe durar para toda la vida y hacen miles de sacrificios para que así sea. Por otro lado, hay quienes saben que están a una firma de volver a disfrutar de la soltería y no le temen a decirle adiós a su pareja con tal de seguir con su vida. Justo esto pasó con Yana Fry, quien en un momento crítico decidió acabar su matrimonio, aunque esto causara que le llovieran las críticas.

Cuando Yana Fry tenía 22 años, decidió decirle que “sí” al hombre que creía era el amor de su vida y con quien quería comenzar una familia. Lamentablemente, sus esperanzas duraron poco, pues su esposo fue diagnosticado con cáncer testicular y de pronto su futuro parecía poco alentador.

“¿Cómo puedes hacer planes, como una pareja recién casada, mientras estás luchando contra algo como el cáncer?”, expresó Yana en una entrevista. Mientras visitaban doctor tras doctor, los recién casados no lograban encontrar un diagnóstico esperanzador.

Conforme el tiempo pasaba y Yana continuaba en medio de la complicada situación, su ánimo comenzó a decaer: “Esperaba lo mejor para mi exesposo, pero los años pasaron y yo comencé a perder la fe. Fueron cinco años de estar en tratamientos y eso comenzó a cambiar la dinámica en nuestra relación”.

Fue después de esos cinco años que Yana comenzó a pensar en dejar a su esposo: “Sentía que no podía decir nada. Cuando alguien está muriendo a tu lado, sientes que no puedes hablar sobre tu propio bienestar porque lo estás comparando con su sufrimiento”.

El tiempo que pasó al lado de su entonces pareja, hizo que Yana se diera cuenta de que: “Las personas reaccionan de dos formas a las enfermedades críticas. Lo he visto una y otra vez. El primer tipo de personas son como mi esposo, desafortunadamente, que solo sienten lástima por sí mismos. El segundo tipo de personas son quienes se preocupan por quienes están a su alrededor”.

“Al inicio de su tratamiento, todavía se preocupaba por mí. Después su prioridad más y más él mismo. Y debido al divorcio se hundió más en su autocompasión”, declaró la mujer. La separación fue un gran golpe para ambos, mientras Yana veía un nuevo comienzo para su vida, su entonces esposo no recibió muy bien la decisión.

Yana Fry y su nuevo esposo, Ravi.

Sin embargo, la reacción más dura fue la de la sociedad, pues Yana confesó que recibió “mensajes horribles” de distintas personas y hasta la familia de su exesposo le dijeron lo decepcionados que estaban de ella. “Esas personas estaban sufriendo y querían culpar a alguien”, explicó.

Después de su divorcio, su exesposo se volvió a casar antes de fallecer. Mientras que Yana se enteró de su partida a través de las redes sociales: “Mi primera reacción fue pensar que era una broma. Alguien debió de haberme llamado para avisarme, pero nadie lo hizo”. Al final, Yana decidió comenzar desde cero y se mudó a Singapur, donde se dedica a ser coach de vida.

Ahora que está nuevamente casada, confiesa que no siente ningún remordimiento por haber dejado a su esposo a pesar de su condición, pero llegar a tener esa paz mental le costó años de terapia: “Tuve que ir por mucho tiempo a terapia para aprender que no soy una horrible persona por haber tomado la decisión que tomé”.

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