Toda la razón en esta historia
“No le regales flores a una mujer cansada”, un texto sobre el hecho de que hay cosas más importantes que los obsequios triviales
Muchos de los grandes conflictos entre las parejas se producen debido a los malentendidos o a la incapacidad de las personas de ponerse verdaderamente en el lugar del otro. Y, en la mayoría de los casos, el solo intento de mirar la situación con los ojos de la otra parte ya ayuda a calmar el momento.
Genial.guru quiere compartir este texto sobre el tema con el permiso de su autora, Anna Prosvetova.
No le regales flores a una mujer cansada.
En serio, las flores son geniales cuando hay energía para alegrarse por ellas. Además, es importante para la persona que las regala recibir una reacción. “Oh, ¡qué lindas, son mis favoritas!”, y esas cosas. A veces, una mujer cansada no tiene energía ni siquiera para eso. Y aquel que regala queda sinceramente perplejo cuando ve que, en lugar de agradecer, la mujer hace una mueca. Pero “si me esforcé para sorprenderla”. Y el gesto se debe a que esas flores necesitan ser cortadas, puestas en un jarrón, y hay que expresar gratitud y admiración de una manera lo suficientemente emocional. Pero no hay fuerza para nada de eso.
¿Quieres hacer feliz a una mujer cansada? Cómprale comida. O cocina, pero luego limpia todo tú mismo. O pide comida para llevar. Una de las frases más románticas que he escuchado ha sido “muéstrame una foto”. No de mí, sino de mi refrigerador. Porque “sé que probablemente no comiste bien hoy, y tu refrigerador siempre está vacío. Si es así, muéstrame una foto, te llevaré lo que necesites”. Sin flores ni serenatas. Paga un servicio de limpieza por la mujer cansada, para que no tenga que hacer nada, excepto ver cómo la casa se vuelve más limpia. Créeme, eso es un verdadero milagro, pura magia.
Hay un conflicto en la familia. El esposo se queja de que le regaló a su esposa un conjunto de ropa interior hermoso y caro, y ella se puso histérica. Está completamente loca, ya no aprecia la atención, no se esfuerza por devolver el gesto. Y la mujer explica que desde hace tres semanas no puede salir para hacerse la depilación y la pedicura, porque su esposo se niega a quedarse con los niños. Él está cansado y siempre está ocupado. Y esa ropa interior es como una burla para ella. “Estoy exhausta, pero ¿tengo que disfrazarme y organizar un concierto para él?”.
El hombre llega a casa con un pastel para una velada agradable y romántica. Y ella se saca de quicio. Porque antes de sentarse a comer necesita planchar la ropa, lavar los platos, preparar los productos para el desayuno de la mañana siguiente, bañar y acostar a los niños. Y mientras su esposo se sienta en la cocina y espera, ella corre en modo de batidora eléctrica. Y cuando después de esa maratón y varias solicitudes al hombre de que al menos haga algo la mujer se va a dormir, su esposo se siente ofendido. Él lo intentó, quería mostrarle su atención.
Y aquí está el asunto. Cuando queremos complacer a alguien, ¿realmente nos esforzamos por esa persona? Si es así, es importante considerar sus necesidades. ¿Qué es importante para ella? ¿Descansar, dos horas de silencio, salir a algún lugar sola o simplemente que le quiten una parte de sus responsabilidades? Es eso lo que ayudará a que él (ella) se sienta bien.
En cambio, si solo quiero hacer lo que quiero yo, ¿a quién quiero complacer? Siendo honestos, ¿tal vez solo a ti mismo? Quiero mostrar qué buen compañero/a soy, qué grandes gestos soy capaz de hacer. Lo mucho que me esforcé para demostrarme a mí mismo lo atento/a que soy. Y a veces es importante tener la honestidad necesaria para admitir que aquí no hay ni una pizca de atención a la otra persona. Solo hay un deseo de recibir un reconocimiento, caricias emocionadas y “gracias”.
Los hombres a menudo se quejan de que las mujeres modernas son emancipadas y exigentes. ¿Con qué sorprenderlas, entonces? Sí, los estándares ya no funcionan. El ramo habitual no servirá. Ella no se asombrará con él. Lo único que puede maravillar a una dama adulta moderna es el cuidado y una actitud sincera, adecuada y respetuosa. Todo lo demás ya lo vio.
¿Cuál es la mejor manera de mostrarte atención y cuidado? ¿Te gusta recibir flores o prefieres un masaje o que te dejen un rato a solas?
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Yo prefiero actos en lugar de regalos materiales