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Mis padres se saltaron las normas que tenemos para mi hija y ahora pagan las consecuencias
Desde un inocente gesto de regalo de cumpleaños hasta una controversia que pone a prueba los límites del respeto y la autonomía, esta historia nos sumerge en un viaje de reflexión sobre la crianza y los derechos individuales. Unos padres enojados porque los abuelos no respetan sus normas y unos abuelos que no entienden el motivo de su enfado. ¡Toda una bomba!
«Mi esposo y yo viajamos a México para visitar a mi familia. Soy ciudadana estadounidense, mis padres no lo son.
Mis padres le regalaron a mi hija unos pendientes para su cumpleaños. Mi hija no tiene las orejas perforadas. Solo tiene un año. Les dije que guardaría los pendientes para ella hasta que fuera lo suficientemente mayor para perforarse las orejas.»
«Dejamos a mi hija con mis padres mientras nos reuníamos con algunos amigos. Cuando fuimos a recoger a mi hija, mi mamá nos mostró que no necesitábamos esperar porque la habían llevado a perforarse las orejas.
Agarré a mi hija y saqué a mi esposo de allí antes de que perdiera la compostura. Regresamos a nuestro hotel.
Estoy furiosa. Mi esposo dijo que mis padres no pueden pasar tiempo a solas con mi hija nunca más. Yo fui más lejos. Dije que no llevaría a ella, ni a cualquier otro niño que pudiéramos tener, a ver a mis padres. Hicimos el check-out tres días antes y nos fuimos a casa.»
«De camino a casa, mis padres me llamaban para ver cuándo íbamos a pasar por su casa. Ignoré todas las llamadas y mensajes de texto hasta que llegamos a casa en Phoenix. Nos tomamos un par de días para reflexionar y calmarnos.
Finalmente los llamé. Les pedí que no hablaran hasta que terminara de hablar yo. Les dije que mi esposo y yo estábamos molestos con ellos por perforarle las orejas a nuestra bebé sin nuestro permiso. También les conté, que volvimos a casa y que probablemente no les visitaríamos por un tiempo.»
«Ellos dijeron que tanto mi hermana como yo teníamos las orejas perforadas cuando éramos bebés y que no nos hizo daño, pero les respondí que no íbamos a cambiar de opinión. Empezaron a hacer que todos, incluida mi abuela, me llamaran para decir que estaba siendo ridícula.
Hablé con mi esposo y llegamos a un acuerdo. Acordamos reanudar las visitas, pero no el tiempo a solas, hasta que ambos se perforaran la nariz.
Dijeron que estábamos siendo estúpidos y que no iban a hacer eso, así que les contesté que no había problema y colgué. Hemos empezado a bloquear a cualquiera que intente llamarnos y criticarnos por negarles a mis padres su DERECHO a ver a mi hija.»
La diferencia generacional puede ser difícil de salvar. En este caso unos padres desoyeron a su hija y su marido y decidieron imponer sus propias normas, por lo que en Genial.guru, queremos darle algunos consejos a esta madre que ahora no habla con sus padres:
- Establecer límites claros: Comunica tus expectativas de crianza y los límites de comportamiento que esperas de tus padres. Es importante afirmar tu autoridad como madre y defender tus decisiones para el cuidado de tu hija.
- Manejar las emociones: Reconoce y valida tus sentimientos de enojo y frustración, pero intenta mantener la calma al abordar el problema con tus padres. Trata de expresar tus preocupaciones de manera clara y respetuosa.
- Priorizar el bienestar de tu hija: Enfoca tus acciones en lo que es mejor para tu hija. Considera cómo proteger su bienestar emocional y físico en situaciones conflictivas como esta.
- Buscar el diálogo: Intenta encontrar momentos para hablar abierta y sinceramente con tus padres sobre tus preocupaciones y expectativas. El diálogo puede ayudar a resolver conflictos y fortalecer las relaciones familiares.
- Establecer consecuencias: Si tus padres continúan infringiendo tus límites o desobedeciendo tus decisiones como madre, considera establecer consecuencias claras y firmes para proteger el bienestar de tu familia.