12 Personas compartieron su inolvidable experiencia de visitar al médico

Tras años de relación, una suma considerable de dinero se ha interpuesto en el camino entre la mujer de esta historia y su prometido. El hombre con el que planeaba compartir el resto de su vida le ha mostrado una faceta codiciosa que ella nunca imaginó, pero salió a la luz después de que ella recibiera la gran herencia de su abuela. Abrumada por la inesperada situación, recurrió a comunidades en línea en busca de orientación.
Me comprometí con mi pareja, un hombre de 35 años, hace apenas un año. Llevamos juntos 5 años, y nuestra boda está programada para dentro de unos meses.
Tristemente, solo un par de semanas después de nuestro compromiso, mi abuela falleció. Ella y mi abuelo trabajaron incansablemente durante toda su vida, logrando un gran éxito y estabilidad financiera. Fueron ahorradores en su juventud, lo que les permitió acumular una considerable riqueza en sus últimos años. Mi abuelo, en particular, es excepcionalmente inteligente y hábil en la gestión del dinero y las inversiones.
En su testamento, mi abuela dejó una cantidad bastante generosa de dinero para ser dividida entre mi hermano, mis tres primos y yo. Incluso después de dividir el dinero, cada uno de nosotros recibió una suma sustancial. Prefiero no divulgar la cantidad exacta.
Al recibir la noticia, le conté a mi prometido. Cuando le dije, se puso increíblemente emocionado, mucho más de lo que yo había anticipado. Me lo tomé a la ligera, pero al día siguiente lo escuché hablando con sus amigos durante una sesión de juegos, "¡Puedo pagar mi tarjeta de crédito con ese dinero, amigo! ¡Finalmente, podemos hacer ese viaje que hemos estado planeando!"
Entré en la habitación y pregunté: "¿Qué dinero?" Me miró extraño y respondió: "El de tu abuela, cariño." Ahí fue cuando perdí la compostura. Le dije firmemente: "No usarás nada de ese dinero sin mi consentimiento, y definitivamente no habrá ningún viaje con tus amigos. No es tu dinero; está específicamente designado para mí por MI abuela. No está sujeto a debate."
Nuestra discusión escaló rápidamente, con voces elevadas y palabras hirientes intercambiadas. Salí de la habitación sintiéndome molesta y frustrada. Más tarde, él interrumpió su sesión de juegos para enfrentarme en la cocina, diciéndome: "Nos vamos a casar. Todo tu dinero también será mío". Además, me acusó de avergonzarlo frente a sus amigos.
Incapaz de soportar la tensión, salí de la casa sin decir otra palabra y busqué refugio en casa de una amiga. Debo mencionar que este altercado acaba de ocurrir. Hasta ahora, ni siquiera estaba segura de si recibiría la herencia debido a varias complicaciones familiares y legales. ¿Soy yo la culpable aquí?
En muchas familias los conflictos son comunes, pero hay otras en las que, además, hay secretos tan dramáticos que cuando salen a la luz, pueden crear la tormenta perfecta.