Mi suegra se mudó conmigo para ayudar con mi bebé, pero solo ha hecho un desastre

Historias
hace 9 meses

Dicen que después de tener un bebé es probable que termines detestando a tu suegra, y ella a ti. No hay una declaración formal de guerra, pero suele aumentar la tensión entre ambas cuando ella, haciendo alarde de su experiencia como madre, termina estorbando más de lo que ayuda. Esto fue lo que le pasó a una usuaria de internet que nos cuenta cómo la dulce llegada de su retoño se convirtió en una batalla con la mamá de su esposo.

Entre la falta de sueño y el adaptarse a los cuidados diarios de un recién nacido, lo último que necesita una mamá es sentirse abrumada por las visitas en casa. Además, hay quienes recomiendan que los padres y el bebé se tomen un tiempo a solas para establecer los primeros lazos.

Continuamos con la historia de esta nueva mamita:

En Genial.guru, pensamos en este problema y quisimos reunir algunos consejos que podrían ayudar a quienes ya llegaron a su límite de visitas en casa:

  • Establece “horas de visita” y un marco de tiempo que determine cuándo deberían irse. Durante las primeras semanas, podrías limitarlo a 30 o 60 minutos.
  • Haz una lista de cosas con las que pueden ayudar tus invitados, no hay necesidad de hospedarlos o limpiar por ellos.
  • Sé clara sobre qué pueden y qué no pueden hacer. Por ejemplo, puedes pedir anticipadamente que no besen a tu bebé si eso no te agrada.
  • Recuerda que es válido estar cansada. No tienes que ser el alma de la fiesta, si te cuesta mantener una conversación o te molesta algo, está bien ser honesta con los visitantes y decirles que necesitas descansar.

Al igual que esta agotada mamá, otras mujeres se han visto en complicadas difíciles situaciones con sus suegras. Por suerte, no siempre es así, y hay algunas que son un enorme y valioso tesoro.

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