18 Personas que, en lugar de recibir un regalo, recibieron una gran decepción

La ilusión de una propuesta de matrimonio suele ser un hito en la historia de una pareja, con infinitas posibilidades para hacerla especial. Cuando la conexión es fuerte y el tiempo es el correcto, la pregunta es inevitable. No obstante, ¿y si tu pareja decirle hacerlo en el momento menos adecuado? Una chica vivió esta situación y su relato desató un debate online.
“Mi novio, de 25 años, y yo, de 26, asistimos a la boda de un amigo en común. Son muy amigos nuestros y nos unieron a mi novio y a mí. Nosotros estamos a punto de cumplir nuestro tercer aniversario y la cosa se estaba poniendo bastante seria. Tanto que me moría de ganas de casarme con él. Es dulce, hablador, considerado y empático. Creo que fue el primero en mostrarme lo que es una relación verdaderamente sana y compasiva. También se toma muy en serio nuestra relación. Hemos hablado largo y tendido sobre el matrimonio y parecía que estábamos de acuerdo sin ninguna declaración formal. Incluso llegamos a mirar anillos. Así que la posibilidad de una propuesta de matrimonio era más una cuestión de ’cuándo’ que de ’sí’”.
“Unas semanas antes de la fiesta, estábamos pasando el rato con la pareja comprometida. El tema de las bodas fue muy concurrente y mi novio bromeó sobre pedirme matrimonio durante la boda de ellos. El futuro novio se le unió diciendo: ’Eso sería divertidísimo’. La futura novia y yo le quitamos importancia; intentamos ser serias, pero sin creer que él hablara en serio. Pero si lo hacía.
Mientras nuestra mesa esperaba, mi novio se acercó al DJ y, después, pusieron nuestra canción favorita para cantar en el auto: Story of my Life de One Direction. Lo miré sonriendo y él miraba a su alrededor. De repente, agarró un tenedor, se levantó y empezó a golpear un vaso. Inmediatamente, todo el comedor lo mira”.
“Me levanté y le susurré: ’No ahora’. Entonces, su rostro se ensombreció y gritó: ’Lo siento, solo bromeaba’. Después de que se sentó, le dije textualmente: ’Que tengan su momento, después hagamos el nuestro’. Ni siquiera me miró. Cuando llegó la hora de servir la comida, se dirigió inmediatamente a la salida. Lo seguí e intenté alcanzarlo, pero no lo encontré. Le escribí dos veces y lo llamé un par de veces, pero no obtuve respuesta, así que volví a la recepción”.
“Después de no saber nada de él durante una hora y media, regresa, se sienta y ni siquiera me mira. El resto de la noche fue terrible. Parecía que su perro acababa de morir y yo intentaba aprovechar la noche al máximo, pero me sentía como si estuviera a su sombra. Me estaba preparando para una crisis nerviosa o quizás una pelea en el coche, pero lo único que dijo fue: ’No quiero hablar de eso ahora’. Y el viaje fue silencioso e incómodo”.
“Me envió un largo mensaje sobre lo difícil que fue conseguir el anillo, cómo se sintió rechazado por su persona más cercana y que lo avergoncé. Intenté explicarle que no era que no quisiera casarme con él, sino que era la boda de nuestros mejores amigos y se merecían su momento. Que debíamos crear el nuestro y no aprovecharnos del suyo. Se ofendió y dijo que si hubiera querido casarme con él, no habría impedido su propuesta delante de todos”.
“Esta situación me desconcierta. Nunca le había visto el atractivo a proponerle matrimonio en la boda de otra persona e intenté manejar la situación con calma y tranquilidad. Pero él insiste en que arruiné la propuesta, lo hice quedar como un tonto y, por lo tanto, yo soy la mala de la historia. ¿Me estoy perdiendo algo? ¿Debería admitir que me equivoqué y simplemente dejar pasar su propuesta en la boda de nuestro amigo?”.
Sin duda, se trata de una situación complicada. Veamos qué opinan algunos internautas al respecto:
¿Cómo te propusieron matrimonio? ¿Fue algo digno de recordar o te hubiera gustado cambiar un poco algunos detalles?