No es una niña, no me parece normal que sea responsabilidad tuya despertarla para ir a trabajar.
Mi novia perdió su trabajo por mi culpa, y ahora no sé si me pasé de la raya
Las decisiones que se toman en pareja, en cuanto a las rutinas diarias, pueden ser positivas para la convivencia, o generar conflictos, si no se manejan bien. Uno de los casos más comunes son los acuerdos para la hora de despertar en la mañana e iniciar el día. Aunque parezca un tema menor, las diferencias que surjan en ese pequeño momento del día, pueden amenazar la estabilidad emocional e incluso financiera de la pareja, así como lo ha hecho en el caso de los jóvenes de esta historia.
"Llevo tres años de relación con mi novia, Jess, y vivimos juntos, pero ella no es una persona madrugadora. Esto se debe principalmente al hecho de que ella se queda despierta hasta las 2 o 3 de la mañana todos los días, viendo su celular, a pesar de tener que despertarse a las 8 de la mañana. He intentado que empiece a acostarse más temprano para poder despertarse a tiempo, pero dice que eso no le dejaría tiempo para hacer sus cosas, así que decidí no insistir.
Generalmente, tengo que despertar a Jess. Yo me despierto a las 5:00 am, corro una hora, llego a casa a las 6:00, me ducho, desayuno y hago algunas cosas en la computadora. Luego, empiezo a despertar a Jess alrededor de las 7:30".
"Sé que es ridículo tener que despertar a una mujer de 28 años, y no me importaría si no fuera porque despertarla a ella es una pesadilla. Comienzo por encender las luces poco a poco alrededor de las 7:30 am, luego intento despertarla con cuidado y, si se levanta a esta hora, va al baño y luego, cuando vuelvo a la habitación, la encuentro durmiendo de nuevo.
Lo peor es que Jess es muy malhumorada por la mañana, entonces me insulta y luego, cuando le menciono lo que me ha dicho, simplemente dice: 'Tenía sueño y estaba fuera de mí. ¿Qué quieres que haga?'. Bueno, el viernes pasado llevó las cosas al límite. Estaba despertándola como de costumbre, y cuando pasó a mi lado para ir al baño, me gritó, con cara de asco: '¡Hueles horrible, date una ducha!'. Yo ya me había duchado y siempre mantengo una buena higiene".
"Entonces, esa noche, le dije que estaba cansado de despertarla, que estaba harto de sus rabietas, sus insultos y sus caras, así que yo no iba a mover un dedo para asegurarme de que se levantara a tiempo. Naturalmente, se enojó, pero le dije que tenía que despertarse sola. Hoy era lunes y, obviamente, se quedó dormida y llegó a su trabajo más de una hora tarde. Como ya la habían amonestado dos veces durante su período de prueba, eso fue causal de despido automático.
Como a mediodía, me llamó gritando incoherencias, diciendo que yo había hecho que la despidieran. Cuando llegué a casa por la tarde, inmediatamente comenzó a llorar y a gritarme más, exigiéndome la mitad de mi salario hasta que ella pueda encontrar un mejor trabajo. Creo que me precipité en obligarla a despertarse sola de repente, y al parecer le gustaba mucho el trabajo que tenía. ¿Debí al menos haber intentado despertarla?".
Consejos para superar en pareja las diferencias en los hábitos de sueño
- Considerar las necesidades y preferencias: Escuchar y entender por qué el otro prefiere madrugar o dormir hasta tarde puede evitar malos entendidos. El objetivo es encontrar puntos en común sin que ninguno sienta que se le impone una rutina. Mantén una actitud comprensiva y flexible.
- Buscar compromisos: Una solución puede ser ajustar ligeramente los horarios. Por ejemplo, el que disfruta dormir puede intentar levantarse un poco más temprano algunos días, mientras que el madrugador puede permitirse quedarse en cama más tiempo los fines de semana. Flexibilidad y alternancia son claves.
- Aprovechar los tiempos de diferencia: En lugar de ver las horas en las que están despiertos o dormidos como un problema, se puede sacar ventaja. El madrugador puede usar ese tiempo para actividades personales o disfrutar de un momento de calma, mientras que el que duerme hasta tarde puede aprovechar la noche para hacer cosas que disfrute en solitario.
- Respetar los espacios individuales: Es importante no perturbar el descanso del otro. Si el madrugador quiere comenzar su día temprano, puede hacerlo de manera silenciosa y fuera de la habitación, mientras que el noctámbulo puede ser considerado y no hacer ruido por la noche si el otro ya está durmiendo.
- Crear momentos de conexión: Aunque los horarios sean diferentes, es esencial que la pareja se asegure de tener tiempo de calidad juntos. Planificar actividades que ambos disfruten, ya sea durante el día o en las noches, puede reforzar el vínculo.
- Considerar soluciones a largo plazo: Si los problemas persisten, tal vez sea necesario reevaluar otros aspectos de la convivencia, como la posibilidad de usar diferentes habitaciones en ciertas ocasiones, asegurarse de que ambos tengan una buena calidad de sueño y que ninguno sienta que debe sacrificar su bienestar.
Comentarios
Me parece ridiculo que un le heche la culpa de su mala organizacion a otra persona , no es obligacion del chico levantarla y ella tiene cero compromiso con el y solo piensa en ella misma , la verdad lo mejor que puede hacer el chico es dejarla e irse porque ella nunca se hara responsable de nada. y toda la carga y responsabilidades seran de el , asi que mejor bye bye