Piloto viajó en el tiempo en el Triángulo de las Bermudas, y nadie puede explicarlo
4 de diciembre de 1970. El piloto Bruce Gernon tenía dos pasajeros a bordo de su avión monomotor Beechcraft Bonanza: su padre y un socio comercial. Despegaron de la isla Andros en las Bahamas y se dirigieron al noroeste, hacia la costa de Florida. Estaban en el infame espacio aéreo del Triángulo de las Bermudas. ¡Pero este era un vuelo típico que Bruce había hecho decenas de veces antes! El viaje por lo general tomaba alrededor de una hora y media sin ningún contratiempo.
Bruce despegó y comenzó a ganar altura. Pero empezaron a suceder cosas extrañas. Al comienzo, notó una pequeña nube más adelante. Pero... siguió creciendo. No por el avión que se acercaba, ¡esta cosa en realidad estaba aumentando de tamaño! Bruce tuvo que volar a través de ella y salió por el otro extremo muy bien. Ganó altitud y apareció otra nube misteriosa. Esta era enorme, pero Bruce no tuvo más remedio que volar a través de ella también.
En ese momento, oscureció como si se hiciera de noche alrededor del avión. Pero no era una nube de tormenta y no estaba lloviendo. Bruce estaba empezando a preocuparse. Y luego, ¡BAM! ¡Vio destellos de luz blanca! Bruce siguió volando durante otros 30 minutos cuando se dio cuenta de que era la misma nube que había atravesado antes, cuando había comenzado a subir. Pero ahora la nube era cilíndrica y el avión volaba por su centro. Era ancha y parecía interminable. Bruce pensó que nunca podría salir de esa trampa. Pero un minuto después, vio luz al final del túnel.
Pero, de repente, las paredes del túnel de nubes comenzaron a estrecharse, ¡se estaban acercando al avión! Los instrumentos de navegación empezaron a moverse. ¡La brújula giraba sola en sentido antihorario! Las paredes se estrechaban, volviéndose cada vez más pequeñas. Los envolvían como un vórtice. Los instrumentos eléctricos estaban locos. Bruce se estaba quedando sin tiempo, ¡tenía que salir rápido de ese lugar! Unos agotadores 20 segundos después... ¡Salió de esa trampa de niebla!
Como Bruce describió más tarde, se sintió ingrávido durante 5 segundos mientras su avión abandonaba el túnel. Las nubes se dispersaron y ahora la nave estaba envuelto en una bruma grisácea. Los hombres dejaron escapar un gran suspiro de alivio. Inmediatamente tomó la radio y se comunicó con el control de tierra para determinar su ubicación. Pero cuando el despachador miró la pantalla verde, su rostro se congeló por la confusión...
¡El avión de Bruce no estaba en el radar! ¡Era como si la cosa fuera invisible! Pero luego, el despachador dijo que la aeronave ya estaba en el espacio aéreo de Miami. Bruce estaba completamente conmocionado. ¡No podía ser verdad! Recuerda, el viaje completo usualmente tomaba alrededor de 90 minutos. Pero esta vez, ¡solo tomó 47 minutos llegar al destino! Su avión no ganó mágicamente una velocidad supersónica más allá de la velocidad máxima de crucero limitada del modelo.
Esto era físicamente imposible. El despachador debía haber cometido un error. Pero cuando las nubes se abrieron, Bruce vio que realmente estaba sobre Miami. El avión aterrizó de forma segura y era hora de intentar resolver este misterio. Bruce comprobó el combustible restante y su reloj. Después de un breve cálculo, solo se sintió más confundido. El avión no había consumido la cantidad de combustible que debería.
Los registros de archivo muestran que ese día se registraron 84 manchas solares, así como un enorme viento solar. Esto causaría perturbaciones en la magnetosfera de la Tierra que podrían hacer saltar los instrumentos y radares del avión. Pero hasta ahora nadie ha podido explicar cómo la aeronave llegó a Miami tan rápido. Quizá en el futuro se revele la verdad. Mientras tanto, sigue siendo otro enigma misterioso del Triángulo de las Bermudas...