La Indígena más hermosa del universo es mexicana y es así como ganó una corona por su belleza
Aunque creció entre la pobreza y la discriminación, Silvia Jim luchó por su sueño de ser modelo profesional. Después de años de trabajo, pudo conseguir una de sus metas: ser reina en el certamen Miss Indígena Universo. Sin embargo, su trabajo continúa, y busca perfeccionar sus estudios en medicina para ayudar a su comunidad.
En Genial.guru conversamos con Silvia Jim, abordando desde sus orígenes hasta el momento de la coronación, y nos contó sobre su fuerte compromiso social y estudios para poder ayudar a su cultura, la amuzga.
Los orígenes de Silvia en la cultura amuzga
Silvia Jim nació dentro de la cultura amuzga, un pueblo originario del estado de Guerrero, México. Su infancia no fue fácil, y desde temprana edad tuvo varios problemas, como falta de alimento en su comunidad o discriminación solo por ser de una cultura diferente. A los 14 años inició su carrera en el modelaje, donde, pese a todas estas adversidades, logró ser reina de un certamen mundial.
Sus capacidades y resiliencia se hicieron notar desde que era pequeña, ya que era muy estudiosa, por lo que siempre le iba bien en el colegio. Además, no se dejaba llevar por lo que decían los demás. “Yo nunca dejé que las personas dijeran que no podría cumplir mis sueños”.
Reina mundial en Panamá
Postuló a varias plataformas de modelaje hasta encontrar una con una visión más cultural, una que de verdad le ayudara a llegar a concursos. Tuvo que competir entre varias etapas, entrevistas y evaluaciones. Su trabajo finalmente se vio reflejado al poder ser reina indígena a nivel mexicano, lo que le dio la oportunidad de participar en un certamen internacional.
Su participación en Miss Indigna Universo se convirtió en una oportunidad que aprovechó al máximo, coronándose como la primera mexicana reina de ese certamen mundial. “Hubo días de desvelo, de llanto, pero todo valió la pena para dejar en alto el nombre de México y las culturas indígenas”.
Compromiso para luchar contra la pobreza y la desnutrición
La experiencia que le dejó la vulnerabilidad en la que creció le generó la misión de comprometerse y ayudar a su pueblo, y por la misma razón, lleva tiempo realizando comedores comunitarios para luchar contra la desnutrición. Como Silvia contó, “yo crecí dentro de la pobreza extrema y la marginación”, y esta fue una de sus grandes motivaciones a la hora de luchar por su sueño.
Nutricionista y activista en la Organización de las Naciones Unidas
Con respecto a su causa social dentro de la alimentación, Silvia tiene varios diplomados relacionados con el área de la salud, entre ellos, uno de nutrición. Está determinada a dar una mejor calidad de vida al pueblo que la vio crecer, al igual que a ser un modelo para las generaciones venideras.
Sus notables participaciones le han abierto nuevas puertas, puesto que se convirtió en portadora de la voz por los derechos indígenas en la Organización de las Naciones Unidas. “Quiero ser un modelo a seguir para las nueva generaciones”. Para Silvia, aprovechar su rol social para usar su voz y poder ayudar a su comunidad es muy importante.
Su mensaje contra las adversidades
Para Silvia Jim, su rol como Miss Indígena Universo es muy relevante. Más allá del premio, lo ve como la oportunidad de poder visibilizar un mensaje, animar a otras mujeres a salir adelante, a perseguir sus sueños y a no dejarse discriminar en ninguna circunstancia. Para ella, “la pobreza no mide la inteligencia”. Y no podríamos estar más de acuerdo.
¿Con qué te identificaste más de esta historia? ¿Qué otro ejemplo de trabajo arduo y sacrificio conoces? No olvides compartir este relato para dar más visibilidad al mensaje de Silvia.