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La legendaria actriz Meg Ryan regresó a los Óscar en un momento impresionante, casi tres décadas después de su última aparición. Conocida por su estilo de vida privado, la querida actriz cautivó al público con su extraño momento en la alfombra roja. Pero hubo un detalle que causó sensación.
A diferencia de su última aparición en los Óscar, en la que optó por un elegante atuendo minimalista completamente negro, en esta ocasión, el icono de las comedias románticas optó por una estética más vibrante. Sus mejillas ligeramente sonrosadas y sus labios brillantes en tonos baya complementaron los colores profundos de su conjunto. Fiel a su estilo característico, se peinó con ondas suaves que recordaban a sus papeles clásicos en Cuando Harry encontró a Sally..., Tienes un e-mail y Sintonía de amor.
Además de desfilar por la alfombra roja, Meg Ryan fue la presentadora del prestigioso evento. Anunció la ganadora a la mejor película (Anora) y se reencontró con su coprotagonista de Cuando Harry encontró a Sally..., Billy Crystal, haciendo que la noche fuera aún más especial.
Aunque muchos fans estaban encantados de ver a Meg Ryan de nuevo en el candelero, su aparición provocó una oleada de reacciones en Internet. Los admiradores alabaron su aspecto fresco y natural, y un fan comentó: "Está estupenda. Creo que se ha reducido o quitado los rellenos, ¡y ahora está fantástica!". Otro comentó: "¡Muy guapa! Me encanta su pelo".
Sin embargo, no todas las respuestas fueron positivas. Algunos usuarios de las redes sociales opinaron que tenía un aspecto diferente y algunos cuestionaron el cambio de sus rasgos faciales. "Sus labios y su sonrisa parecen incómodos", comentó un usuario. A otros les costó reconocerla, y una persona exclamó: "¡Esa no es Meg Ryan!". Otro comentó: "¿Por qué camina como si tuviera una prótesis en la pierna? Además, me encantaba en los 90, pero seguro que nunca habría sabido quién es esa persona".
El paseo de Meg Ryan en los Óscar también suscitó preocupación entre algunos fans. Los observadores se dieron cuenta de que parecía que le costaba un poco caminar. Sin embargo, la actriz ya había confesado en una antigua entrevista que tenía "problemas de cadera", lo que le hacía caminar con una ligera cojera.