Mi esposo nos arruinó la vida a los dos al pedirme que le sirviera un almuerzo más grande para ir a trabajar
Una mujer de 30 años ha compartido con nosotros su extraña historia. Su esposo siempre tenía hambre y le pedía que le sirviera una ración doble para comer todos los días. La mujer pensaba que algo iba mal con sus habilidades culinarias, tenía muchas teorías sobre por qué ocurría todo esto. Pero un día, la vida le trajo la respuesta a esta pregunta y fue algo que la pobre mujer nunca olvidará ni perdonará.
La mujer quería sinceramente cuidar de su esposo
Alicia, de 30 años, escribió una carta a nuestra redacción y nos contó su historia, que causó un gran revuelo en su vida y separó a su familia.
La mujer abría su carta diciendo: “Antes llevaba una vida feliz, pero ahora estoy segura al 99 % de que quiero divorciarme. Nunca podría haber pensado que mi vida daría un giro tan caprichoso y doloroso, pero aquí estamos, tengo el corazón roto”.
Alicia continuó con su historia diciendo: “Mi esposo Fran y yo llevamos casados casi 5 años y tenemos un bebé de 5 meses.
Trabajo a tiempo parcial y mis ingresos solo alcanzan para completar nuestra renta, además de pagar los trámites legales para que mi esposo se documente. Tuvimos mucha suerte de entrar en un proceso fácil que solo le llevaría 2 años a Fran para obtener la residencia. Pero después de lo ocurrido voy a cancelar todo este procedimiento legal y pedir el divorcio”.
La mujer describió cómo solía preparar los almuerzos de su marido. Escribió: “Mi rutina solía ser relativamente ajetreada. Todas las mañanas me levantaba dos horas antes que Fran, le preparaba la comida y le empaquetaba todo para el trabajo. También le preparaba el desayuno, el café y la ropa. Entonces se despertaba, comía, se vestía y salía para el trabajo en 40 minutos”.
Alicia se aseguraba de que su esposo no pasara hambre en el trabajo, pero a él nada le parecía suficiente
La mujer prosigue con su relato: “Fran solía conformarse con todo lo que yo le preparaba para comer. Optaba por pollo recién cocinado en alguna salsa o algún tipo de shawarma de pollo. Siempre era comida sana. Hice todo esto por él porque quería hacerle la vida más fácil y así quería demostrarle que me importaba y lo quería. Llevo sirviéndole los almuerzos desde que nos fuimos a vivir juntos hace más de 5 años”.
Alicia se sorprendió al descubrir que su esposo había pasado hambre todo este tiempo. La mujer explicó: “Hace poco tuve que incluir las sobras de la cena porque Fran empezó a pedir más comida. Decía que seguía teniendo hambre después de comerse los almuerzos que yo le servía. Me pareció extraño porque, trabajase yo o no, él siempre llegaba a casa con la comida lista. Así que, aunque no estuviera lleno, yo estaba segura de que estaría bien. Pero no me oponía a darle raciones más grandes para comer”.
La mujer añadió: “Así que empecé a doblarle las raciones, añadiendo la comida que normalmente me llevaba al trabajo. Esto significaba que me quedaba sin comer y tenía que esperar hasta después del trabajo o llegar tarde a trabajar. Literalmente, tenía que esperar a que la comida estuviera lista y tomar un poco porque estaba amamantando y no podía saltarme la comida cada vez”.
La mujer sacrificó su comodidad por la de su esposo, solo para descubrir que él le ocultaba algo.
Alicia escribió: “La semana pasada, cuando le estaba preparando el almuerzo, vi un segundo tenedor en su fiambrera. Le pregunté a Fran y me dijo que lo había encontrado en la cocina de su oficina y que se lo había traído a casa. Me pareció muy raro, y también noté algunos cambios en él. Pero me hice creer que me sentía insegura porque acababa de tener un hijo. Sin embargo, todo esto me revolvía la boca del estómago”.
Un día, Alicia descubrió accidentalmente la verdad sobre el “hambre” de su esposo
Alicia continúa con su historia escribiendo: “Unos días después de encontrar ese tenedor, decidí ir a su oficina durante la comida para sorprenderle con el postre y para que viera a nuestro adorable bebé. Y ese fue el momento exacto en que descubrí por qué siempre quería más comida. Antes, habíamos discutido sobre una de sus compañeras de trabajo. Una vez pillé a mi marido hablando demasiado amistosamente con ella y le dije que me ponía muy incómoda y me estresaba. Me dijo después que ella se había ido de la empresa y que ya no trabajaba allí. Le hice eliminar a esta compañera de todas sus redes sociales y bloquearla en todos los programas de mensajería. Resultó que esta colega no solo seguía trabajando allí, sino que se estaba comiendo el almuerzo que yo preparé para mi esposo y Fran se estaba comiendo las sobras”.
Alicia compartió: “No causé revuelo. Simplemente les hice fotos comiendo juntos. Añadí estas fotos a mi carpeta de todo lo que él había hecho antes. Ponía likes en las historias de otras mujeres, tenía fotos provocativas de una compañera de un trabajo anterior y lo despidieron de ese trabajo por su culpa”.
La mujer estaba destrozada y dolida. Escribió: “Conduje a casa llorando y recogí mis cosas. Agarré el moisés, todo lo que necesitaba para el bebé y todo lo imprescindible. Luego fui a casa de mi hermana y se lo conté todo a ella y a mi cuñado”.
Alicia tiene roto el corazón y también, su familia
Dijo: “Normalmente le mando mensajes a Fran durante el día, pero ese día desaparecí. Empezó a mandarme mensajes y a llamarme para ver si estaba bien y quería preguntarme qué había para cenar. Estaba nervioso. Y entonces llegó a casa una hora antes de lo habitual y vio que mis cosas y las del bebé habían desaparecido.
Más tarde, esa misma noche, le dije que quería el divorcio y también le dije que iba a detener el procedimiento legal sobre su documentación que empezamos hace 2 años. Todo esto le enfadó mucho. Me rogaba que no le dejara y que le diera una oportunidad. Le bloqueé en todo, luego vino a casa de mi hermana y ella le dijo que se fuera o llamaría a la policía. Me siento tan rota, perdida y deprimida. Pero sé que estoy haciendo todo bien porque es mejor estar sola y ser una mamá soltera que vivir toda mi vida con un mentiroso que me hace cocinar para sus amantes”.