Mi suegra me humilló en mi cumpleaños: mi venganza fue la obediencia

Crianza
hace 4 horas

Hay personas de todas las formas y tamaños, y también suegras y relaciones familiares. Hace poco, una lectora nos escribió con uno de esos complicados dilemas. Su suegra no solo criticaba demasiado su cocina, en claro contraste con el resto de la familia, sino que iba demasiado lejos en sus “críticas”. De ahí surgió la maliciosa conformidad.

Esta es su divertidísima carta:

Hola, Genial.guru,

No puedo dejar de reírme mientras escribo esto, pero he aquí cómo se desarrollaron las cosas con mi suegra, que no es una mala persona, como tal, pero llevó las cosas un poco demasiado lejos. Vivimos cerca de nuestros suegros y la familia de mi esposo está muy unida, así que nos reunimos a menudo.

La ecuación de cada familia es diferente, y la nuestra es así. Mi esposo y yo tenemos nuestras tareas ordenadas. Yo cocino y él limpia. Esto nos viene muy bien, ya que no solo me gusta cocinar, sino que cocino mejor que él.

A la mayoría de la familia le encanta cómo cocino y me han felicitado en varias ocasiones. Pero hay un problema. Mi suegra critica todo lo que hago. Cada cosa.

Podría haber añadido más nata o menos sal, o haberlo hecho así o asá, o haberlo cocinado más o menos... ¡La lista es interminable! Lo hace alegremente, así que no puedo ofenderme, pero me pone de los nervios. También le molesta que mi comida sea demasiado “sabrosa” y “picante”.

Mi suegra no para de darme consejos para ser mejor cocinera. El día de mi cumpleaños recibimos a la familia y preparé un festín. Realmente me esforcé en la cocina (con amplia ayuda de mi esposo, así que no me quejo) y preparé una comida en la que Gordon Ramsay no encontraría ningún fallo. Todo el mundo habló maravillas de ella. Mi suegra se quedó callada, así que yo estaba contenta, hasta que sacó un “regalo” de cumpleaños para mí.

Había escrito a mano todo lo que suelo hacer, como unos 50 platillos, y había añadido notas a todo ello para que yo pudiera “aprender” a cocinar mejor. Sinceramente, yo echaba humo por dentro, pero decidí probar otra táctica. Sonreí, le di las gracias con dulzura y seguí con las celebraciones.

La siguiente vez que me tocó cocinar, seguí “sus recetas” al pie de la letra, como si nada estuviera fuera de lugar. Como era de esperar, la comida resultó sosa y aburrida.

Cuando uno de mis cuñados me preguntó qué había hecho diferente, sonreí, saqué el libro de recetas de mi suegra y le dije que seguía sus recetas. Todos se rieron y ella se puso roja.

Esto sucedía una y otra vez, hasta que un día, el libro desapareció. Han pasado un par de meses desde entonces, y ahora no tiene ni una palabra crítica sobre mi cocina, solo elogios.

Está claro que mi obediencia fue suficiente venganza, e incluso mi esposo dice que fue una jugada de jefa absoluta. Aun así, me pregunto, ¿debería disculparme con mi suegra por llevar las cosas tan lejos? ¿O debería dejarlo pasar?

Con amor,
Carolina

En primer lugar, gracias por escribirnos, Carolina. Tu historia nos ha hecho sonreír, porque no solo ha servido para calmar una situación que podría haberse puesto fea, sino que también nos ha mostrado el lado divertido de las relaciones.

En cuanto a tus preguntas, aquí tienes lo que creemos que puedes hacer para que las cosas vayan cada vez mejor con tu suegra.

Mantén una conversación sincera y abierta

Una de las cosas más importantes para que una relación funcione bien es la comunicación. Decides si te disculpas o no, pero tener una conversación sincera con tu suegra podría mejorar las cosas para ambas. Toma el teléfono y queda con ella, quizá en tu casa o incluso en una cafetería.

Háblale de cómo te sentiste cuando no valoró tu cocina y tu esfuerzo, y de cómo el regalo de cumpleaños que te hizo no te hizo sentir respetada. Dile que, al seguir sus recetas, solo querías demostrarle que para ti la cocina no es tanto una ciencia como un arte, y que tiendes a cocinar a tu manera, de forma individual.

Sé también un buen oyente

Mientras le presentas tu punto de vista, dale la oportunidad de opinar. Puede que acabe revelando algo que te sorprenda, tal vez quería ayudar de verdad y lo hizo de una manera que acabó empeorando las cosas.

Puede que sus experiencias hayan influido en su forma de pensar. ¿Se enfrentó a algo similar cuando tenía tu edad? ¿Pasó algo que le hizo sentir que lo que te hizo era el camino correcto a seguir? Una simple conversación puede aclarar aún más las cosas, siempre que sepas escuchar.

Cuida tu salud mental y tu equilibrio

Aunque está muy bien hablar y escuchar el punto de vista de la otra persona, recuerda que primero tienes que valorarte a ti misma, para que los demás puedan seguir tu ejemplo. Si la conversación no va en una dirección fructífera, o si ella no puede ver por qué tuviste un problema y decidiste actuar de cierta manera, simplemente acepta estar en desacuerdo.

Como has dicho, parece que ya ha dejado de hacer comentarios críticos, pero en caso de que vuelva a hacer alguno, dile, educadamente, que prefieres hacer el platillo de una determinada manera. Tal vez la próxima vez, ella pueda cocinar y llevar algo a la mesa, en caso de que no le guste tanto lo que cocinas.

La idea es que ella sepa que, cuando es tu mesa y tu casa, eres libre de cocinar como quieras. Igual que ella es libre de hacerlo en su mesa. Acuérdate de ser firme pero educada, y de calmar la situación, como hiciste antes.

Mientras Carolina parece controlar la situación entre ella y su suegra, tenemos otro conflicto interior de una mujer que quedó embarazada de un hombre casado y ahora su esposa le hizo una propuesta impactante.

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