Modelo que quedó desfigurada por cirugías ahora promueve la belleza natural
Al ver a las modelos de pasarela, a los actores e incluso a influencers, con belleza perfecta, nos pueden hacer sentir inseguros con nuestra propia imagen. Sin embargo, los famosos también sienten muchas inseguridades sobre su aspecto, y para hacerle frente, a menudo llegan a tomar decisiones que pueden afectar tanto su amor propio como a su vida.
Una supermodelo con un futuro brillante
Linda Evangelista, es una modelo que a finales de la década de los 80 y principios de los 90 tenía acaparada todas las portadas de las revistas más populares del momento. De hecho, era considerada una “supermodelo”, al igual que Cindy Crawford, una categoría que, en aquel entonces, la hacía ver como alguien mucho más famosa que las actrices y cantantes más prestigiosas.
Su imagen aparecía en los listados de personas más bellas del mundo y las grandes marcas estaban dispuestas a pagar grandes sumas de dinero para tenerla como imagen en sus campañas. ¡Y no estamos exagerando! Algunos incluso la llamaron “la mejor modelo del mundo”.
Su deseo de continuar en las pasarelas, tuvo resultados catastróficos
Habiendo sido un ícono de la moda por décadas, Linda Evangelista sintió que su carrera podría peligrar si las marcas del paso de los años se notaban en su figura. Así que en el 2016, decidió pasar por un procedimiento cosmético para reducir la grasa debajo de la piel, pero terminó provocando el efecto contrario.
Tres meses después de iniciar los tratamientos, la supermodelo comenzó a notar protuberancias en la barbilla, los muslos y el área del sostén. Las mismas áreas que había querido encoger, de repente estaban creciendo y endureciéndose. Linda al principio pensó que debía hacer dieta y ejercicio, pero no importaba lo que hiciera, su figura seguía cambiando. Cuando fue al médico, el profesional le diagnosticó “hiperplasia adiposa paradójica”, la cual era un efecto secundario que afectaba a menos del 1% de los pacientes, y que no tenía solución.
Linda Evangelista, tuvo que pasar por dos liposucciones para revertir el efecto, pero no funcionó: “No sirvió nada, los bultos que tengo son protuberancias duras. Si camino sin faja con un vestido, tendré rozaduras hasta el punto de lastimarme”, mencionó, agregando que incluso ya no podía ni siquiera sentarse cómodamente sin sentir molestias.
Su nueva apariencia la llevó a una depresión
Aquel diagnóstico afectó tanto su trabajo como a su baja autoestima: “Esto no solo ha destruido mi sustento, sino que me ha enviado a un ciclo de gran depresión, tristeza y a las profundidades más bajas del auto desprecio. En el proceso, me he convertido en una reclusa”, contó. También agregó: “Me encantaba estar en la pasarela. Ahora temo encontrarme con algún conocido”. Fue tal el rechazo que sentía hacia su propia imagen, que decidió esconderse del ojo público por media década.
Hoy aprendió a amarse tal como es
Cinco años después de aquellos acontecimientos, Linda Evangelista decidió demandar a la empresa que se encargó de su tratamiento, para comenzar un proceso de sanación. Incluso expuso su caso en las redes sociales, contando su historia y expresando que ya no deseaba avergonzarse más de sí misma, y que quería salir al exterior con la frente en alto.
Aún hoy en día la modelo se arrepiente de haber recurrido a aquellos tratamientos: “Si hubiese sabido que los efectos secundarios podían incluir la pérdida de mi trabajo, depresión y que me odiase a mí misma, no habría corrido ese riesgo”, confesó. “¿Por qué sentimos la necesidad de hacer estas cosas a nuestros cuerpos? (...) Espero poder deshacerme de algo de la vergüenza y ayudar a otras personas que están en la misma situación que yo”. Es por eso que ahora la modelo, al igual que tantas famosas que promueven la belleza natural, espera que su historia, haga que las personas se amen tal como son, y sigan sus vidas con optimismo.