Niña de 11 años consigue cambiar la vida de su abuelo con Parkinson gracias a su ingenio y determinación

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Hace 2 semanas

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico progresivo que afecta de manera severa la capacidad de moverse. Se caracteriza por temblores, rigidez muscular y problemas de coordinación motora. Con el tiempo, actividades que antes eran sencillas, como beber de una taza, se vuelven complicadas. Este desafío motivó a Lily Born, quien, inspirada por la experiencia de su abuelo con la enfermedad, decidió diseñar un recipiente especial. Lo que empezó como una solución para su abuelo se transformó en un éxito comercial, generando millones de dólares.

Cuando Lily tenía nueve años, notó las dificultades de su abuelo para beber sin derramar el líquido debido a los temblores causados por el Parkinson. Esta enfermedad no solo provoca temblores, sino también rigidez muscular y una reducción en la movilidad, complicando tareas diarias. Motivada por el deseo de ayudar, Lily diseñó la Kangaroo Cup, una taza innovadora que con el tiempo evolucionó para abordar estos problemas.

La idea de una taza más estable nació cuando Lily observó cómo su abuelo luchaba con la enfermedad. Su primera versión de la Kangaroo Cup era sencilla pero eficaz, con tres patas que proporcionaban estabilidad adicional y evitaban que la taza se volcara. Esta característica permitió a su abuelo beber con mayor facilidad y recuperar algo de la autonomía que había perdido.

El éxito de la Kangaroo Cup llamó la atención de la familia Born. Joe, el padre de Lily, vio el potencial del invento y apoyó a su hija en su comercialización. Para financiar la producción a gran escala, lanzaron una campaña de crowdfunding en Kickstarter. La respuesta fue impresionante, con personas de todo el mundo apoyando el proyecto y apreciando la invención por su capacidad para mejorar la vida de quienes enfrentan desafíos similares.

Impulsados por el éxito de la campaña, Lily y su padre viajaron a Jingdezhen, China, famosa por su cerámica, para perfeccionar el diseño y encontrar un fabricante adecuado. Sin embargo, descubrieron que la cerámica no era lo suficientemente resistente para el uso diario de la Kangaroo Cup. En lugar de rendirse, decidieron rediseñar la taza utilizando plástico de alta calidad, creando un producto más duradero y funcional.

La Kangaroo Cup demostró ser mucho más que un simple utensilio; se convirtió en una herramienta vital para mejorar la calidad de vida de las personas con Parkinson y otras condiciones que afectan la coordinación. Este invento, nacido del afecto de una niña por su abuelo, ha tenido un impacto global significativo, facilitando las tareas diarias y devolviendo dignidad y autonomía a miles de personas. La Kangaroo Cup no solo cumplió su propósito inicial, sino que también inspiró a otros a buscar soluciones innovadoras para problemas similares, dejando una huella duradera en la vida de quienes más lo necesitan.

Imagen de portada Lily Born / YouTube

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