Mientras perseguía a sus gallinas, hombre encuentra ciudad perdida bajo tierra

Historias
hace 1 año

En recónditos lugares bajo tierra en Turquía, se oculta un secreto fascinante. A lo largo de los años, han ido saliendo a la luz ciudades complejas con múltiples niveles, que en el pasado fueron destinadas a viviendas, escuelas e incluso para el ganado. El descubrimiento de una de las ciudades subterráneas más grandes, conocida como Derinkuyu, tuvo lugar de manera fortuita.

En 1963, un hombre de la ciudad de Derinkuyu, ubicada en la provincia de Nevşehir, región de Anatolia Central, en Turquía, estaba buscando a sus pollos, pues, mientras estaba remodelando su hogar, los animales de corral se escapaban y luego desaparecían en una de las grietas que se realizó durante las obras de construcción.

Estas aves no eran vueltas a ver, por lo que decidió investigar qué era lo que ocurría y, tras un poco de investigación y de excavaciones, apareció ante él un pasadizo oscuro, el cual conducía a la antigua ciudad de Elengubu, conocida hoy como la ciudad subterránea de Derinkuyu.

De acuerdo con los informes, esta entrada fue la primera de las más de 600 que se han ido hallando dentro de casas y que llevan a estas estructuras subterráneas. No se tiene la fecha exacta en la que fue creado, sin embargo, existen indicios de que en el libro Anabasis, escrita por Jenofonte de Atenas, alrededor del 370 a.c. se nombra a esta ciudad.

En la obra se habla de la gente de Anatolia, cerca de la región de Capadocia, que vive bajo la tierra en casas excavadas. Es así que se cree que quienes comenzaron esta construcción bajo tierra fueron los hititas, quienes buscaban usarlo como refugio ante los frigios, alrededor de 1200 a.C. No obstante, se atribuye a estos últimos el haber construido la mayor parte de la ciudad, pues eran arquitectos calificados en la Edad de Hierro.

Se destaca que en un principio probablemente estas excavaciones se utilizaron para almacenar bienes, pero su propósito era ser un refugio temporal ante los invasores. Lo anterior debido a los constantes cambios de imperios dominantes.

“Fue en el momento de las incursiones islámicas (del siglo VII, en el Imperio bizantino), sin embargo, que estas viviendas se utilizaron al máximo”, explica Andrea De Giorgi, profesor asociado de estudios clásicos en la Universidad Estatal de Florida. Además, destaca que en ese mismo periodo es cuando la población de Derinkuyu creció a su máximo punto, y tuvo aproximadamente 20 mil residentes viviendo bajo tierra.

La antigua ciudad tiene una profundidad aproximada de 85 metros, y abarca 18 niveles de túneles. Esta incluía, como parte de su estructura, establos de ganado, una capilla, almacenamiento de alimentos secos, escuelas, bodegas y una red de viviendas. También se sabe que para tener agua limpia y flujo de aire, había más de 50 pozos de ventilación divididos por toda la ciudad. En cuanto a su conexión, se estima que las más de 200 ciudades subterráneas pequeñas que se han encontrado, se conectaban con esta más grande.

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