No le renuevan el contrato de renta del departamento en el que vive y se venga con creces

La relación entre inquilinos y propietarios suele estar cargada de complicaciones y tensiones que van mucho más allá de la simple firma de un contrato. Factores como la inflación, los constantes aumentos en los alquileres, y las discrepancias sobre las responsabilidades de mantenimiento o reparaciones del inmueble, pueden generar desafíos que provocan malentendidos y conflictos. Estos problemas muchas veces dificultan la convivencia y, en ocasiones, terminan reflejándose incluso en las redes sociales.

Esto fue lo que ocurrió con el reciente tuit de Lucas, un inquilino que recurrió a la red social X para expresar su frustración sobre una situación que lo enfureció con la propietaria de la vivienda que alquila. El tuit rápidamente se viralizó, alcanzando más de 1,7 millones de visualizaciones y 30 000 “me gusta”, y provocando un amplio debate en las redes.

El conflicto comenzó cuando la dueña del departamento le informó que no renovaría su contrato de alquiler. Lucas, al recibir la noticia, preguntó si podría terminar el contrato anticipadamente sin pagar la multa correspondiente. La propietaria le indicó que si decidía irse antes de la fecha acordada, tendría que pagar la penalización. Sin dudar, Lucas le envió el alias de su cuenta bancaria junto con una factura de 1231 dólares, que había pagado para reparar el balcón, dañado tras una tormenta.

La respuesta irónica de Lucas y su ingenio al abordar la situación provocaron una variedad de reacciones. “¡Domaste!”, comentó un usuario, a lo que Lucas respondió: “Se debe haber confundido, seguro entra en razón”. Otro usuario compartió su experiencia desde la perspectiva de un propietario: “En mi caso fue al revés, le avisé a mi inquilina con 9 meses de antelación que no renovaría porque me destrozó la casa, y se enojó. Además, me rompió la ventana del baño y pintó sin permiso, dejando todo sucio. Siempre fui yo quien cubrió los gastos de los arreglos”. Ante esto, Lucas respondió con empatía: “Hay que cuidar a los buenos inquilinos y propietarios”.

El debate continuó, con algunos usuarios defendiendo la postura de la propietaria: “Ajajajaja, ¿qué te pasaba? Te está avisando que no va a renovar el contrato, está en todo su derecho”. Lucas explicó su frustración: “Me molestó la arbitrariedad y el doble criterio. Si rescindo en febrero no me cobra, pero si lo hago en noviembre, diciembre o enero, solo en caso de encontrar lo que busco antes, sí. En cuanto al arreglo del balcón, no se preocupó demasiado por cumplir con la ley; vio que resolví el problema. Esperaba el mismo trato”.

“Dueña del depto. donde vivo me aviso que no me va a renovar y le pregunte si podía rescindir sin pagar la multa. Me dijo que si me quería ir antes, tenía que pagar, así que le mande mi alias y la factura de $1.2M (pesos argentinos) que puse de mi bolsillo para arreglar el balcón por la tormenta”

Cuando varios usuarios le preguntaron sobre el desenlace de “la novela” o “el chisme”, Lucas actualizó la situación: “Recién me respondió la inmobiliaria, y coincide con mi criterio, ya que los arreglos que no cubrió el consorcio fueron pagados por los propietarios del resto del edificio. Yo le ahorré ese gasto. Ahora ambos estamos esperando su respuesta”.

Esta historia generó un debate sobre la relación entre inquilinos y propietarios, mostrando que estos conflictos son más comunes de lo que parecen. Mientras algunos aplaudieron la respuesta de Lucas, otros cuestionaron si había actuado correctamente.