No eres mala. Lo importante es que estés en paz y no haya rencor en tu corazón. Cada persona es libre de decidir con quién entablar una relación.
Mi padre descubrió que no soy su hija biológica e hizo de mi vida un infierno
Las relaciones familiares a menudo presentan desafíos inesperados que pueden resultar difíciles de navegar. En el caso de una joven que descubre secretos impactantes sobre su pasado, el camino hacia la sanación se convierte en una travesía llena de emociones. A medida que lidia con el dolor de la traición y el abandono, se enfrenta a decisiones que darán forma a su futuro.
“Hace casi una década, mi padre descubrió que mi madre le había sido infiel con otro hombre años atrás, gracias a la hermana de mi madre. En ese momento, mi madre y mi tía no se llevaban bien, así que ella le reveló todo a mi padre.
Mis padres pelearon por esto, y mi padre solicitó el divorcio. Todos nos hicimos pruebas de ADN, y de los tres hijos, yo fui la única que no era suya. Fue devastador saber que el hombre que me crio durante casi 16 años no era realmente mi padre. Sin embargo, eso no se sintió tan mal como el hecho de que me echara de su casa cuando le suplicaba que no lo hiciera.
Me desheredó. Mi madre cayó en un estado depresivo y pasaba todo el día en la cama, solo salía para usar el baño. Mis abuelos vivían en otro estado, pero hicieron todo lo posible por mejorar nuestra situación. Tenía que llegar a casa de la escuela, hacer todas las tareas del hogar y cuidar de mi madre, verificando cómo se encontraba. Hice todo lo que pude para asegurarme de que pudiéramos sobrevivir. Le preguntaba a mi madre quién era mi verdadero padre, pero solo recibía gritos como respuesta. Mis hermanos y abuelos del lado de mi padre intentaron arreglar las cosas entre él y yo, pero él no cedía. Aparentemente, yo solo era un recordatorio de la infidelidad de mi madre y nada más.”
“Recuerdo mi cumpleaños número 17, cuando nadie se acordó de que era mi día. Lloré hasta quedarme sin lágrimas. Incluso cuando me gradué de la secundaria, solo asistió mi abuela. ¿Por qué mis sentimientos no importaban a nadie? ¿Por qué debía soportar esto? Después de regresar de mi graduación, le dije a mi madre que me iría si no me decía quién era mi verdadero padre. Esta vez, me lo reveló. Lo conocí después de averiguar dónde vivía; descubrí que tengo un medio hermano y que mi verdadero padre era viudo y doctor. No sabía que existía ni que mi madre estaba casada. Nos llevó tiempo, pero logramos construir un vínculo, y él me ayudó a terminar la universidad y me llevó al altar. Incluso le consiguió ayuda a mi madre, y siempre le estaré agradecida.
En el presente, yo (26F) me casé con mi maravilloso prometido la semana pasada y no invité a mi expadre a mi boda. Él intentó contactarme antes del evento, pero no quiero tener nada que ver con él. Mis hermanos y abuelos del lado de mi expadre dicen que estoy equivocada y que él quería venir a hacer las paces, pero no tengo interés en reconciliarme. Él tuvo derecho a abandonarme, así que yo tengo derecho a hacer lo mismo. No es mi padre. Una vez lo fue, pero ya no. Entiendo que él estaba herido, pero yo también lo estaba. Todos me dicen que deje ir el rencor, pero simplemente no quiero que esté en mi vida y no, no le daré otra oportunidad. Mi esposo lo comprende, pero nadie más parece entender lo que tuve que atravesar para llegar a donde estoy ahora. No puede aparecer en mi vida 9 años y medio después y esperar que todo esté bien. ¿Soy la mala en esta situación?”
Algunas recomendaciones:
- Reflexionar sobre el pasado: Considerar cómo la experiencia ha moldeado su vida puede ayudar a encontrar un sentido de cierre y a entender mejor su situación actual.
- Enfocarse en el presente: Concentrarse en las relaciones y oportunidades actuales, como su matrimonio, puede ayudar a desviar la atención del dolor del pasado.
- Tomar decisiones conscientes: Antes de reaccionar ante situaciones familiares, es recomendable evaluar las decisiones con calma, asegurándose de que reflejen sus verdaderos sentimientos y necesidades.
- Aceptar el propio proceso: Reconocer que el perdón y la sanación son procesos personales que llevan tiempo, y no sentirse presionada a actuar de una manera específica.
- Valorar las relaciones positivas: Fomentar y apreciar las conexiones que ha formado con su verdadero padre y su nueva familia puede ser reconfortante y motivador.
- Evitar la culpa: Comprender que sus sentimientos son válidos y que no es responsable de las decisiones de los demás puede ayudar a liberar la carga emocional.
Comentarios
Comprendo el sentimiento, pero es demasiado rencoroso. En realidad, los comprendo a los dos. También entiende tú la situación de tu padre: eres producto de la traición de la mujer a la que amaba. Y aunque evidentemente eres mucho más que eso, él también tiene derecho a sentirse dolido.
Ojalá que haya aprendido la lección el padre que la estaba criando, que
demostró que no la quería lo suficiente porque la corrió de la casa sin contemplaciones! Pero si que lo perdone pero se mantenga lejos de él! No se debe guardar rencor porque hace más daño a ella que el, eso deprime. Él no debió tomar venganza contra la que creía su hija, pues la culpable es la madre y la hp lengüeta de su tía!
Y la madre al quedarse sola tampoco debió recargarse de su hija, así que también es culpable, debería haberse tratado con un psiquiatra!